Acuerdo

67 9 0
                                    

Charlie puede ser la criatura mas dulce y amable del todo infierno, pero nadie se mete con lo que ella ama y aprecia

----------------------------------------------

Charlie torció los labios con una mueca incomoda, vaggie con la misma inconformidad, volteo la mirada, viendo de reojo, pero intentando sutilmente de no hacerlo fijamente.


Alastor, sentado en frente de ambas mujeres, tenia una expresión agotada, su sonrisa parecía forzada y sus cuencas muy vacías, pero lo que a ambas les resultó molesto, era ver las grandes heridas recién hechas en medio de la cara y el pecho, sobre todo, porque aun se resbalaban algunos trozos de cristal en su rostro.


La delicada rubia, llevo su puño hacía su boca tosiendo un poco para empezar a hablar, pero antes de atreverse a preguntar, el ciervo le gano de antemano con su respuesta.


-mimzy me arrojo algunas de nuestras pertenecías mas frágiles mientras discutíamos-


-hum... bien... - paso una mano por su pelo, ignorando como podía, aquella sangre seca que desbordaba por la frente del moreno. -en fin... alastor tu... -


-si, lo se... - cerro los ojos con serenidad. -mire princesa... no diré que lo siento, porque no me arrepiento de nada... pero si tomo en cuenta que era bastante importante para usted... no quise faltarle el respeto a su trabajo-


-¿Crees que con una disculpa puedes remediar el desastre que causaste? gracias a ti, mi labor se me ha hecho mas difícil... en frente de mi padre-


-nunca tuve ese propósito-


-sea cual sea tu propósito, ya has causado un problema muy grave y debes responder por eso-


-le prometo que haré todo en mi alcance para compensar los daños que cause, le daré frente a mis responsabilidades y si me permite seguir trabajando aquí, esta vez me asegurare de poner seriedad en mi labor, complaciendo todas y cada una de sus expectativas-


-¡¿COMO SE TE OCURRE PENSAR QUE- -... !¡... espera ¿que?- se exalto vaggie sin poder terminar la frase, aquello no se lo había esperado.


-... tu... ¿quieres seguir trabajando aquí?- charlie ladeo un poco la cabeza confundida. -pero... ¿que hay de mimzy? ¿ella esta de acuerdo en que tu estés cerca... cerca... de...- no pudo terminar la pregunta, ante la incomoda obviedad, aunque continuaba pareciendole muy extraño.


El pelirrojo entendiendo la tensión en la disputa, suspiro bajando un poco la cara, no tenía la cabeza para hablar del tema ahora mismo, pero tenía que dejar en claro sus intenciones, cualquier error sería usado en su contra, debía ser cauteloso con sus palabras, estaba seguro que lo sacarían de ahí con un simple chasquido. Levanto la cabeza firmemente y respiro profundo antes de explicar su versión.


-lo que mimzy quiera o no, ya no se trata de mi asunto, por mas que no lo parezca, lo nuestro no es algo temporal, esta completamente decidido, yo he tomado mi propio camino y no pienso regresar- comunico lo mas sensato posible.


Las chicas abrieron sus ojos con sorpresa, intercambiaron miradas por unos segundos muy largos y la regresaron de nuevo hacía el locutor, quien solo las observaba sin una pizca de expresión en su rostro, dando a entender que no bromeaba ni nada por el estilo, por lo que el silencio fue mas incomodo y eterno, hasta que la del lazo, fue la primera en romperlo.


-¿nos estas diciendo que prefieres estar con angel?-


-pero... ¿que pasara con mimzy?- se desconcertó la rubia, comenzando a sentir lastima por su antigua compañera.


-ella es muy preciada para mi... sin embargo el cariño, ya no es suficiente... aunque que sea difícil de creer, mi corazón esta en otro lugar ahora-


-¡alastor!- comento con un tono firme y fuerte la rubia levantándose de su asiento -no se a que juegas, pero déjame dejarte algo en claro- rodeo el escritorio para quedar cerca del pelirrojo, cruzo los brazos con una mirada severa. -vaggie tiene razón, tu matrimonio no es mi asunto, no me meteré en eso, pero si piensas que puedes manipular los sentimientos de angel para tus enfermos planes, me asegurare que termines peor que valentino-


Ante eso, las orejas del ciervo se sacudieron de un sobresalto, la punta de su sonrisa tembló y sus músculos se tensaron, si bien le había hecho tantas promesas a su niño, la verdad es que no contaba con el enojo de la princesa, por supuesto que tenía mucho mas poder y fue su propio descuido el creer ingenuamente que ella, no sería una amenaza por su tierna y encantadora personalidad, ahora podría perderlo todo ante su palabra.


-bien sabes, que angel es mi tesoro, le he prometido la vida que deseo y que siempre estaría ahí para protegerlo, no permitiré que un ser tan cruel como tu, le haga daño, puedo llevarlo a un lugar seguro y me asegurare de que jamás veas a tu hijo- amenazo sin piedad, viendo el nerviosismo del contrario. -no he pasado por alto el plan que tu y tu esposa habían hecho en frente de mis narices-


-¡su majestad!- esta vez fue el quien se levanto de golpe, tratando de controlar la estática que salía de su ser. -se que no es fácil ahora tomar en cuenta mi palabra... pero le prometo que no estoy jugando nada en este momento- levanto sus manos a los costados de su cabeza, haciendo todo lo posible por no explotar en ese momento. -no busco el daño de nadie, solo un ultimo voto de confianza de su parte, no haré nada mas que ayudarla-


-pero ¿que hay de tu plan?-


-querida, eso es un asunto totalmente aparte... como le dije, no soy un hipócrita, soy un negociador, su proyecto aun no esta demostrado y si el fracaso de los demonios es la futura desesperación que les lleva a vender sus almas para aliviar su depresión, las decisiones finales ya no serán su asunto o mi beneficio, solo bastara con ver el resultado de su trabajo... pero pasando por alto aquella cuestión entre nosotros, nada de eso me interesa realmente, solo quiero estar cerca de angel, no tengo otros motivos personales... por eso le pido una ultima oportunidad, una sola- frunció el entrecejo viéndola fijamente a la cara, aclarando su seriedad.


Charlie movió los ojos velozmente de un lado a otro en la dirección de alastor, hasta que poco a poco aflojo el agarre de sus brazos relajando lentamente su expresión, al fin y al cabo, era cierto, ella no podía incumbirse en la ultima elección de un ser que buscaba o no la redención, por eso era que había permitido entrar al matrimonio radio desde un inicio y tampoco podía meterse en eso.


-permítame quedarme, solo quiero estar con el, no haré nada de lo que se pueda arrepentir en su propio proyecto, aunque ambos sabemos que es una tontería-


-bien... ya entendí- rodó los ojos hastiada. -tampoco puedo obligarte a no ver a tu bebé y la oportunidad es el inicio de este trabajo... pero solo tendrás una- extendió su brazo con una expresión determinada y severa.


-no te decepcionare mi futura reina- tomo su mano en un fuerte apretón, dando el inicio de un explosivo trato de cruces mágicos que se expandió en toda la oficina, cuyo resplandor y fuerza golpeo las paredes e hizo volar las cortinas mientras vaggie solo pudo cubrirse el rostro para no perder la vista.

El néctar de la discordia (Finalizado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora