Doceles de Uchiha

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Naruto tenía a Yumiko en brazos mientras lo alimentaba

Ya había terminado de amamantar a Yoshio y este se encontraba en la cama durmiendo

El rubio se sentía un tanto inquieto, le hubiera gustado ir con Sasuke a patear el trasero de esos ancianos, pero sabía que esos vejestorios no jugaban limpio y por eso debía quedarse y cuidar a sus bebés

Los hombres de la hacienda estaban vigilantes por si pasaba cualquier cosa

Gaara dormía en la habitación contigua y Deidara estaba recorriendo la casa

Solo esperaba que no pasará nada malo en esa ocasión

Una vez término de alimentar a Yumiko lo hizo eructar y lo acostó junto a su hermano, después se acostó junto a ellos durmiendo al lado de sus bebés para reponer las horas de sueño que no tuvo en la noche

Gaara, por otro lado, daba vueltas en la cama tratando de dormir, realmente estaba muy cansado y la noche anterior la paso en vela, pero no podía dormir

Se levantó de la cama y lavo su cara antes de verse al espejo, notando las ojeras en sus ojos, recordaba bien los días en casa de su padre y como nunca podía dormir por las noches

se mantenía despierto por las noches lo más que podía, sabía bien que su padre quería matarlo y dormir sabiendo que un asesino podía entrar por cualquier lugar y matarlo era una idea que lo ayudo a obligarse a sí mismo a permanecer despierto y alerta a los ruidos

En espera de cualquier persona contratada por su padre para quitarle la vida, las únicas noches en que podía dormir era cuando Sai podía escabullirse a su cuarto, prometiéndole estar despierto y mostrar guardia

A cuántos de esos mercenarios no mato cuánto intentaban asesinarlo, no lo sabía y tampoco le importaba

Tanto a Sai como Gaara se habían vuelto más fríos a la hora de matar, no importándoles mucho la vida de las personas que trataban de matarlo

Desde que escapó de su casa pudo olvidarse de matar para defenderse, por las noches ya no hacía falta que ninguno permaneciera despierto en busca de mercenarios que quisiesen su cabeza

Tenían una vida pacífica como la que nunca les dejaron tener con una familia que los defendía y quería de verdad

Y por esa familia tenía muy presente que de ser necesario matar para protegerla no dudaría

Su padre tenía razón, era un demonio nacido para castigarlo y fastidiarle la vida y ya no le importaba si tenía que arrebatársela a quien fuera necesario

Ya sea a su padre o al imbécil al otro lado de la puerta que planeaba ingenuamente, matar al demonio de la arena

Pobre idiota

La puerta se abrió y por ella entro un hombre de cabello negro que antes había visto por la hacienda, un esclavo y según dijo Temari un posible espía

- señor Gaara hubo un insistente- dijo mirando al pelirrojo

- ¿Un insistente?, ¿tiene algo que ver con el cuchillo que ocultas en tu manga? - dijo Gaara sin dignarse siquiera a dirigirle la mirada al hombre que al verse descubierto solo sonrió Sacando el cuchillo

- docel altanero y malagradecido, naciste para un privilegio que no mereces y que aun así despreciaste y desaprovechaste- dijo el hombre con sierta molestia

- ¿Tú te atreves a juzgar mis decisiones? ¿Qué sabrás tú? Eres solo otra mascota de esos ancianos- dijo Gaara finalmente mirándolo con frialdad

- no padeciste de hambre, ni miseria o frío, de ser así nunca hubieses huido y renegado de tu padre- tras esas últimas palabras corrió hacia Gaara y trato de apuñalarlo, pero Gaara se movió provocando que fallara y aprovechando el impulso de la estocada fallida el pelirrojo lo empujó haciendo que se golpeara contra la cabeza contra la pared

lazos de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora