Sweet Flower |Chaesoo|

Extra 2

Sin embargo, no llegó muy lejos cuando alguien se interpuso en su camino justo en frente de ella. Rosé se detuvo abruptamente, maldiciéndose a sí misma en silencio por no haber tomado un taxi de regreso a su casa. Esa Habría sido una decisión mucho más inteligente.

—Oye, espera un segundo— levantó las manos casi para tranquilizarlo, pero de repente alguien envolvió sus brazos alrededor de ella, presionando un cuchillo en su garganta.

—No te muevas—. La voz de este tipo sonaba mucho menos amigable.

Rosé pudo sentir como su corazón comenzaba a acelerarse en su pecho. Este debe haber sido el movimiento que había notado antes... debió haber corrido, entonces. Salir de ahí. Pero, como de costumbre, lo había descartado como que solo estaba un poco nerviosa por la noche.

A veces realmente era mejor seguir tu instinto, eh.

—Puedes tomar mi bolsa, mi monedero y mi teléfono estan dentro. —Rosé extendió el brazo, indicándoles que no iba a contraatacar. No iba a arriesgar su vida por un poco de dinero. Podría bloquear su tarjeta de crédito y comprar un teléfono nuevo.

Su vida era más importante en este momento.

—¿Ves? ¿Por qué la gente no coopera de esta forma?— El tipo frente a ella tomó su cartera, mientras que el tipo detrás de ella todavía presionaba el cuchillo contra su garganta. El corazón de Rosé estaba acelerado pero tenía que mantener la calma en este momento. Lo último que quería era que el tipo que sostenía el cuchillo en su garganta entrara en pánico.

Observó mientras el tipo frente a él abría su bolsa y sacaba su monedero, hojeando el contenido, silbando.

—lotería—

Rosé  no pudo evitar poner los ojos en blanco, no eran más de doscientos dólares, ¿De verdad les impresionaba eso?, Se mantuvo quieta, solo apretó los labios en una delgada línea cuando sintió que el chico detrás de ella se puso de puntillas y se apoyó contra su espalda mientras trataba de ver los billetes que sostenía su compañero. El cuchillo contra su garganta estaba aplicando una presión preocupante.

—Por favor, tengan cuidado. Dudo que realmente quieran cometer un asesinato, ¿verdad?—

Para alivio de Rosé , el cuchillo en su cuello se movió un poco.

—¿Vamos a dejarla ir?— El hombre detrás de ella le preguntó al que sostenía su teléfono y cartera. Rosé se quedó quieta, esperando que la respuesta fuera sí. Solo quería alejarse de allí.

El tipo frente a ella le dio una última mirada, probablemente comprobando si algo más le llamó la atención, antes de negar con la cabeza. —Déjala. No puede llamar a la policía de todos modos—. Levantó el teléfono de carcasa blanca, agitándolo.

Rosé asintió lentamente, con cuidado de no asustar al chico detrás de ella. —Solo quiero llegar a casa—.

El alivio se apoderó de Rosé cuando el tipo con el cuchillo finalmente se alejó. Esto iba a terminar pronto. Se irían y luego ella iría a casa y bloquearía su tarjeta de crédito usando su acceso en línea o algo así. No pensaría en ello ahora.

Pero todos esos planes se fueron por el caño cuando el tipo frente a ella empezó a sangrar por la nariz.

—tienes... Sangre. — habló el otro chico.

El primero subió su mano y con la parte posterior de la misma se limpió.

—pero qué... — la oración no pudo ser completada ya que una tos incesante lo atacó. Se le notaba que le costaba respirar.

—John... —Habló el otro sujeto. Ya había soltado por completo a Rosé, ella pudo escapar, pero la escena la dejo atrapada. No pudo mover ni un músculo.