We Haunt you in the Dark | Amber Freeman

~ Prólogo ~

- Pero... yo confié en ustedes... - confesó en un hilo de voz.
- Lo sabemos, y no es nada personal, pero... - comencé a explicar con una expresión fría.
- Queremos ser como Raymond Fernández y Martha Beck, y todos ustedes son nuestro medio para conseguirlo - terminó Amber por mí.

Woodsboro, semanas atrás...

Lilith POV

- Amor, quiero proponerte algo - escuché atentamente a mi novia Amber, quien estaba desnuda debajo de mí en la cama, me besó y continuó hablando: - ¿Recuerdas que te dije que soy una gran fanática de las películas de Stab y sobre todo de tu padre?
- Sí, Amber, me lo repites todo el tiempo, incluso comienzo a creer que estás más enamorada de él que de mí... y ni siquiera lo conociste - hice un gesto de falso disgusto.
- ¿Estás celosa de tu propio padre? - ella me miró con una ceja alzada para posteriormente soltar una carcajada.
- Bueno, considerando que mencionaste tu fanatismo por él justo después de que hicimos el amor... Supongo que sí.
- Eres una idiota - me volvió a besar, fue un beso suave. Ella sabe que nada ni nadie en el mundo podría hacerme dudar de su amor por mí.
- Lo soy, soy tu idiota - junté nuestras frentes y acaricié suavemente su cintura - Y... ¿Vas a terminar de decirme tu propuesta o...? - comencé a besar su cuello - ¿O vamos por el segundo round?
- Cierto... - cerró los ojos dejándose llevar por la sensación. Enseguida los abrió - Bueno, recientemente entré a una comunidad de fans de Stab en Reddit y conocí a un tipo que quiere hacer una recuela - acarició mi nuca con sus dedos.
- Uhmmm... ¿Bien por él?
- No, no, no me estás entendiendo, él quiere que ambos nos convirtamos en los nuevos Ghostface, que traigamos aquí a Sidney Prescott y nos deshagamos de ella para así poder convertirnos en los nuevos protagonistas.
- Ah... ¿y tú quieres eso? Digo... Asesinar personas, incluso amigos.
- Sí, pero no quiero hacerlo sin ti, quiero que te nos unas, sé que no te interesa vengar a tu padre, pero... ¿Por diversión?
- Hmmm... te estás aprovechando de quién es mi padre y asumes que yo haría lo mismo que él - entrecerré los ojos.
- No, amor, quiero que nos convirtamos en la versión moderna de Raymond Fernández y Martha Beck - me miró esperanzada y puede ver el amor en sus ojos.
- Bien, quiero oír el plan y saber quién es ese tipo al que conociste; al final todo sucedió en esta misma casa, será divertido - acepté - Pero primero pásame mis pastillas.
- Todavía sigo sin creer que mi novia es la hija del gran Stuart Macher, parece un sueño - suspiró y se estiró para tomar la caja - ¿Volvieron las alucinaciones? - noté la preocupación en su tono.
- Sí, han sido bastante frecuentes, pero está bien, por eso me quiero tomar mi medicamento para prevenirlas, aunque después de esto será mejor dejar de tomarlas - le sonreí mientras me pasaba el vaso con agua y me tragué la pastilla - Y volviendo a tu propuesta, la ventaja más grande que tenemos es que ninguno de nuestros amigos conoce dónde vivimos. Y por fin pondré en práctica mi entrenamiento en lanzamiento de cuchillos - sentí la emoción fluir por todo mi cuerpo. La besé en la línea de la mandíbula, haciéndola suspirar.
- Ahora que mencionas a nuestros amigos... ¿Recuerdas a Sam, la hermana de Tara?
- Claro amor, cómo olvidar a la persona que se hacía cargo de todos nosotros cuando éramos pequeños; ¿qué pasa con ella?, ¿nos va a ayudar con los asesinatos? Nuestra psicosis haría el combo perfecto. Y... - antes de que pudiera continuar, me interrumpe:
- No precisamente...