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Spreen:
Ordenado y paciente, dos palabras que lo distiguirian a la perfección, sería un padre que le tuviera bastante paciencia a su hijo aunque sería algo firme en ocasiones, desde que se entero que sería padre cuido a su pequeño niño con ayuda de su pareja, en un ambiente agradable y con amor. tuvo que adaptar sus horarios con los stream.
Algo que habian estado de acuerdo ambos era que no iban mostrar el rostro de su hijo, ya sea por seguridad como por comodidad.
— Veni Mateo. - hablo en un tono suave viendo como su hijo rápidamente le hacía caso. — Vamos a salir, así que tenes que abrigarte. - le dijo poniéndole una campera roja para el frío que últimamente hacía en Argentina.
— Y ¿mamá? - pregunto el pequeño niño mientras se dejaba acomodar la ropa.
— La vamos a cruzar allá - le comunico, colocándole una bufanda al nene. — ¿Te lavaste los dientes? - pregunto levantándose buscando su abrigo.
— Si si si - dijo rápidamente caminando hacia la entrada del departamento.
— ¿fuiste al baño? - pregunto viendo de reojo como el niño corría rápidamente hacia el baño. Sonrió por la ternura que le causó su pequeño hijo. — Si no te apuras me voy a ir.
— Ya voy! - grito mateo el niño desde adentro del baño. — ya voy, no te vayas! - volvió a gritar ocasionado una risita del pelinegro. Pasaron unos pocos minutos y el niño salió parándose enfrente de su papá quien estaba mandandole mensaje a su pareja de que ya en unos mínutos estarían ahí. — Ya toy - dijo en un susurro esperando la atención del pelinegro.
— ¿Te lavaste las manos? - pregunto recibiendo un "Uy", vio como el niño volvía a correr hacia al baño pero a los segundos volvía a salir de este buscando una silla. — ¿Y tu banquito?
— Mamá lo saco. - fue lo único que dijo llevándose la silla al baño.
— ¿Por qué lo saco? - pregunto caminando hacia al baño — Levántate las mangas mateo. - lo regaño acercándose a su hijo ayudándolo a subir las mangas de la campera para que no se moje la ropa.
— No se, creo... creo que porque si - no supo explicar lavando sus manos asi nomas. — Ya esta.
— Lávate las manos bien. - dijo siendo obedecido rápidamente, a los segundos tenía su hijo con las manos bien lavadas bajándose de la silla y volviéndola a llevar donde la encontró. — bueno vamos que tu mamá nos esta esperando.
— Vamos - extendió su manito siendo recibida por su padre pero a los segundos las separo. — 'Pera - hablo corriendo nuevamente hacia el sillón donde se encontraba uno de sus autitos.
— ¿Listo? - pregunto recibiendo un movimiento de cabeza de parte del infante.
A los minutos se encontraban ambos chicos adentrándose al restaurante, visualizando a la muchacha que rápidamente sonrió al verlos.
