Capítulo 6: Adiós Hicks

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Casa Carpenter, en la tarde...

Narrador omnisciente

La cinta policial de la escena del crimen todavía cuelga en el porche. Sam lo mira. Tantos recuerdos. Tanto horror fresco. Ella tiene su teléfono en la oreja.
Tara es a quien intenta llamar.
- Se comunicó con Tara, por favor deje un mensaje. *BEEP*
Sam respira hondo y deja su mensaje:
- Hey. Sé que estás enojada. Sé que la cagué. Sé que siempre la cago. Pero no voy a dejarte esta vez. Voy a resolver esto, lo juro. Y si no quieres volver a hablarme después, lo entenderé... - es interrumpida por un taxi que se acerca a la acera. Sam se vuelve para ver a su madre Christina salir a tropezones. Borracha tejiendo por el camino de entrada y aún ni siquiera son las 4:00.
- Mamá. Jesús - Christina se endereza.
- No me juzgues. mi hija está en el hospital.
- Lo sé, yo... - Cristina tropieza y Sam se mueve para estabilizarla - Aquí, déjame ayudarte - Christina aparta su mano de un golpe. Mirando a Sam con puro odio.
- Tú le hiciste esto a ella, ¿no? Porque eres como él. Incluso cuando eras una niña podía verlo en ti... y ahora has ido y lastimado a mi niña... - Christina comienza a llorar. Sam se aleja de ella, horrorizada - ¿Por qué lastimaste a mi niña? Tú y esa estúpida de Macher, nunca me gustó que fuera amiga de Tara - Sam se da vuelta y corre subiéndose al Prius, con el motor encendido, el acelerador a fondo, arrancando.
Sam golpea el volante con los nudillos blancos mientras ella se aleja a toda velocidad. Tratando de controlar su respiración. A medio paso de un ataque de pánico.
- Entonces, ¿qué piensas, ella tiene razón? ¿Te metes en el negocio familiar? Lilith y tú harían la dupla perfecta, imagina seguir el legado Loomis-Macher - Sam mira a Billy en el espejo. Mierda.
- Realmente no estoy de humor para esto.
- Ser mi hija no tiene por qué ser algo malo, la psicosis aguda tiene sus ventajas.
- Para.
- Alguien está jugando con tu hermana. ¿Vas a dejar pasar eso? Cuando la mamá de Sidney se folló a mi papá, la diseccioné como una rana en la clase de biología.
- No soy como tú, no soy una asesina.
- ¿De qué otra manera vas a sobrevivir? ¡Acepta quién eres y salgamos, averigüemos quién está haciendo esto y cortemos algunas jodidas gargantas! - Sam gira la rueda hacia la izquierda y se estrella contra un poste de teléfono. No va tan rápido, pero la bolsa de aire explota. El impacto la tira hacia atrás en su asiento y el polvo se aclara. Sam tose, se frota el pecho y luego se mira al espejo. Billy no se ve por ningún lado.

Cocina de los Hicks, por la tarde...

El sol, todavía a media hora de ponerse. Judy bebe una copa de vino mientras habla por teléfono. Ya no usa uniforme, trae pantalones de yoga y una sudadera cómoda. A gusto.
- Y soja extra. Gracias. Estaré allí en diez minutos - dice Judy y un timbre precede a la voz de una mujer desde un panel ADT cercano: 
«SISTEMA DE SEGURIDAD EN EL HOGAR: Fallo, puerta principal...».
- Oye, tigre - ella se dirige a la sala de estar para encontrar a Wes sudoroso y sin aliento, recién terminando de entrenar.
- Hola, mamá.
- ¿Estás tomando medidas de seguridad? - Wes saca una lata de gas pimienta y un Taser.
- Hasta el punto de que todos mis amigos se burlan de mí, sí. ¿Que hay para cenar?
- Sushi. Iba a ir a recogerlo.
- ¿No quieres enviarlo a Postmates?
- Siempre está suave cuando llega aquí, sé cuánto odias eso. Ve a darte una ducha, volveré pronto. Y recuerda: 7-2-5-8.
- 7-2-5-8 - ella lo besa en la mejilla. Finge estar avergonzado, pero se aleja sonriendo. Judy sale por la puerta principal.

Minutos más tarde...

Wes se desnuda y abre la ducha. Pone su teléfono celular junto al fregadero. Entra y cierra la puerta corrediza.
Judy sale del camino de entrada a su restaurante residencial. Nada se siente siniestro. Todavía hay luz afuera.
Judy mira a todos los que hay en las calles y aceras. Todo el mundo es un sospechoso potencial. Nuevas camionetas, equipos de cámara y reporteros atraen a los espectadores. Woodsboro vuelve a ser el centro de atención. Su teléfono suena. Ella no reconoce el número en la pantalla. Contesta de todos modos a través del sistema de Bluetooth de su coche. 
- Sheriff Hicks.
- Hola, alguacil Judy - es Lilith con el cambiador de voz, pues en ese momento dijo a los demás que iría al baño. Judy se pone tensa.
- ¿Quién es?
- Creo que usted sabe. Soy fan de las películas de miedo y cuchillos. ¿Cuál es tu película de miedo favorita?
- Prefiero las películas animadas y los musicales. ¿Por qué estás haciendo esto? - toma su teléfono y comienza a enviar mensajes de texto a su ayudante:
Asesino en línea, necesito rastreo.
- Te lo contaré todo. Llamo para entregarme.
- Creo que es una gran idea.
- Nos sentaremos en la estación y te hablaré de las dos personas que he matado - Judy frunce el ceño ante esto.
- Solo has matado a una persona.
- Pero para cuando te vea, habré destripado a tu bebé - Judy hace un giro en U chirriante en el tráfico y enciende sus sirenas. Termina la llamada y marca a Wes, avanzando a toda velocidad hacia la casa.

We Haunt you in the Dark | Amber Freeman Donde viven las historias. Descúbrelo ahora