(Reeditado) Con una carta bajo la manga

AS DE DIAMANTES: Ciudad de Pirul

Desde una vista aérea, la ciudad no quedaba más de unos cuantos cientos de metros, claro, solo desde esa vista, ¡caminamos más de dos horas seguidas sin parar!, con algún que otro descanso durante el trayecto. A lo largo, nos encontramos con diversos animales y plantas, de formas y colores inimaginables, aun con la tentación y lo esponjosos se vieran, sería un peligro en caso de que fueran venenosos. Un complejo cambio de la flora y fauna.
El agua que contenía la cantinflera apenas y pudo saciar nuestra sed agua, y llegando nos sorprendió la antigüedad que aparentaba la ciudad. La puerta de la ciudad imponía aún más que el castillo que apenas y se veía a la lejanía.
"¿Edad media?"
"Es posible que sea un mundo de fantasía"
"¿Cómo?"
"La magia impide el avance tecnológico, si es posible usarla, esta cubriría muchas de las necesidades básicas"

"Tiene sentido, Vamos"
"¿Ah? ¡Espérame!"
Antes de entrar nos encontramos con una larga fila, también con la intención de entrar a la inmensa ciudad, esperaban pacientemente su turno. Mirábamos con admiración las construcciones que se asomaban por la inmensa puerta frente a nosotros.
"Oye ¿Nosotros también hablamos el mismo idioma?"
"¿Eh?"
"¿Qué pasa si no podemos comunicarnos?" Sin poder comunicarnos no podremos pasar, sería el fin.
"Intentaré comunicarme"
Había muchas personas así que mejor le preguntaré a esa mujer, se ve amable. Así que me dispuse a intentar entablar conversación con la guardia que estaba a un lado de la puerta. A su lado estaba su compañero inspeccionando las pertenencias de quienes querían pasar a la ciudad.
"Disculpe, ¿Qué se necesita para poder pasar?"
"Mi compañero le hará algunas preguntas e inspeccionará sus pertenecías, después tendrá que pagar su entrada, ¿algo más?"
Estaba fascinado, era un tipo de lengua distinta, mi primo y yo hablamos español, pero al momento en que dialogue, no era español lo que hable, era algo más.
"No, eso es todo"
Volví con Víctor, impresionado por la nueva lengua o dialecto que apenas unos segundos puse en práctica.
"Podemos hablar su mismo idioma"
"¿Qué, enserio podemos?, pero si nunca lo escuchamos o si quiera practicamos"
"Los dioses son tan misteriosos como inteligentes"
"Oye, casi es nuestro turno, pero ¿estará bien que entremos con una espada?"
Tenia razón, no me imagino entrando a un centro comercial con una espada o un arco.
"Espera, la persona de enfrente tiene igual que tu una espada, esperemos a ver qué pasa"
"Si"
Frente a nosotros había un hombre con una espada y escudo, a su espalda carga una pequeña mochila, alto, con armadura que cubría la mayoría de su cuerpo, sin la más mínima preocupación seguía su turno y pasó al frente, dejó su espada en el suelo y tomo la mochila abriéndola frente al guardia.
"¿Eso es todo?"
"Si, algunos cuernos y dientes de......"
"¿Tienes tu tarjeta de aventurero?"
De uno de sus bolsillos del pantalón metió su mano y saco una pequeña tarjeta de metal.
"Pasa"
Recogió todo y paso a dentro de la ciudad
"La entrada es gratis" Pregunto Víctor
"No, hay que pagar la entrada"
¿Sera algún tipo de pase? Como sea, tenemos varios pares de monedas que parecen ser dinero, espero que nos alcance. Pasamos al frente y nos habló:
"¿Nuevos en la ciudad?"
"Si...s...señor" Conteste con la voz un poco entrecortada, me miraba con sospecha y odio
"Muy bien, mochilas y armas al frente ¿Qué los trae por aquí?"
"D...de visita señor, oímos que tienen muy buena comida"
Abrio cada una de las mochilas buscando algo, por lo general alguien buscaría un arma o drogas, pero miro la espada sin interés hasta que vio las cartas.
"¿Qué hay dentro de esa pequeña caja?"
"Es un juego de cartas" Lo tomé y las destape sacando a medias una carta sin que saliera el resto, y la volví a guardar.
Se volteo y a ver a sus compañeros y dijo: