#10 - Bebé

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Jeongin habló al nombre de Jisung, notando como este subía poco a poco hasta quedar enfrente de la habitación, una vez enfrente, el mayor pasó con permiso de ambos Omegas.

- ¿Hola? - Con sus dos pequeños pies logró acercarse al Omega quien lo observaba cada vez más. - Soy Han Jisung, un gusto, y creo que ya nos conocemos.

- Un gusto Hanji - alzó una de sus manos regordetas para saludar al Alfa quien enseguida sonrió.

- Bueno, yo los dejo, Minnie hyung, me llevo a los niños - el mayor asintió y vió como el menor salía de la habitación cerrando la puerta.

- Bien, perdona por interrumpir tus horas de trabajo, Alfa, pero es que, realmente lo necesito - Desvío su mirada con mejillas sonrojadas.

- No te preocupes, pero es raro, jamás he estado en el celo de alguien - confesó el menor - Jamás he tenido a alguien con cual pasar su celo.

- Oh, entiendo - el omega se avergonzó un poco, pues pensaba que el Alfa ya tenía experiencia - Yo pensé que sí, mil disculpas, si ya no quieres cuidarme lo entiendo - su omega chilló.

- Tranquilo, trataré de cuidarte muy bien, y bueno, cambiando todo, ¿qué necesitas primero? - tronó sus dedos esperando respuesta.

- Mhm - pensó un poco -, mimos… - el azabache se hizo bolita para que el Alfa cupiera en su nido.

- ¿Mimos? Bien, ¿otra cosa? - el Omega negó con rapidez.

- Mimos, mimos.

- Entonces te daré mimos - se acercó con cuidado para apoyarse en la cama y después subirse, poniéndose al lado del más alto.

Al ya estar ambos en la cama, el azabache se lanzó a su pecho, escondiéndose en su sudadera, metiéndose debajo de esta, sin saber que el Alfa nunca se ponía algo más abajo, quedando más rojo que un tomate al ver su abdomen bien marcado.

El Alfa solo pudo reír un poco al ver como se asomó la pequeña cabeza por el cuello de su prenda, escondiéndose en el hueco entre el cuello y su hombro, oliendo gustoso sus feromonas que salían con tranquilidad. El menor comenzó dando caricias en las hebras moradas del mayor, soltando su aroma para dormirlo rápidamente.

Poco después ambos quedaron dormidos, Han agradecía que antes se había tomado supresores para no acelerarse. Minho ronroneaba gustoso, jamás se había sentido así con algún Alfa, todo era tan perfecto.

Él se sentía correcto, pero temía de lo que pasara después, aunque recordando las palabras de su amigo, debía darse una oportunidad.

Han se sentía bien, por primera vez en su vida se sentía en paz, sentía que podría estar así todos los días de su vida, era lo mejor que le estaba pasando.

En unas horas más los dos ya habían despertado, el primero que abrió los ojos fue Minho, quien admiraba la belleza del castaño con tranquilidad, después de unos minutos despertó al contrario con unos besos en su cuello, cosa que hizo inconcientemente.

- ¿Minho? - el Alfa rascó sus ojos confundido sintiendo los delgados y cálidos labios por su cuello.

- L-Lo siento - se despegó rápido e intentó salir de su prenda, cosa que fue inútil pues Jisung lo había agarrado de la cintura para dejarlo ahí.

- No, no, tú quédate aquí - frotó su cabeza con la del chico para dejar su olor ahí. - Tú sigue.

- Bueno…- ni tres veces le rogó para que siguiera con los besos, ni si quiera apartó las grandes manos del cuerpo contrario. - Alfa, hambre.

-¿Qué quieres comer? - preguntó sintiendo al omega pasar su dedo por su abdomen

- Helado.

- El helado no es comida, sería postre - el mayor hizo un puchero enrollando sus piernas en la cintura del castaño.

- Quiero helado.

- A ver, Honnie, el helado no es comida. Antes de algo dulce siempre tiene que ir algo saldo - reprochó al Omega.

- Qui-ero he-la-do. - gruñó bajito con los ojos llorosos, pues realmente quería helado.

- Pareces un bebé, está bien, ¿tienes helado en tu casa? - Se levantaba tomando con mucha precaución el trasero del de pelos morados para que no se cayera.

- No - aferró su agarre, sin alguna intención de bajarse.

- ¿Tengo que ir a comprar entonces? - el azabache asintió levemente - ¿Te quedas o vas?

Minho pensó un poco.

- Voy.

El Omega no quiso bajarse del Alfa, él mismo decía que parecía un koala.

Han se las arregló para salir de la casa y tomar su celular, sonriendo mientras que el Omega ronroneaba y gruñía cuando sentía el aroma de más omegas cerca.

Pero en un descuido se bajó pues vió una sección de juguetes y corrió hacia allá, dejando a Han solo buscando helado, luego de un rato sintió el aroma de otro Alfa, un Alfa que no era el suyo cerca de él, volteó confundido viendo a un chico más alto que él.

- ¿Omega en celo? ¿Qué hace un Omega en celo fuera de su nido? - se acercaba cada vez más el Alfa a Minho quién se hacía para atrás totalmente asustado. - Ven, lindo, yo no te haré daño.

- Sí lo harás, vete. - intentó mantenerse firme.

- No, no me iré, tú te vienes conmigo - jaloneó su brazo, sintiendo rápidamente un empujón desde otro lado - ¿Qué mierda?

- Aléjate de él, aléjate de mí Omega - Jisung tenía los ojos completamente en un color rojo sangre viva, su rabia estaba aumentando cada vez más pues el Alfa contrario solo se burló. - Aléjate o no querrás quedar muerto justo aquí, quita tus mugrosas y asquerosas manos de él.

- ¿Crees que tú voz de mando me paniqueará tan rápido? - Soltó a Minho dejándolo caer en cuestión de segundos, golpeándose contra el suelo. - Yo lo ví primero, lárgate.

- Te dí opciones, no aceptaste ninguna. - Se lanzó al Alfa quien no pudo reaccionar rápido.

Un momento de sangre e ira en el interior de Han estaban siendo expuestos a tanta gente, su lobo lo vió todo, Han quiso mantener la calma pero no pudo. Nadie que no fuera él podía tocarlo y mucho menos así.

Han mataría a cualquiera que pusiera una mano sobre Lee Minho.

- ¿Hannie? - Minho habló totalmente asustado y llorando.

- ¡M-Mierda, suéltame, estás loco! - intentó de todo, pero no pudo quitar a Jisung sobre él.

Han al oír a su omega llorar se detuvo parándose en cuestión de segundos. Ahora se había lanzado a Minho para poderlo consolar, el Alfa escapó pero Han no lo olvidaría.

- Tranquilo, lindo, ya estoy aquí - Jisung acariciaba su cabeza, secando las lágrimas ajenas y cargándolo para llevárselo a casa. - Ya pasó, todo estará bien, ¿sí? Prometo que no volverán a tocarte.

- Sunggie… - sollozaba escondiéndose en su cuello.

- Ya, ya.

- ¿Te lastimó? - el Omega señaló su muñeca, mostrando un morado que le provocó el agarre.

A Jisung no le importó mostrarse así ante mucha gente, era su Omega y nadie lo lastimaba. Nadie debía tocarlo.

Por otro lado estaba Minho quien no olvidaba esa sexy imágen de Jisung mostrándose agresivo con alguien que lo tocó, apesar de seguir asustado no pudo evitar verle el lado sexy a su Alfa.

- Sunggie, ¿te hizo daño? - preguntó escuchando la puerta de su casa ser abierta y entrar en esta.

- No, Honnie, ni siquiera me tocó - Dijo con orgullo - Ahora, te dejaré en el sofá y traeré una venda para tu muñeca, cualquier cosa, gritas.

El mayor asintió sentándose en el sillón, viendo como el Alfa desaparecía de su vista. Tocando su pecho sintió una sensación que jamás había sentido, una sensación que deseaba sentir siempre.
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1227 palabras.
ola

"¿Te gusta el helado?" - Minsung OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora