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¿Alguna vez han dudado de su sexualidad? Yo creo que la mayoría de personas pasaron por eso, pero dudar de tu sexualidad cuando ya sabia tu preferencia desde que eras chico puede que sea difícil de afrontar, se genera todo un conflicto de saber si esos sentimientos son pasajeros, confusión o esta equivocado además de que se le agrega la frustración e impotencia de no saber como afrontar aquello.
Tomas era una persona abiertamente gay, sabía sus preferencias y gustos o eso pensó hasta que conoció a Lucía, una chica extrovertida y cariñosa que logró llegar a su corazón causando confusión en él y quedandose en la mente del argentino. Dudaba de sus sentimientos, es decir, nunca le llamo la atención las mujeres eran lindas pero no le atraían o eso era antes de que llegue a su vida Lucía. El sentimiento ya de por sí era raro por que no se consideraba bisexual pero era aquella chica que lo hacía pensar en eso y se negaba a aceptar sus sentimientos por una mujer, eso podía terminar muy bien o muy mal, y siendo sinceros se iba más por la segunda opción.
Entro en crisis aquel día donde se beso con la chica quien le trataba de explicar que estaba bien enamorse de una chica o un chico, que daba igual mientra haya amor eso era lo de menos pero Tomas se sentía tan perdido y a la vez nervioso como también más confundido que antes, que no quiso escuchar nada de lo que la mujer le decía y se fue del departamento de su amiga, dejando una muchacha triste y arrepentida.
Eso había pasado hace varias Semanas dónde el chico trato con todo para poder olvidar aquellos sentimientos pero solo consiguió sentirse un tonto por la poca madures que tuvo aquel día y Se sintió mal por algunas noches donde sobre pensó las cosas, sintiéndose aún más culpable al darse cuenta que la chica solo intentaba ayudarlo.
Un suspiro salió de sus labios levantándose de su cama buscando el celular que suponía estaba en la mesita de noche. Lo encendió, cerrando los ojos rápidamente por la repentina luz proveniente del aparato entre sus manos provocando cegarlo por pocos segundos, con algo de enojo bajo el brillo rápidamente y se consentro en buscar el número de Lucía, encontrandolo en pocos minutos; miró la hora que indicaba que eran las 3 de la mañana. Con una sensación indecisa apretó el botón para darle inicio a la llamada, dudando de que la chica estuviera despedirta a esas horas de la madrugada pero valía la pena intentarlo. El ruido que indicaban que la llamada seguía en curso lo desesperaba y el impulso de cortar la llamada se estaba haciendo presente pero por otra parte el querer escuchar la voz de la muchacha lo incitaba a seguir adelante con lo que hacia.
— ¿Hola? - se es escuchó una voz algo baja.
— Hola luci... Eh quería ver si... - se quedo callado pensando bien en lo que iba a decir, un suspiro para calmarse y poder hablar bien se logró escuchar. — Quería saber si puedo ir a tu departamento, para hablar y eso.
