Capítulo 3

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No sabía muy bien que decirle, pues llevaba ya como un minuto mirándome de arriba abajo y sin sacarse el casco; me estaba poniendo nerviosa!

Y en ese mismo instante, me dijo:

-Tengo prisa, me hubiera encantado pasar la noche contigo en el hospital, pero no hizo falta.

Y soltó de nuevo otra carcajada. No entendía muy bien por que se reía tanto, pero me gustaba que lo hiciera.

- Encantado de conocerte Paula, nos veremos pronto .

Y en ese momento no paraba de preguntarme como me encontraría de nuevo si sólo sabía mi nombre, pero le respondí:

- Encantada, Aarón.

Cuando fui capaz de pronunciar estas últimas palabras, noté su sonrisa, esta vez sin carcajada, y se subió a la moto de nuevo. La encendió y se fue, dejándome intrigada.

Yo, miré el reloj, eran ya las 20:44, se hacía tarde y mis padres estarían preocupados, así que decidí seguir mi camino a casa fijándome más en los peligros de la carretera.

Lejos de los recuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora