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Capítulo cinco: final

Yuno caminaba por la sala sosteniendo una tasa de café junto a unas pantuflas de gatitos blancos, sus favoritas, eran cálidas y suaves, ya era octubre y el estaba solo, ni siquiera estaba Sunny en su casa como de costumbre, hoy estaba a cargo de V...

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Yuno caminaba por la sala sosteniendo una tasa de café junto a unas pantuflas de gatitos blancos, sus favoritas, eran cálidas y suaves, ya era octubre y el estaba solo, ni siquiera estaba Sunny en su casa como de costumbre, hoy estaba a cargo de Vanessa, su amiga y veterinaria.

Estaba aburrido, ni siquiera podía ir con su madre porque ella se encontraba en Tokyo y el ahora se encontraba en el sur, no podía viajar, apenas se había instalado y para acabar tampoco estaba su novia, ella seguro estaba con su familia de vacaciones y Asta... Seguro estaba con los demás duendecillos para festejar Hallowen, si es que festejaban, a lo mejor eran de aquellos bromistas que asustaban a los humanos, como de aquellos duendes grabados en video con cámaras de la prehistoria, quiso reír de su chiste pero al pasar frente al espejo su sonrisa se transformó en una mueca al ver su apariencia.

Parecía una ostra, chasqueo la lengua caminando hacia el sillón prendiendo el televisor, estaban pasando puras películas de terror, Chucky, Viernes 13, etc. Pura película repetida.

Suspiro sentándose en su sofá, tal vez pondría una película, así tal vez se le olvidaría ese fantástico día estresante y solitario.

Se levantó dejando la taza en la mesa mientras caminaba de nueva cuenta a su cuarto tomando su laptop para entrar a Netflix, pero en cuanto puso un pie dentro se sintió un poco intimidado, todo estaba en penumbras, la ventana de su cuarto estaba abierta y un aire frío lo hacia estremecer, era raro, si la había jurado que la cerrado antes de salír, se acercó cerrando la ventana observando por la ventana como afuera estaba completamente solo, ni ganas de salir le daban.

Un estruendo de algo caerse hizo que sus bellos se pusieran de punta.

—¿Quien esta ahí? —miró a su alrededor, una sombra negra tomó presencia mientras se acercaba a el.

Agarró lo primero que tenía cerca ¿un peluche? Bueno, era mejor que nada, así que lo tiro donde vio a algo moverse cerrando los ojos en el acto esperando el estruendo, pero nada, solo hasta que unas manos en su boca hizo que su corazón saltara a mil por hora.

—Calma Yuno. —aquella persona que le sostenía detrás de su espalda había hablando en su oído de una forma seductora.

Sus ojos se abrieron cuando sintió una lengua recorrerle el cuello.

—S-sueltame —susurró tratando de quitarse, pero quien sea que estuviera sujetándolo era demasiado fuerte —¡¿Q-quien diablos eres?! ¡Quien sea que seas te advierto que tengo sida y todas las enfermedades posibles!—mintió, no seria su muerte.

Una pequeña risa hizo estremecerlo.

—Soy yo Asta.  —abrió grandes sus ojos, no, Asta era un pequeño duende tierno, no podía ser él, pero... ¿Como conocía su nombre? —Vamos Yuno, quiero que tengamos sexo —Oh no. Se quedó quieto cuando escucho ese apodo, solo aquel duendecillo le decía así.. Pero ¡¿acaba de decir sexo?!

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⏰ Última actualización: Oct 19, 2023 ⏰

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Un pequeño Duende [YunAsta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora