c.13

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Finalmente el timbre sonó, indicando que la jornada de clases de hoy había terminado.

Hoy estaba de mal humor, y como escribí en mi diario de vida hace unos días, detesto estar molesta. Me desagrada de sobremanera.

Tomé mis cosas e inmediatamente salí del salón de clases, me dirigí a bajar las escaleras en camino a la salida del colegio.

Lo último que necesitaba era ver a Jeon, no quería verlo de ninguna forma.

Cuando estuve a punto de salir por la puerta principal, oí la voz de la secretaria.

— ¿Qué hace aquí a esta hora, Jeon Jungkook? Creí que usted sabía que los días viernes su hermana sale de clases más tarde. Me impresiona, usted siempre es muy puntual.

Mi estómago inmediatamente se revolvió y noté de reojo a Jeon junto a la secretaria. Jeon simplemente le sonrió ligeramente.

Por alguna razón mi enojo aumentó aún más y suspiré pesadamente con desdén, saliendo del colegio de forma abrupta.

Para mi suerte, hoy no estaba lloviendo. Así que tendría una agradable caminata hasta mi casa.

Me detuve unos minutos para buscar los audífonos en mi mochila, cuando los encontré y conecte a mi celular; sentí la voz de alguien a mis espaldas.

— Sun.

Era la voz de Jeon.

Rodé los ojos y pude sentir mis mejillas arder ligeramente con frustración. Como dije, detesto sentirme enojada.

— ¿Qué quieres?— espeté bruscamente mientras me colocaba los audífonos, sin siquiera girarme hacia él.

No oí respuesta por lo que suspiré y giré a mis espaldas, y como era obvio, Jeon estaba parado a unos cuantos metros de mi. Pero para mi sorpresa tenía una pequeña sonrisa.

— No, no quiero irme contigo, gracias — musité con estrés y cierta ansiedad, finalmente giré y comencé a caminar.

— Hae— Jeon pronunció con lentitud mientras sus pasos se acercaron hasta mí con facilidad.

— No me llames así— murmuré sin siquiera levantar la mirada de mi celular, mientras intentaba escoger una canción rápido.

— ¿Cómo quieres que te llame entonces?— de pronto el aroma de Jeon invadió mis sentidos, y el calor de su cuerpo irradiaba al mío por su cercanía— ¿pequeña, conejito...?

— Si no dejas de seguirme y hablar con un enfermo depravado, te prometo que voy a gritar— finalmente alcé mi mirada hasta él, casi temblando de ira— ve por tu hermana, o ve a molestar a tu novia o a tu perro y compórtate como alguien de tu edad. ¿Acaso no te da vergüenza estar molestando a una chica 5 años menor que tú?— espeté mientras mi rostro ardía de sobremanera y mi cuerpo tiritaba aún más.

El rostro de Jeon se desfiguró, y rápidamente su sonrisa se perdió. Pero el brillo característico en sus ojos no se desvaneció, es más, podría decir que aumentó. Lo cual me provocó escalofríos.

— No me avergüenza —Jeon murmuró con el mismo tono de voz que utilizó ayer al llamarme por teléfono— en lo absoluto.

Fruncí el ceño, no esperaba esa respuesta para nada. Por lo que quedé anonadada.

— Te ves como una chica dulce, es fácil acercarse a ti— continuó, sus palabras comenzaron a perturbarme.

Simplemente desvíe mi mirada y comencé a caminar lejos de él, pero bastaron sólo unos pasos para detenerme otra vez.

— Sun, ¿has ido a ver a Melody?— mi estómago cayó tras eso— me dijeron que ya está completamente recuperada, así que puedes ir a buscarla.

De pronto me sentí como la peor persona del mundo tras hablarle de esa forma a Jeon, después de que el me haya ayudado a encontrar a Melody hace unos días y hasta haya pagado por sus cuidados.

Ahora quería llorar.

Lentamente me giré, la ira que había sentido hace unos segundos se esfumó y ahora vergüenza y culpa llenaban mi mente.

— N-No sabía, gracias— murmuré por lo bajo, totalmente apenada.

Jeon simplemente sonrió levemente y se acercó a mi otra vez, inclinando su rostro al mío por la diferencia de estaturas.

— No es nada, Sun.

Simplemente asentí y desvíe la mirada al no poder soportar lo incómoda que me sentía. Dios, ¿como había terminado así? involucrándome con él de esta forma, solo quería estar sola como antes.

— Pero, hay algo que debo acordar contigo— Jeon suspiró, mirando directamente a mis ojos.

— ¿A qué te refieres?— fruncí el ceño confundida.

— Irás a mi casa a hacer clases de matemáticas a mi hermana desde esta semana— musitó sin reproche.

Abrí mis ojos con sorpresa y mi ansiedad aumento aún más.

— ¿Q-Qué?— logré modular con pequeña voz.

— Yo sé que te dije que pagaría por los cuidados de Melody, aún sera así. Pero como veo, crees que estoy acosándote, si haces algo a cambio entonces quedaremos a mano, ¿cierto? para que no creas que estoy pagando lo de Melody por alguna otra razón extraña— Jeon sonrió— y desbloquea mi número, para poder coordinar los horarios.

Antes de que pudiera protestar, Jeon simplemente acarició mi hombro y giró sobre si mismo, caminando devuelta al colegio.

Yo simplemente me mantuve parada en medio de la vereda con la mente en blanco.

pacify her ➳ jeon jungkook. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora