Capitulo 2

221 17 2
                                    

Hacia unos días que conway no se pasaba por el taller. De eso se alerto Armando, que estaba apoyado en la pared, viendo coches entrar con la esperanza de que el coche del superintendente fuera el siguiente.
Desde hace unos días, Armando no podía quitarse de en mente a conway, no sabía la razón, pero por eso le costaba pensar con claridad.

Cuando quería trabajar una imagen de conway venía a su cabeza y lo desconcentraba.
Cuando iba a dormir, al cerrar los ojos se le venía la imagen de conway a su cabeza.
Cuando despertaba se le venía una imagen de conway a la cabeza.
Cada hora, cada día
Desde que le lo vio hace 1 mes multando a un joven por aparcar mal el coche
No ha podido quitarse de la cabeza la figura del policía.
No sabía por qke ni como, no sabía sabía era obsesión o amor.
No sabía nada
La bocina de un coche policial le sacó de sus pensamientos.
Levantó la mirada y se fijo en la matricula del coche que lentamente entraba al taller, el conductor aparco con cautela
El coche estaba demasiado roto, una de las ruedas estaba un poco pinchada y la parte de atrás estaba abollado
Al mecánico se le alumbraron los ojos cuando vio la matricula, un poco manchada, que ponía god

Del coche salió conway, no venía acompañado
Armando se acerco de inmediato.
—Saludos, que ha pasado esta vez?—dijo mirando el coche
—persecución de 37 minutos, me he chocado bastante, el ladrón se metia por callejones estrechos, el iba en moto—
—Se te ve cansado, una persecución tan duradera tiene sus defectos—contesto, con una sonrisa reluciente, no muy típica del mecánico
—Inperfecciones de la vida que te afectan mentalmente—gruño conway con los ojos medio cerrados
—si quieres ve a mi despacho mientras reparo tu coche, hay un sofá, podrás descansar—ofreció Armando, mirando fijamente al superintendente, como si de una obsesión se tratase, deseando que esas gafas que se interponía en el camino de los luminosos ojos escondidos tras ellas se dejarán en un lugar apartado, para dar paso a esas orbes que nunca había visto
—No hace falta, no tengo qie descansar, siempre hay que estar alerta—dijo para bostezar inconscientemente
—no te lo niego pero un descanso viene bien tanto mental coml fisicamente—rio Armando

Disparos.

Fuera del taller había un tiroteo.

La gente que estaba en el taller salió corriendo fuera, pero sin ser disparados o amenazados, algo que le pareció Extravagante al superintendente

Saco la pistola de su pistolera y se acerco a la puerta del taller, apoyándose en la pared esperando que los disparos que resonaban en todo el vecindario disminuyeron. Pidio refuerzos por la radio
Cuando el ambiente era tranquilo, con perseverancia paso por la puerta apuntando a todos los sitios dentro de su visión, de escondió tras una caja y escucho un disparo detrás, se asomo y un enmascarado que estaba detras de un coche le disparo en la pierna haciendo que cayera al suelo agonizando de dolor.
La pistola fue bruscamente tirada al suelo, deslizándose hasta un lugar fuera del alcance del superintendente. No
tenía armamento útil que usar para este tipo de situaciones, intento esconderse, pero la caja era muy pequeña y se le veía algunas partes del cuerpo.

Estaba desangrandose, le habían dado en una mala zona de la pierna.

Sin previo aviso un enmascarado salió de quien sabe donde, el superintendente estaba prestando atención a su pierna.
Empezó a disparar, cogiendo al superintendente del brazo, llevándolo a un coche que estaba reparandose.
Conway se quejo del dolor de su pierna, no le dio tiempo a defenderse pero cuando we dio cuenta estaba en el asiento del copiloto, al lado, el enmascarado.
Intento salir del coche pero había mucho movimiento, ya había arrancado.
Empezó a ver nublado, la sangre machaba toda su pierna, el dolor de repente desapareció.
Noto al enmascarado tocarle el hombro pero no sirvió de nada, se había desmayado.















Despertó en un sitio poco iluminado, sentado contra la pared y esposado con las mismas esposas con las que esposo a un traficante de armas
Cuando se acostumbro a la poca iluminación vio la figura del hombre qke le había llevado hasta ahí, era una sombra, a medida que se iba acercando pudo apreciarse más la apariencia.

ArmanwayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora