Capítulo 9: La guerra 1/2

260 5 4
                                    

Brutal (Olivia Rodrigo)

Stella

Hoy empezaba todo, hoy empezaba la que era la rápida destrucción, de humanos contra humanos, es imperdonable ver como una especie se quiere destruir a sí misma, a pesar, de tanto tiempo junta.

—Nosotros vamos a pelear —dijo Daemon, refiriéndose a Sirio y a Orión

—No, no lo van a hacer, y ¿si-i les pasa algo? —dijimos con Brisa

—Dulzura, tenemos que pelear

—No puedo dejarte hacer eso, si algo les pasa yo voy a cargar con la culpa toda mi vida, vamos Daemon, piensa en nosotros —le dije refiriéndose a nuestra relación

—¿CÓMO?, ¿son novios? —dijeron Brisa y Orión al mismo tiempo, mientras que Sirio solo nos miraba con una cara de aceptación, pero a la vez de pesar

—No es el mejor momento para hablar de eso, pero si somos novios —le dije a mi hermano, mientras Daemon lo miraba nervioso

—Bueno, está bien, supongo que lo acepto —sonreí, al pensar en el momento en que los cinco estábamos pasando, triste también porque en unas horas empezaba todo

Unas horas después mientras todos seguíamos platicando de cosas para relajarnos, entro mi padre y dio unas contundentes noticias

—Ya analizamos el chip, y miramos todos los movimientos, trataremos de anticiparlos en todo, también recuerden que hay cosas que no salen en el chip, ya que este solo sirve para cosas en gran escala, hay cosas que simplemente no vamos a poder anticipar y ustedes se quedan acá, ¿entendieron?

—Si, entendimos —dijimos todos

Brisa y yo, también íbamos a pelear, si era una idea loca, lo sé, pero no nos íbamos a quedar con los brazos cruzados, pero claramente no le íbamos a decir a nadie, ya que claramente nos prohibirían, y nos pondrían más seguridad.

Nuestra idea era que después de que los chicos se fueran, irnos atrás de ellos, no nos recocerían ya que los trajes de soldado, tienen, una protección facial, que es opcional, y no se ve tu cara, nuestro animal especial es la abeja, por todo lo que hizo y lo que sigue haciendo en el oxígeno, así que las mascaras tienen una cierta silueta de abeja, por eso nadie nos reconocería.

—Bueno, ya nos vamos —dijo Orión

—Los queremos —dijimos con Bri

—Dulzura, no piensan hacer nada loco ¿verdad?

¿Cómo me conocía tanto?

—¿Eh? No, para nada

—Bueno eso espero, Te quiero dulzura

—Te quiero, mi arrogante —y nos dimos un corto beso en los labios

Cuando se fueron, nos pusimos el traje y nos escapamos rápidamente, que quede claro que Bri y yo sabemos mucho de combates, nuestros padres nos han enseñado mucho sobre esto, nadie nos reconoció, todos íbamos atrás de otros, nosotras íbamos en la cuarta fila, definitivamente el cuatro me seguía a todos lados

—Bri, ¿te acuerdas de todo lo que te enseñe?

—Si, espero no vayamos a morir a la primera —dijo Brisa

Y ahí vimos al ejercito de Cancri, nos superaba por numero por demasiado, parecíamos unas hormigas en comparación a ellos, pero eso no me preocupaba, lo que importa no es la cantidad, sino que haces con lo que tienes

—Al parecer tuvieron el valor de venir, pensé que no lo iban a hacer —dijo Ashton

—Tanto tiempo Ashton, te acuerdas, ¿cuándo te mande una carta invitándote a mi boda? —dijo mi padre.

Constelación de amor ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora