Capitulo 3

158 12 2
                                    

Despertó en un sitio poco iluminado, sentado contra la pared y esposado con las mismas esposas con las que esposo a un traficante de armas meses atrás.
Cuando se acostumbró a la poca iluminación vio la figura del hombre que le había llevado hasta ahí, era una sombra, a medida que se iba acercando pudo apreciarse más la apariencia;
El hombre tenía unos guantes, un pasamontañas y un traje con chaleco antibalas.

—Seas quien seas como salga de aquí y te atrape te voy a puto meter en la cárcel por secuestro—bufo conway mientras se removía ya que las esposas le apretaban las muñecas.
—Te he salvado la vida, podrían haberte matado, eras el objetivo—respondió el enmascarado ajustandose los guantes mientras se acercaba lentamente.
—¿Por qué tú no has intentado matarme?¿Acaso te gusto?—rio conway con sarcasmo, aunque por dentro estaba nervioso y enfadado.
El enmascarado sin mediar palabra llegó hasta conway amenazando con la propia mirada y se agachó para estar a su altura ya que estaba sentado.
—Porque no tengo razones para hacerlo—Contestó el de la mascara con un suspiro largo y duradero—Voy a dejarte libre.
—Aún así te encerrare como te vea—gruño conway manteniendo contacto visual
—Eso da igual—Dijo el enmascarado levantandose con poca gana.
Intentó levantar a conway pero el recién mencionado se resistía como si todo dependiese de eso. El hombre del pasamontañas empezó a hartarse por lo que siemplemente fulmino al superintendente con la mirada.

—Quita tus putas manos de encima—Gruño conway
Finalmente el enmascarado le dio un golpe en la cabeza dejandole inconsciente.











Conway despertó lentamente mientras el sol chocaba contra su piel, concretamente en sus ojos haciendo que  los cerrará bruscamente, se puso ambas manos sobre los ojos para que el sol le dejase de molestar con su brillante y prominente luz.
Se arrastró hacia la sombra evitando el contacto con el sol y entonces abrió completamente los ojos mirando al rededor, tratando de descubrir cual era el sitio misterioso en el que se encontraba en ese instante.
Entonces se dio cuenta de que estaba en un callejón; Había contenedores de basura, ropa sucia y mal oliente y comida desperdiciada por el suelo.
Mirando hacia arriba se dio cuenta de que habían ventanas que indicaban que había gente viviendo en aquel horroroso y mugriento lugar.
Se intentó levantar pero falló al notar un dolor en su pierna que iba aumentando cada segundo que pasaba. Dirigió su mirada hacia su pierna y se dio cuenta de que tenía un vendaje, un poco manchado de sangre que cubría la parte del disparo que se encontraba en la zona afectada.
Supuso que lo puso aquel extravagante enmascarado que lo rescató del tiroteo que se produjo en el taller.
Dubitativo empezó a pensar de quien se podría tratar, pero entonces se acordó de que tenía que pedir ayuda, así que sin pensar más buscó su radio que, sorprendentemente seguía ahí y empezó a comunicarse con su malla a través de este.
—Aquí el superintendente Conway, solicito ayuda inmediata, se originó un tiroteo en el taller y fui "secuestrado" por un enmascarado que supuestamente intentaba ayudarme, ahora mando mi 10-20—Habló conway haciendo lo recién dicho.
Rápidamente Ivanov Habló por la radio preguntando si estaba bien, a lo que conway le respondio con un cortante "10-4".
Pasaron unos minutos y un coche patrulla apareció por la calle en la que conway estaba esperando, en el coche se encontraba volkov, quien miraba a conway con una cara de preocupación, sus ojos lo expresaban todo.
—Conway, tienes que contarme lo que ha pasado con más detalle, desapareciste un bien tiempo
—Lo se, pero primero llevame al hospital para que me miren la pierna—dijo conway subiéndose al coche mientras ponía una mueca de dolor. Volkov intentó ayudarlo pero conway rechazó su ayuda y se subió solo.

Tras otros cuantos minutos ambos estaban entrando al hospital y enseguida un médico especializado en estas situaciones atendió a conway eficazmente.




------------------------------------------------------------





En cuanto dejó a Conway tirado en un callejon cualquiera el hombre de la máscara cogió su coche alejándose de aquellas memorias que quedaron encerradas en ese lugar remoto que eligió para dejar al superintendente.
Cuando llegó a su casa cerró la puerta con llave, bajo las persianas y encendió una sola luz; la del baño.
Se miró en el espejo unos cuantos segundos.
Se quitó la mascara y tras ella la identidad fue revelada; armando era quien se escondía tras ella.
Cerró los ojos bruscamente elevando su cabeza hacia arriba mientras suspiraba. Estaba cansado y harto de ocultar sus sentimientos a través de actos y no de palabras.
Se sentó en el sofa y encendió la televisión para ver las noticias. En seguida apareció la noticia que anunciaba la reaparición del superintendente conway.
Armando apagó la televisión de inmediato y tiró el mando al suelo.

¿Que hago ahora? Pensó desesperado viendo una foto en el móvil que le tomó a conway cuando este estaba frente a la comisaría semanas atrás.

Exacto.

Armando le hizo una foto desprevenido. El superintendente ni siquiera se dio cuenta.

Parecía un maldito acosador.

¿Pero que más podía hacer para calmar sus ganas?

ArmanwayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora