Invierno; demasiado frío, demasiada nieve, demasiado café.
El pelirosa que entró a "Honey Tea"; demasiado guapo, demasiado reservado, demasiado interesante.
Demasiado en todos los sentidos para Beomgyu, un simple camarero en aquel establecimiento qu...
Olvidar el pasado, puede resultar complicado. Yeonjun, en general, nunca fue bueno para olvidarse de las cosas. Cada palabra, acción y momento se quedaba para habitar permanentemente en su cabeza. En algún punto, llegó a considerar esto como un don muy especial, pero ahora solo podía verlo como un cruel castigo.
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Cuando Dahyun y él aún estudiaban juntos, llegaron a ser considerados como la pareja más linda de todo el instituto. Muchos los llamaban "almas gemelas", pero algunos otros decían que solo eran un par que "no tenía futuro". Yeonjun siempre tolero las bromas o comentarios despectivos sobre que no merecía salir con una chica como Dahyun. Pero ella jamás pudo soportar los malos tratos. Si bien, tenía bastantes amigos y todos en el pueblo la adoraban, había ciertas personas que la hacían sentir poca cosa y se encargaban de destruir sus sueños.
En el tercer semestre de la universidad, la alegre pelinegra confecciono un vestido precioso para usarlo en un evento académico, dónde sería la vocera principal. Estaba muy emocionada y orgullosa de que entre todos los alumnos, la eligieran a ella. Entonces se esforzó mucho por lucir impecable y organizar todo a la perfección. Desgraciadamente, cuando llegó el día y estaba a punto de salir frente a todos, una chica de su mismo grado la hizo tropezar, causando que su vestido se rasgara. Aunque eso no fue todo. Ella junto con otro par, se ofrecieron a prestarle otro vestido a Dahyun, pero al llevarla hacía los baños, la dejaron encerrada.
Paso un tiempo hasta que Yeonjun logro encontrarla, de modo que Dahyun ya había llorado demasiado. Se había perdido el evento y todos estaban muy decepcionados de ella. En ese instante, Yeonjun la abrazo y prometió que jamás volverían a lastimarla, que siempre estaría junto a ella para protegerla de todo y que él la haría sonreír por el resto de sus días.
Y había cumplido con ello, durante diez años.
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Ahora estaban frente a frente, sentados en el sillón. Un atardecer se distinguía tras las cortinas y había tazas de té sobre sus manos. Sin mencionar el tétrico silencio que llenaba por completo la sala.
- ¿Piensas decir algo...o solo te quedarás mirándome como si yo entendiera todo con verte a los ojos? - pregunto Dahyun bajito.
- Lo siento, es que...no es algo fácil de decir.
- Nunca te resultó complicado hablar conmigo, ¿Qué ocurre? - Yeonjun bebió de su té - ¿Es sobre nuestra relación? - volvió a preguntar, ahora con tristeza.
Yeonjun suspiro - Tú sabes que desde hace tiempo, las cosas no están bien entre nosotros. Las peleas nunca estuvieron en nuestra lista de propósitos y...no estuvo bien que yo me enfocará más en mi trabajo que en ti.
- Ya he olvidado todo eso - afirmó Dahyun - No importa lo que hicimos antes, pudimos arreglarlo.
Yeonjun negó - Nuestro noviazgo no se arregló al separarnos. Y claro que importa, solo estamos juntos por rutina, porque nos conocemos de toda la vida y...
