La segunda guerra mundial fue escenario de miles de actos inhumanos y mortales. Los judíos luchaban por sobrevivir, mientras que los alemanes luchaban por eliminarlos, no obstante, hubo infinidad de historias; tanto buenas como malas, esta es una de...
+La siguiente historia será basada en acontecimientos de la segunda guerra mundial, puede que esos cambien conforme el escrito para darle sentido a esta.
+Los personajes no son de mi propiedad, le perteneces a Rumiko Takahashi
+El lenguaje es fuerte, así como las escenas, se recomienda discreción.
+Alto contenido de VIOLENCIA
+Si eres sensible, favor de abstenerte a leer el fiC, si decides hacerlo eres bienvenido a esta lectura
+Imagen usada para apoyo visual.
+Respeta el trabajo de los demás.
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Capítulo 16
En el silencio de la noche, la música llora.
Algún día la luz del amor brillará en tus ojos "trascenderá el tiempo" y sin duda destruirá el sueño de este mundo extinguiéndose, ¿Qué es lo que deseas? ¿existe un efímero futuro en el lugar? ¿Dónde se encuentran tus codiciados deseos?
Lentamente se fue levantando del suelo, su rostro miro hacia la ventana, aquellos árboles que lentamente comenzaban a tener aquel follaje de ese verde colorido, contrastaba con su melancolía, recordando por unos momentos aquella pequeña ave que miro uno de aquellos días en que iba por sus hermanos a la escuela. Su cuerpo mal trecho y adolorido apenas y podía responderle, trato de sollozar, mas nada salió. Apretó la boca al sentir como los fluidos comenzaban a resbalar por la comisura de su boca.
¿Cuánto más?
Estiro el brazo, alcanzando el escritorio, escuchando nuevamente el sonido de las cadenas; su cuerpo se petrifico de tal manera que no pudo moverse. El miedo le recorrió rápidamente, causando un malestar que viajaba desde su estómago, hasta su cabeza, se estaba mareando.
Cerro los ojos, respirando profundamente, solo para impulsarse con todas sus fuerzas, y ponerse de pie. Su cuerpo dolió con tal magnitud que un grito ahogado salió desde su garganta.
Al ponerse de pie, observo la habitación, solo para encontrarse la tela de su uniforme destrozada en el piso.
Preguntándose ¿en cómo salir del despacho de Sesshomaru, con la desnudez a la vista de quien se encontrará en los alrededores?, recordando que, aquello tampoco era importante en ese lugar, los judíos eran catalogados como lo más bajo, inclusive, su valor como persona era un total cero.
Sonrió amargamente entre la soledad, la realidad y el dolor de todo aquello.
¿Cuándo terminaría?
Como pudo, aun pese al desgaste físico y mental, comenzó a limpiar la oficina, recogiendo aquellos retazos de tela, uno a uno. Así era como se sentía todo el tiempo, en pedazos que no se podían unir.
