Capítulo 11 Hakudoshi el alquimista de la muerte

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+La siguiente historia será basada en acontecimientos de la segunda guerra mundial, puede que esos cambien conforme el escrito para darle sentido a esta.

+Los personajes no son de mi propiedad, le perteneces a Rumiko Takahashi

+El lenguaje es fuerte, así como las escenas, se recomienda discreción.

+Alto contenido de VIOLENCIA + YAOI

+Si eres sensible, favor de abstenerte a leer el fiC, si decides hacerlo eres bienvenido a esta lectura

+Imagen usada para apoyo visual.

+Respeta el trabajo de los demás.

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Capítulo 11

Hakudoshi el alquimista de la muerte

Mira las rosas respirando en la lluvia, tratando de crecer y llegar a la luz, hacia el más allá, al cielo llegaran. Aprovechare, para tomar aquellas rosas, y con mis alas volaremos, como un ángel caído que vino del cielo, ven y desciende hasta donde estoy, en esta noche estrellada donde radica la oscuridad y en la eternidad, serás una diosa, nosotros volaremos, en aquella inmensidad.

Aún seguían mirándose con aquella intensidad, los ojos dorados viajaron lentamente por aquel rostro herido, fijándose en cada facción, cada pequeño detalle, desde aquellas hermosas pestañas que hacían resaltar sus hermosos ojos azules, contrastando a la perfección con aquella piel de porcelana, esas mejillas encendidas, esa pequeña boca de color cereza.

Sin pensarlo mucho elevo lentamente su mano, llevándola hasta su rizado cabello negro, lentamente enredo el índice y el medio corazón en ellos, aunque no podía sentir la textura por los guantes, suponía que cada fibra tenia aquella sedosidad.

No había palabra alguna, ni sonidos alrededor, solo sensaciones de ímpetu que poco a poco se iban intensificando. Kagome no sabía qué hacer, estaba confundida y temerosa, aquel nerviosísimo se fue disipando con forme pasaban los minutos, podría decirse que se sentía sumamente tranquila en compañía del comandante, pero el ver los escudos, la esvástica que resaltaba su nación y aún más a quien pertenecía, la obligaban a regresar a aquella realidad de la que era víctima. Llevo sus ojos al suelo, aun con el pañuelo cubriendo sus labios lastimados.

El frio de la habitación comenzaba a sentirse cada vez más, la nieve caía como pequeñas bolas de algodón a través de la ventana, golpeando de vez en cuando el vidrio que poco a poco se iba empañando, Sesshomaru ladeo un poco su rostro, no supo por qué, el ver a aquella persona tan frágil, encendía en él, algo que pensó había muerto. La sola presencia le provocaba revivir cosas de sus vidas pasadas. Se acercó lentamente, colocando su boca en el otro extremo del pañuelo, los ojos de la joven judía se agrandaron enormemente, no era un contacto como tal, pero el calor de ambos se podía sentir a través de las fibras de seda.

— Aun tienes trabajo que hacer — susurro aun en aquella posición, separándose al final.

— Si — un enorme miedo se apoderaba de su ser, no había sentido aquellas descargas eléctricas que causaba el estar cerca del peligro.

— No te tardes, mis invitados esperan — comenzó a caminar con elegancia, saliendo de la cocina.

Observo fijamente la puerta, percatándose de que no volviera ni él, ni el anterior soldado, reacciono después de unos minutos, poniéndose de pie para ir por Shippo. Este apenas y podía moverse, se quejó entre sueños abriendo esos hermosos ojos esmeralda después de unos minutos.

VOXIFERA (Sesskag)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora