Salí del baño y volví a mi habitación. Me puse mi pijama corto, me sequé el pelo y bajé a cenar. ¡Tenía espaguetis!
Debido a nuestra relación familiar tan unida, en la cena, siempre hay muchos temas para hablar y la cena siempre se alarga.
-¿Que tal tu día en el trabajo, amor?|Le pregunta mi madre a mi padre|
-Bastante cansado la verdad, en la empresa siempre hay que andar de un lado para otro, y hoy, han faltado tres empleados y el trabajo aumenta.|Responde mi padre|
-Pues yo hoy en clase tuve tres horas libres.|Dijo mi madre, que es profesora de universidad|
-Que suerte tienes, porque yo no tengo ni una.|Dije bromeando|
Acabamos de comer y yo subí a mi habitación, otra vez; cogí mis cascos, se los puse a mi móvil y decidí tumbarme a escuchar música.
Cuando desbloquee el móvil, tenía un mensaje de un número que no tenía registrado. Lo abrí rápidamente, por alguna extraña razón, me gustaría que fuera Aarón, el del número sin registrar:
"¿Nos volveremos a ver?"
El mensaje no ponía nada más, sólo eso. Y aunque no sabía seguro que la persona que lo enviaba era Aarón, una sonrisa apareció en mi cara.
