#17 - ¿Ahora qué?

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Minho no sabía ni como había llegado a eso, ni quería recordarlo, pues en cuanto subió a la pieza con Jisung, este enseguida lo empujó a la cama y retiró su camisa para depositar besos húmedos por todo su abdomen.

Pero a decir verdad, Minho no lo odiaba, al contrario, lo estaba disfrutando.

- A-Alfa - habló tímido, casi en un gemido.

Jisung solo siguió en lo suyo, metiéndose más en sus piernas, varios minutos después, Han se separó y volvió a colocar la camisa de el gatuno en su lugar. Minho se sintió alivianado al saber que solo habían sido besos y no marcas.

Dejándose caer sobre el Omega decidió hablar.

- ¿A Omega le gusta ser mimado así? - El de cabellos morados se sonrojó rápido, amando aquella voz ronca, respondiendo al instante.

- S-Sí, pero debe t-tener cuidado, pues no estamos solos - titubeó pasando su pequeña mano por la mejilla del menor.

Han asintió y abrazó al mayor, enredándose en este.

Ambos se estaban quedando dormidos, hasta que escucharon la puerta sonar y levantándose de golpe, Minho ordenó que pasaran.

- ¿Van a cenar? - Preguntó Felix, quien asomaba sus ojos por el marco de la puerta.

- Yo sí, no sé si Hanji quiera... - observó al menor que solo veía todo, el cual después asintió cuidadosamente - No creo que me deje bajar, así que trae la cena para acá, porfavor, lixie - sonrió tranquilo.

- Está bien, mañana se acaba tu celo, entonces supongo que será más fácil cuidar a Han, así que, ¿crees que podamos dejarte aquí solo con él? Recuerda que Jeongin sigue estudiando, y no solo él, Beomgyu igual, también los demás trabajan- soltó Felix con nerviosismo.

- Supongo, tal vez puedo manejar esta situación - levantó su mano, esta estaba en forma de puño con el pulgar levantado.

Día 2.

- No puedo manejar esta situación.

Ese era Lee, sí, Lee, quejándose bajito, pues se dió cuenta que Han iría a cualquier lado que él fuera, y si Jisung iba a cualquier lugar, Minho tenía que ir. No estaba siendo nada fácil, ya que en algún momento Han iba a ir hacia él pidiendo mimos o incluso para besarlo solamente.

Aunque esto último no le molestaba a Minho, pues le parecía bastante tierno, solo que le preocupaba mucho la idea de que solo le quedaban unas horas para ver realmente a la máquina de sexo andante que vivía en su casa, y más porque estaban solos.

- Omega...

- ¿Mande, Sunggie? - Minho sintió la cara del mencionado caer en su cuello, el cual era olido cuidadosamente, sintiendo al Alfa agarrar su cintura después de que el Omega temblara notoriamente - ¿A Alfa le gusta mi aroma? - Han asintió - Bien, entonces, ¿que le parece si nos acostamos y usted huele tranquilamente mis feromonas? Así no nos quedamos parados.

El Alfa cargó al mayor, acostándose con él en el sofá, para oler más gustoso y sin interrupciones a su pequeño Omega, y no era raro, al contrario, parecía que se conocían de toda la vida. Jamás pensaron en conocer a sus destinados en un momento vergonzoso, mucho menos cuidarlo en sus celos por los caprichos ajenos. Pero eso era lo que más estaban amando, se amaban y aceptaban, Minho dando una oportunidad al amor, y Han a su destino, eso último era lo que los unía, el destino y la casualidad.

Era lo que los mantenía tranquilos, pues sus lobos se aceptan y ellos igual, era un cortejo sin serlo, Han estaba decidido a tomar al Omega sin acortejarlo, pues con solo amarlo era más que suficiente. Minho deseaba a Han, lo deseaba tanto.

Y se preguntarán: ¿ahora qué?

Pues es fácil responder esa simple pregunta, ahora ambos estarán tomándose el uno al otro, siendo un encuentro carnal con lujuria y deseo amoroso. Solamente, amándose.

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631 palabras.

"¿Te gusta el helado?" - Minsung OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora