"¿Te gusta el helado?" - Minsung Omegaverse

#7 - "¿Sexo?"

La semana de descanso ya había pasado, los 3 amigos se dirigían a su trabajo, Beomgyu estaba apunto de graduarse de la universidad, por lo que últimamente estaba faltando mucho al trabajo, con justificación, claro.

- Mi pequeño gyugyu, ya está a nada de graduarse y se le nota muy cansado - Seo habló con tristeza.

- Creció muy rápido, hace 5 años él estaba obsesionado con FNAF - todos rieron al unísono.

- Sigue obsesionado, pero bueno, nuestro niño - Jisung dijo con dulzura para seguir en su trabajo, yendo a una mesa y atender a los usuarios de esta.

- ¿Otra vez tú? - el único Alfa habló, recibiendo así, una mirada confundida de Han - ¿Qué no tienen más trabajadores?

- Disculpen, mis compañeros están atendiendo más mesas, solo estoy yo - El acaramelado evitó gruñir luego de ver al chico que siempre veía, ya se estaba aburriendo incluso de eso.

- Ya, no im…por…t-ta…- Minho rápidamente sintió un dolor en su vientre, sobándose enseguida, sabía que su celo iba a llegar en unos días, pero se adelantó al ver a ese chico que usó su voz de mando en él.

Jisung enseguida sintió el aroma del más alto mucho más dulce, ese olor a algodón de azúcar invadiendo sus fosas nasales, su Alfa estuvo a nada de actuar, pero logró dominarlo. Yendo a ayudar rápidamente.

- ¡¿Minho Hyung?! -  Jeongin se levantó de golpe, yendo a revisar a su amigo con ayuda de los chicos sobrantes y el Alfa puro.

- ¡Changbin, supresores a la mesa 1! - El mencionado corrió por lo ordenado, encontrando una caja rosa con tabletas y dejándolas a mano de Han, pues tenían que atender más mesas.

- Tome, en cuanto la ingiera debe irse a su hogar - Jisung le ofreció la pastilla al Omega, sorprendiéndose al ver como la rechazó rotúndamente.

- Minho, tómatela. - Taehyun le ordenó al chico, el cuál le gruñó enseguida, mostrando sus colmillos. - No voy a estar aguantando tus niñerías, será mejor que lo tomes, no tienes a algún Alfa que se encargue de ti.

El Omega chilló dándose cuenta que realmente no tenía Alfa aunque su Omega reconociera al acanelado como suyo.

- Ya, d-dámela. - una vez en sus manos y a regaña dientes, decidió tomársela.

Jisung al ya no oler más su aroma tan dulce, se apartó del lugar, dirigiéndose a uno de los baños, poniendo seguro en la puerta, respirando totalmente agitado, viéndose en el espejo y con una ligera capa de sudor en su cuerpo.

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