Mundo oculto

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Leo rezaba y rogaba un día normal, sobre todo luego de aquella salida para ver a sus antiguos amigos pero el mundo odiaba a esa tortuga, adoraba y le encantaba verlo sufrir de alguna manera u otra, por lo mismo el día de hoy comenzó de una manera algo extraña a de lo usual, Miwa había despertado antes que su hermano y ella al ver que estaba sin supervisión decidió dar un paseo por las alcantarillas lo cual fue una mala idea ya que cuando Leonardo se despertó no la vio por ningún lado y se puso como loco a buscarla; la pobre tortuga casi le dio un paro al no saber dónde estaba su pequeña pero luego de un rato en buscar a los alrededores de su hogar se encontró con Miwa mirando extrañamente a una pared de las alcantarillas.

– Miwa! No debes huir de esa forma!

– perdón hermano, pero jure a ver visto algo raro aqui

– a qué te refieres con eso?

– una persona traspaso la pared

La tortuga alejo a la niña de la pared, de puso al frente para proteger a la pequeña y luego se aserco cuidadosamente a la pared cuando llega a intentar tocarla con una mano se da cuenta que su mano traspasa la pared, los ojos azules retrocedió rápidamente y tomo a la pequeña entre sus brazos mientras miraba fijamente aquella pared como si algo saldría de ese lugar pero en cambio pasaron dos minutos y nada sucedió, la pequeña entre los brazos de su hermano lo tomo de la cara y le miró a los ojos.

– Deberíamos investigar?

– Miwa no creo que sea seguro y sobre todo para ti

– pero no tenemos que hacer nada hoy además ... Estoy contigo y se que no me sucederá nada si tú estás a mi lado – la pequeña sonrió dulcemente y ahí estaba el punto débil de Leonardo Hamato

– ...

Leo dio un respiro antes de pasar con cuidado en aquella pared mientras Miwa reía y levantaba sus brazos, al cruzar ese lugar se encontraron con un lugar lleno de luces brillantes color neón algo que Leo nunca se había encontrado antes por lo mismo con mucho cuidado empezo a caminar más intentando quedar en las sombras pero rápidamente se dio cuenta de que estaban en una especie de callejón lo cual era extraño debido a que estaban en una alcantarilla, Leo trago saliva e intento ocultar Miwa entre sus brazos como si pudiera protegerla de absolutamente todo hasta que escucho un ruido entre los basureros y rápidamente se escondió de nuevo en las sombras, ambos miraron atentamente a ver lo que sucedía hasta que Leo se dio cuenta de una figura humanoide asercarse a los basureros a dejar algunas cosas mientras murmuraba entre sus dientes; la criatura parecía ser un mutante pero no estaba asustado de ese lugar o siquiera parecía peligroso.

Cuando la criatura se fue Leo rápidamente subió a un edificio para observar mejor el lugar y se dio cuenta que se parecía mucho a New York solo que todo era mucho más colorido, luces neón por todas partes y bullicio por doquier y lo más importante de todo es que parecía que en vez de humanos habían diferentes criaturas, habían perros y gatos humanoides; también insectos y hasta criaturas del mar parecía un lugar creado por sus propios sueños o quizás pesadillas para algunos, Miwa por otro lado miraba con una sonrisa emocionada todo.

– wow! Hermano es como mm, una ciudad oculta!

– si, Dios cómo esto no lo encontramos antes...

– encontramos?

– ejem no es nada tranquila, creo que encontramos un... Un lugar seguro

El día había sido alocado pero al menos encontraron un lugar "seguro", por supuesto desde ese día Leo decidió ir a esa ciudad (preferiblemente solo) para investigar y había recopilado bastante información de aquella hermosa ciudad:

Primero: las criaturas humanoides se hacían llamar Yokai lo cual era curioso pero la mayoría eran más amigables que la gente de New York promedio.

Segundo: Los Yokai no diferenciaban entre mutantes o Yokai a si que Leo no tendría problema en pasear en medio de la calle, pero había que tener cuidado con los humanos debido a que los Yokai parecían tener enojo o miedo hacia estos.

Por lo último decidio crearle a Miwa un poncho color verde con capucha, la niña le exigió (de hecho solo se lo dijo a Leo y este se lo cumplió como buen hermano mayor) que el poncho tuviera decoraciones de tortuga y por supuesto que el se lo cumplió, incluso le puso el escudo Hamato en un lado!, Ambos de es forma podían pasear de manera más segura en la ciudad oculta y eso les encantaba, Leo podría encontrar suministros de forma más legal y fácil en cambio Miwa podía interactuar con más gente y explorar lo cual le encantaba.

Un día mientras ambos caminaban por la ciudad oculta viendo a los Yokai y mirando las construcciones del lugar hasta que Miwa se dió cuenta de un lugar para almorzar, Miwa le rogó por un rato de ir a ese lugar, al principio Leo no quería ir por distintas razones: la primera es por qué no sabía si tenía el suficiente dinero y la segunda no sabía si podía pasar un accidente en aquel lugar, el no quería poner en peligro a su niña pero luego de un rato de que Miwa se lo pidiera decidió aceptar la propuesta de su pequeña hermanita.

Al entrar al lugar las mesas estaban ordenadas de forma bastante familiar, el ambiente se sentía cálido y no parecía un bar de mala muerte lo cual Leo se calmo bastante por eso, tomo a Miwa entre sus brazos y se fue a sentar a una de las mesas junto a su pequeña hermana, ambos se pusieron a esperar a que los atendieran lo cual sucedió de una manera rápida, lo que parecía ser un Yokai esqueleto con ropa bastante elegante se les había acercado para tomar su orden.

– entonces que van a pedir?

– tiene el menú? Disculpe es que somos nuevos en la ciudad y-

– quiero pizza! – grito con una sonrisa Miwa mientras levantaba sus brazos

– Miwa tranquila no grites – Leo tomo de en brazos a su hermanita y suspiro, volvió a mirar a el esqueleto para después sonreír avergonzado – perdón, a ella le gusta la pizza jeje

– no te preocupes, yo también tengo un hijo y entiendo lo bulliciosos que pueden llegar hacer, les traeré una pizza normal si eso quieren, serían unos 10 dólares, ya vuelvo

Antes de que Leo pudiera corregir a el esqueleto este simplemente se fue, lado bueno es que tenía suficiente dinero para pagar la pizza en cambio lo que había dicho el señor se la había quedado en su mente por todo el tiempo en el que ambos chicos estuvieron en el restaurante, luego de pagar e irse del lugar para dirigirse a su hogar simplemente no podía dejar de pensar en esa frase... "Yo también tengo un hijo" ... Vaya ese nuevo mundo si que le traía cosas nuevas y experiencias fantásticas.

☆•°Big brother°•☆ Au TmntDonde viven las historias. Descúbrelo ahora