Tu eres mi razón ( Peter Parker y tú )

Capítulo 45

Esa noche no pude dormir, estaba un pelín nerviosa. A ver, solo iba a salir con Peter y luego a dormir a su casa y ya está.

Pero estaba nerviosa.

Por lo que tenía entendido, si tía iba a pasar un par de días con las amigas de su taller de punto, se iban de viaje a la gran ciudad ya que tenían una especie de concurso de tejer. Íbamos a estar solos.

Las clases fueron normales ese día y la comida también, como casi siempre, solo éramos mi prima y yo para comer en casa. Aunque seguía sin hacerme a la idea de que ahora habláramos.

-¿Qué vas a hacer esta tarde?- MRW preguntó.

-Hem... He quedado con Peter- tragué.

-¿Parker?- me miró-¿Y eso?-

-Es mi compañero de trabajo, tenemos que acabar algunas cosas aún- contesté.

Mentira, lo teníamos desde hace semanas. Pero eso ella no lo sabía.

-¿Te espero para cenar?-

-No... Nos queda mucho, seguramente pasemos la noche con el trabajo, ya que no viene la profesora de las dos primeras horas de mañana queremos aprovechar y terminarlo- volví a mentir.

-Oh- contestó y me sonrió.

-Yo... Me voy ya...-

-No hagas nada malo, que tienes novio- me recordó.

-Pero si el...- caí en la cuenta- ¿Por quién me tomas?- reí.

Cogí mi bolsa con la ropa para mañana y salí de casa.

En el ascensor comprobé que mis trenzas de raíz estuvieran bien hechas, que mi ropa estivera bien planchadita y limpiam

¿Porqué estaba tan nerviosa?

Cuando salí a la calle lo vi ahí parado, apoyado en la pared de mi portal y mirando algo que no logré llegar a ver.

-Hola T/n- me sonrió- vas guapísima- me dijo antes de darme un beso.

-Gracias- me sonrojé un poco- ¿A donde vamos?-

-A dar un paseo- me cogió la bolsa y se la colgó en el hombro- y luego a cenar-

Yo sonreí cuando el me cogió la mano, entrelacé nuestros dedos.

Hoy iba a disfrutar de esto, sin pensar en nada más. Ya me preocuparía por todo mañana.

Paseamos un par de horas por el centro de Queens y luego fuimos a cenar a uno de esos restaurantes de moda. Esos que parecen caros pero en realidad son accesibles para todos los bolsillos, el me invitó a la cena a pesar de que no quise. Así que lo invité yo al postre. Un helado para cada uno.

Ahora paseábamos por el parque que había cerca de la heladería, riéndonos de las tonterías que él decía y hablando de cualquier cosa.

Acabamos sentándonos en unos bancos que habían cerca del lago.

-Me lo he pasado increíble Peter- sonreí- gracias por todo esto-

-Gracias a ti por aceptar mi invitación- me sonrió y luego vi que se puso algo tenso- hablando de aceptar...- se levantó del banco.

Lo vi rebuscar en una bolsa, de la cual sacó una cajita que me tendió.

-abrela- me dijo, juntado sus manos con nerviosismo.

Yo le hice caso y la abrí. En ella había una cadena de plata con un dije de corazón. La saqué para verla mejor y vi que en su cara más lisa había grabado nuestras iniciales.