Suerte de Novato

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Le dolía todo el cuerpo, anoche en una de sus "escapadas" secretas se encontró con un grupo bastante grande de pandilleros en su mayoría armados con palos y palancas, decir que se llevó un par de golpes seria quedarse corto.

Aun así, aquí lo tenían levantando una caja llena de hoyas arruinadas por el óxido de años, el jefe deberia invertir un poco más en la indumentaria del local si tomaban en cuanta lo que se ahorraba en su cheque, apenas y podía pagar la renta con la miseria que recibía como paga.

"¿Necesitas ayuda con eso?" Uno de los empleados le ofreció mientras recogía un par de platos del almacén.

Jaune lo miro solo para negar con la cabeza.

"Por el bien de mi ego declinare tu oferta" Si tenia que pedir ayuda para esto lloraría de frustración.

"Como quieras, cuando acabes con eso ven a la cocina" El otro chico acepto la respuesta "Hay ordenes que necesitan ser servidas" Una sonrisa cínica fue lo último que le dedico.

El rubio vio con cansancio los gestos del empleado, a veces sentía que él era la burla del lugar, tomo la caja y retomo su tarea, camino por los pasillos hasta que llego al destartalado mostrador donde la autonombrada segunda al mando lavaba una pila anormalmente grande de platos sucios.

"Aquí están las hoyas que pediste" Llamo su atención para terminar de una vez por todas con esto.

La mujer anciana volteo ligeramente la cabeza dedicándole una mirada divertida.

"Tardaste" Se encogió de hombros ante la acusación.

"No quiero hablar de eso" Por el bien de su dignidad mantendría la boca cerrada.

Ella simplemente se rio mientras volvía a terminar lo que estaba haciendo, el rubio tomo eso como una señal para irse que no ignoraría, corrió hasta toparse de frente con la gran puerta de metal que conducía a la cocina del lugar.

Puso su mano sobre la manija antes de retroceder adolorido por el golpe que recibió en la nariz momentos después, la puerta se abrió sin previo aviso conectándole un ataque poco honorable.

"Ya era hora" Una mujer le dijo con clara impaciencia

Antes de que pudiera dar una excusa una bandeja le fue colocada con rudeza sobre los brazos, una cantidad considerable de platos descansaban sobre la misma listos para ser llevados a sus respectivas mesas.

"El menú familiar es para la mesa cinco, la sopa de champiñones para la nueve y el pudin para la uno" La rapidez con la que hablo le parecía aterradora.

Jaune parpadeo algo confundido, tenía que agradecer haber crecido rodeado de siete hermanas, en su casa pocas veces podía estar tranquilo por lo que a pesar de no poder seguirle el ritmo por completo a las palabras de la mujer al menos podía hacerse una idea.

"¿Lo tienes?" Pregunto sacándolo de sus pensamientos.

"Si dijera que no te molestarías en repetirlo" Deberia pensar bien las cosas antes de abrir la boca.

Recibió una mirada irritada por parte de la chica que se volvió hacia la cocina.

"No"

Azoto la puerta en su cara dejándolo con las ganas de responder.

"Fue mi culpa por preguntar"

Dejando eso de lado tomo la bandeja con más firmeza y se dedico a cumplir con la tarea asignada, ser mesero podía sonar como un suicidio para alguien tan torpe socialmente como el, pero de cierta forma le resultaba reconfortante, ayudaba saber que las personas que atendía no tenían ningún interés real en él.

Jaune Arc: The Hunst-manDonde viven las historias. Descúbrelo ahora