VOXIFERA (Sesskag)

Capítulo 3 Melodía fragmentada

+La siguiente historia será basada en acontecimientos de la segunda guerra mundial, puede que esos cambien conforme el escrito para darle sentido a esta.

+Los personajes no son de mi propiedad, le perteneces a Rumiko Takahashi

+El lenguaje es fuerte, así como las escenas, se recomienda discreción.

+Alto contenido de VIOLENCIA + YAOI

+Si eres sensible, favor de abstenerte a leer el fiC, si decides hacerlo eres bienvenido a esta lectura

+Imagen usada para apoyo visual.

+Respeta el trabajo de los demás.

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Capítulo 3

Melodía fragmentada

Estamos rodeados por una sinfonía, una colorida sinfonía ahí notas que no hubiera podido alcanzar, aprendí que no puedo hacer todo solo, llorando y riendo cantare DO, RE, MI, FA, SOL, es una sinfonía que resuena en mis emociones.

Habían pasado ya un tiempo desde que Kagome había vuelto de Berlín, las cosas en su casa habían cambiado solo un poco, le sirvió para madurar, ver las cosas diferentes, apreciar cada instante, disfrutar de la vida.

Sentada en una banca, respirando el aire fresco desde el balcón de su casa, movía con intensidad un lápiz de grafito de color amarillo, el cual, no había tocado en mucho tiempo, sus manos se movían de un lado a otro, terminando, aquellos ojos tan dorados como el sol y tan profundos como la inmensidad.

Aquel chico que una vez miro, con el cual interactuó, cada facción, cada detalle, estaba en su mente y ahora estaba plasmado en su lienzo, nunca podría olvidar sus cabellos plateados ondeando con el viento frio de otoño, un suspiro salió de lo más profundo de su ser.

Aquel bosquejo era un secreto solo para ella, así como lo que hizo los siguientes días, después de ese mágico encuentro, jamás volvió a encontrarse con él.

Miro el cielo, imaginado una vez más ese baile, esas miradas, esa tenue y sutil sonrisa, tan seductora que le provocaba mil sensaciones, una de ellas era sonrojo, desde ese día no había podido sacárselo de la mente. Tanto era su admiración, que todos sus cuadernos eran de este extraño y atractivo hombre.

Sonrió para sí misma cerrando los ojos, ¿algún día podrían encontrarse?, era lo que pedía cada día.

Dejo de soñar, después de que unas vocecillas la sacaran de sus pensamientos, recargándose en la orilla del balcón, observo como su hermana menor Rin, llegaba un poco apurada y un tanto molesta, levanto una ceja mirando hacia atrás de la infante, percatándose de una niña, de la misma edad que la castaña, los jalones se volvieron parte del escenario, pero la cara de molestia de la primera era notoria, miro como es que esta se giraba, gritándole algo inentendible a su amiga.

Esta solo se quedaba en shock, Kagome solo alcanzo a oír la frase "eres una infantil", parpadeo un par de veces cuando el azote en la puerta se escuchó desde la planta baja.

Separándose de donde estaba, se dirigió a la mesa, tomando la taza que tenía a un lado, bebió el contenido de esta, que para ese entonces ya estaba frio.

Sin tiempo que perder entro a la casa, no sin antes guardar su cuaderno de pintura en su habitación, camino sigilosamente por el pasillo, encontrándose con su pequeña hermana, se recargo solo un momento en el marco de la puerta, tocando varias veces.

— ¿Qué quieres? — respondió la pequeña mirándola con los ojos llorosos.

— ¿estás bien? — hablaba cariñosamente la de cabellos negros.