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Después de lo que habló con Gwen Pavitr decidió hacer las cosas bien, hablaría primero con Gayatri y terminar las cosas con ella. Si todo salía bien, le confesaría sus sentimientos a aquel que no salía de su mente, tenía el plan perfecto y esperaba no arruinarlo.

Una parte dentro de él tenía miedo, miedo a arruinar su amistad con el morocho, le asustaba el solo pensar que estaba malinterpretando las cosas, ¿y si Hobie se alejaba de él?, ¿y si no era correspondido de la misma forma?Muchos pensamientos lo atormentaban en cuestión de minutos, se sentía abrumado, ansioso e inseguro, más que generarle claridad, le producía confusión.

Exhaló aire y lo sacó lentamente, haciendo un intento de calmarse y buscó algo para mantener su mente ocupada. Empezó a dibujar garabatos, no se consideraba bueno dibujando, pero hacía lo que podía, no tenía una idea en mente sobre qué plasmar en la hoja, solo hizo rayones hasta que le vio forma, sin darse cuenta estaba tarareando una canción. Nothing de Bruno Major, era uno de sus artistas favoritos, la tonada de su voz y la letra de sus canciones lo transportaban a un mundo de calma.

Terminó dibujando lo que parecía un tulipán enlazado con un girasol, se quedó un rato pensando y analizando el dibujo, le gustaba como había quedado, prefirió no pasarlo a tinta para no arruinarlo según él. Consiguió hacer algunos otros antes irse a dormir, estaba por entregarse a los brazos de Morfeo, pero un sonido lo interrumpió, era su celular, alguien le estaba marcando. 

Con pereza contestó sin siquiera ver quién era el culpable.

—¿Bueno? —Cualquiera que lo escuchara sabría que estaba asueñado.

¿Estabas durmiendo tan temprano, precioso? —Oh mierda, con tan solo haber escuchado esas simples palabras, su corazón latía desenfrenadamente y su cara ahora tenía un lindo sonrojo.

—Son las 11, Hobie, es tardísimo. —Sinceramente, el menor no acostumbraba dormirse tarde, de la medianoche no podía pasar, y tenía razones, una de ellas era por las ojeras, no le gustaban nada en sí mismo.

La noche apenas comienza, Pav. —Estaba embobado en la increíblemente voz varonil que estaba al otro lado de la línea. Solo pudo responder con un suave quejido. El mayor rio y siguió hablando. —Quería invitarte a salir mañana, necesito comprar cosas para gatos.

—Pensé que no tenías mascotas. —Puso el teléfono en altavoz para ponerlo al lado de su cara, necesitaba comodidad.

Bueno, no tenía hasta hoy, me encontré un amiguito en una caja mientras caminaba, estaba muy chiquito y no podía dejarlo ahí. Así que me lo traje a casa, entonces, ¿sí?

—Sí, está bien. —Parecía que había recuperado el sueño, sus palabras eran lentas y su voz sonaba adormecida.

Perfecto, entonces paso por ti al medio día.

Sus ojos se estaban cerrando, su cuerpo estaba cediendo al descanso, no entendía con claridad las palabras, sin darse cuenta soltó una barbaridad de la que probablemente se arrepentiría si estuviera en sus cabales.

—Sí, me gustas.

Finalmente, cayó en un profundo sueño, desconectándose de todo, incluso de las consecuencias de sus propias palabras.
El de tez morena se quedó paralizado, los sentidos se le dispararon y el pobre corazón del chico saltaba de alegría, aunque su mente estaba en caos buscando una explicación a dichas palabras. La línea se quedó en silencio por un momento hasta que habló.

¿Pav? —Le llamó con una suave voz. No tuvo respuesta. —¿Lindo?

Tampoco obtuvo una voz, solo suaves ronquidos. Si sus sospechas eran reales, el moreno se había quedado dormido, su ser se enterneció al imaginarlo durmiendo, lo lindo que se debía ver. Por último aceptó su destino y antes de colgar logró decir: —También me gustas, Pav, cada día de mi vida lo haré.

Sabía que el hindú no lo escuchó, pero eso no lo desalentó ni un poco. Al contrario, lo alentó para seguir descubriendo sus sentimientos, movería mar y tierra para estar con él.

...

Despertó con una notable alegría, aún no entendía el porqué, pero le gustaba aquella sensación. Nunca había sentido algo parecido, los nervios, aquellos hormigueos en su estómago cada vez que tenía la mínima interacción con aquel niño, las incontrolables ganas de estar siempre a su lado, todas las sensaciones que provocaba Pavitr en él le gustaban. 

Un maullido a su lado lo bajó de su nube, era el minino que había encontrado el día anterior. Era un bebé todavía, no entendía cómo alguien pudo deshacerse del animalito como si no tuviese importancia, odiaba a ese tipo de gente, ojalá se extinguieran, pensó. 

No tardó en levantarse y cargar a aquella bolita peluda, le daría un poco de carne en lo que conseguía comida apta para él o ella, parecía que no pasaba de un mes de nacido. Ahora tenía una nueva responsabilidad, tendría que llevarlo al veterinario, comprarle cosas que necesitaría, darle mucha atención, dios, en estos momentos agradecía tener dinero ahorrado. 

No se preocupaba por quién lo cuidaría mientras no estaba en casa, por suerte a su papá también le gustaban los animales. Ya vería cómo lo sobornaba. Mientras veía al nuevo integrante de la familia comer, vio por el rabillo como su padre entraba a la cocina, hablando del rey de Roma. Se dieron los buenos días y empezaron a charlar mientras desayunaban, por un momento supuso que no se había dado cuenta del animal e iba a sacar el tema, pero se le adelantó.

A caray, ¿y esa rata? —Bueno, no había esperado eso, creyó que estaba jugando hasta que vio su cara de confusión. Era real. 

—Es un gato pa, lo encontré en la calle. 

Ay! se ve gacho, pobrecito asegúrate cuidarlo, de alimentarlo bien y cómprale lo necesario. —Según Hobie, su padre es experto para mezclar idiomas, desde que tiene memoria lo hacía, por lo cual lo entiende a la perfección, él también lo hacía pero no muy seguido. 

Le respondió con una afirmación y siguieron hablando hasta que terminaron sus respectivos platos. Aún era temprano, así que fue a su recámara para escuchar algo de música, antes de ponerla pudo oír como su progenitor cantaba a lo lejos, al parecer una canción en español. Solamente pudo reír ante la tonada de este, no es que lo hiciera mal, pero podía asegurar que su voz se escuchaba hasta la calle. 

Y eso que vivían en un 4to piso.

Agarró el control y puso una de sus favoritas Too dumb to die de green day, le mandaría a Pav un mensaje para recordarle la hora. Y en eso se preguntaba, ¿recordaría lo que dijo, o solamente él tendría que cargar con esto? 

Oh, oh, I love you.

Oh, oh, I do.

I got a sentimental illness for you.

Please don't go away, yeah.

...

holiii, fin del capítulo 3
espero con todo mi corazoncito que les haya gustado

de hecho las flores tienen un significado ☝️🤓
lo verán en el siguiente cap, y en aquí en el librito este el papá de hobie es mexicano, por lo que él tiene descendencia mexica jejej

La primera foto que puse es el dibujito que se menciona, de ahí me salió toda la inspiración 

solo le cambié una cositaaaa

Simple amistad || ChaipunkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora