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(...)


La ceremonia acabó con una que otra anécdota, Luciana la mejor amiga de Daniel había atrapado el ramo y de inmediato lo soltó, había sido una situación llena de humor, su acompañante también estaba algo perplejo, pero se veía que tomó la situación de buena manera.

Fue extraño volver a casa viendo la habitación vacía de su hermano, recordó todos esos momentos, al final solo sonrió de que su hermano haya podido encontrar a su persona especial.

La fiesta dio por terminada casi las 2:30 am y sí, había pasado casi media fiesta huyendo de Eleazar, tal vez para él no había cambiado nada, pero para ella ya nada era igual e incluso su amistad.

Gracias al alcohol no tuvo que escuchar a su mamá hablando de ella de nuevo, probablemente las copas de más en su mamá lograron apaciguar esa necesidad que tenía por hacerla sentir mal.

Luego de tomar un baño y cambiarse, ya estaba dispuesta a dormir, de la sala se escuchaban voces muy alegres y esa conocida voz.

Escuchó cómo subían las escaleras y estaba claro que iban a buscarla.

—Lara, Eleazar va a quedarse, ven a hablar con él.

—¿Cómo?

—Pues no tiene en donde quedarse y se quedará con nosotros, baja un rato—, eso de "no tiene donde quedarse", era una vil mentira.

—En realidad yo estaba a punto de irme a dormir—. Recargó su cuerpo en el marco de su puerta.

—No seas desconsiderada, tú mejor amigo está aquí.

—Mamá ¿no puedo hablar mañana con él? Ya es muy tarde, de verdad estoy muy cansada.

—Es difícil lidiar contigo, tu hermano nunca se quejaba, pero claro aun con tu edad no eres más que una niña inmadura—, se retiró dejándola sin que ella pudiera responder.

Le dolía aquella actitud, pero era algo de lo cual se tenía que acostumbrar, no estaba de buen ánimo, cerró la puerta olvidando la petición de su madre.

Es cierto que él había vuelto pero las cosas eran muy diferentes y ella tenía cosas de que ocuparse y otras con las que no lidiar.

Había pasado ya el tiempo y no podía conciliar, recostada en la cama, su celular timbró por aquel sonido de mensaje.

<¿Ya duermes o sigues despierta?> Sonrió ante aquel mensaje.

<Sigo despierta,

la fiesta terminó

muy tarde>

<¿Ya dormirás?>

<Aún no puedo dormir>

<Quisiera verte

¿Qué te parece

una videollamada?>

La teoría de todo lo que somosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora