(...)Los estudiantes probablemente odien ir a la escuela y los maestros odian las juntas técnicas de evaluación.
Su nombre decía evaluación, pero de eso no tenía nada, era una reunión más en dónde los directivos se la pasaban criticando a los profesores por más que se esforzaran.
Aunque ya estaba acostumbrada. era un fastidio escuchar al director hablando en su mayoría chismes, la pesadez que sentía sobre sus párpados era demasiada pero no era la única, todos los demás profesores se encontraban igual.
El único que no mostraba gesto alguno era el profesor Matías, sólo escuchaba atentamente y en un momento las miradas de ambos se cruzaron, desvió la mirada con nerviosismo y él le sonrió.
Era martes, tenía solo dos días antes de la boda, pronto la junta terminó, como de costumbre recogió sus cosas y se dirigió a el estacionamiento, esa tarde llevaba más cosas de las que normalmente llevaba, tenía que calificar exámenes.
—Profesora Lara—, reconoció aquella tranquila voz, al dar la vuelta si estaba en lo correcto.
—Profesor ¿Cómo le va? —, respondió con suma extrañeza.
—La verdad es que todo muy bien, escuché que su hermano se casará, por favor dele mis felicitaciones, hace muchos años que no lo veo, tal vez él no me recuerde.
El hecho de que el profesor Matías supiera sobre su hermano despertó su curiosidad.
—¿Conoce a mi hermano? —, por supuesto le resultaba increíble pensar que podía conocer a Daniel.
—Durante la universidad, le di clases dos años durante la escuela preparatoria—, respondió con aquella serena voz.
—Entiendo, no me imaginaba que lo conociera.
—Él hablaba mucho sobre usted, es bueno que tengan una buena relación, su hermano la admira mucho.
—Usted sabía que éramos hermanos entonces.
—Si así es, pero creí qué tal vez sería incómodo hablar de eso, es por esa razón que no se lo dije antes, recientemente me enteré de que se casaría.
—Si, a mí también me tomó por sorpresa—, ambos sonrieron nerviosos.
—Felicítelo en mi nombre por favor y dígale que deseo de corazón que tenga una muy buena vida feliz en su matrimonio.
—Claro, yo le haré llegar el mensaje, estará contento de saber sobre usted.
Aquel hombre le sonrió, talló la punta de su nariz, parecía estar divagando sobre decir o no decir algo.
—Lara—, habló de nuevo con ese tono de voz tan significativo y distintivo de él, —De casualidad ¿Tiene alguna relación?
—¿Relación?
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La teoría de todo lo que somos
Любовные романыUna boda ¡lo único que faltaba! Se trataba de su hermano menor y ella ya sabía que su madre no la dejaría en paz con el tema del porqué ella no se había casado. Recibiendo comparaciones desde siempre y empezando con el hombre que fue su vecino hace...