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Era un día lluvioso, se podía oír las fuerte brisa ocasionado que Carolina sienta frío y no quiera levantarse, pero había dormido gran parte del día, aprovechando que no había asistido al instituto por quedarse dormida.
El cansancio predominaba su cuerpo, sentía su garganta seca, su pelo revuelto y el hambre se hacía presente. Con un suspiro se levanto de su cómoda cama buscando con la mirada su celular, fijándose la hora que marcaba
18:50
¿Tanto había dormido? Se le había ido la noción del tiempo, solo recordaba que su madre la había despertado para comer pero se negó y volvió a dormir, quizás no dormir bien por terminar algunos trabajos que le habían dado en el instituto le tomaron factura, pero después de dormir bastantes horas, todavía se sentía cansada.
Abrió la puerta de su cuarto mientras intentaba peinar su desordenado cabello rubio teñido, mirando su móvil revisando notificación o mensajes de sus amigas preguntando por qué no había asistido; comenzó a responder los mensajes, tratando de no caer por las escaleras. Sin prestar mucha atención de su alrededor se dirigió a la cocina donde comenzó a prepararse un sandwich tarareando una melodía de una canción que escuchaba a menudo y se repetia en su mente como disco rayado.
Busco un vaso y el jugo de naranja que tanto le gustaba, sirvió todo con pereza, agarro su sandwich y bebida.
Comenzando a dirigirse a la sala donde podría ver algún programa o dibujo animado que la entretenga pero se quedó parada y quieta la ver a su hermano, que por un momento olvidó que tenía y que este llegaba del instituto a las 18:00; Suspiro al ver que había una nueva presencia. No le sorprendía ya que su hermano tenia la mala o buena costumbre no lo sé (Ella hacía lo mismo), de traer amigos sin avisarle a nadie más que a su madre, por esa razón no era nuevo ver a un chico o más, sentados en el sofá de la sala, lo que si era nuevo era el chico de pelo negro que llevaba un gorrito puesto y que no dejaba de mirarla.
Siempre se cruzaba con los amigos de su hermano que para decir verdad, pensaba que no tenían casa por que siempre los veía en su casa. Estaba acostumbrada a ver a los mismo 3 chicos de siempre, un pelinegro (algo insoportable), un castaño de ojos verdes (ese si era agradable) y un chico de lentes.
— Hola - saludo su hermano tratando de no reír al ver a su hermana recién levantada. — Pensé que ibas a seguir durmiendo por eso no hicimos mucho ruido... el es quackity no se llama así pero le decimos así, en realidad se llama alex , es nuevo, bueno no nuevo... es decir es nuevo en el colegio pero yo lo conozco de antes. - explicó siendo observado por esos ojos penetrantes de su hermana menor que lo hacían poner nervioso. — Alex el- ella! Es Carolina mi hermana menor - se interrumpió y corrigió el mismo.
