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Cuando tocaron el timbre, todas las personas del salón salieron, excepto Bangchan y Seungmin, que se quedaron guardando sus cosas, bueno, solo Min, el mayor ni el cuaderno sacó, pero decidió esperarlo.

- Ah, no entiendo porque siempre sacas todas tus cosas - Dijo con irritación el mayor
- Es que cualquier cosa pue-puede ser importante
- Cómo sea - Le contestó el mayor - tengo que irme
- ¿Seguro que le dirás? - preguntó el menor volteando a ver al más grande
- Lo haré - soltó un suspiro - tengo que hacerlo, no quiero dañarlo - al terminar de decir ésto se acercó a Seungmin y le dió un pequeño beso en el cachete para despedirse.

Felix veía que todos salían, todos menos al que tanto esperaba, así que cuando vió que no salía nadie más se acercó al marco de la puerta, viendo y escuchando aquella escena que lo dejó perplejo. Sin saber que hacer, soltó las cosas que traía en manos y se alejó dos pasos de ahí; justo en ese momento Chan iba saliendo, topandose con las cosas en el suelo y con un Lix más pálido de lo habitual, con lágrimas en sus ojos y unas manos que temblaban.

Detrás de Chan venía Seungmin, confundido por toda la escena, hasta que volteó al suelo y vió una carta con el título de "para mí querido Channie" y la rosa de papel que con tanto esfuerzo el pecoso había hecho, fue ahí donde entendió todo.

Lix le dedicó una mirada de odio a el castaño y salió corriendo de ahí, seguido por Chan mientras que el más chico se quedó ahí. Se agachó para recoger la carta, y por curiosidad, decidió leerla.

"De tu pequeño Lixie para ti, mi querido Channie.

Tú sabes que no sé expresar mis sentimientos en persona, así que lo haré en carta.

Después de tanto tiempo de hablar, besarnos, abrazarnos y demás, me di cuenta de que realmente, tú me gustas. Eres la mejor persona que he conocido nunca, siempre has estado para mí. No sé cómo expresar lo bien que me haces sentir con solo mandarme un mensaje o cada que estoy a tu lado.

Y sí, quizá ya no hablemos mucho, incluso he llegado a pensar que te gusta ese chico nuevo y eso me ha llevado a pensar, ¿De verdad te gusto? ¿Mi sueño de que seas mío, mi hermoso novio, sé podrá cumplir? Solo necesito esa respuesta, así que mi hermoso chico de ojos lindos, ¿Me dejarías ser tu novio oficialmente?

Con amor, Lixie <3"

El castaño después de leer ésto se sintió culpable, hizo sentir mal a Felix, eso de que no le iba a doler que se alejará o que supiera de lo suyo con Chan era totalmente mentira, tan solo el ver cómo se expresaba de el mayor en la carta y como se sentía inseguro, lo hizo sentir lástima. Sin querer, se había convertido en lo que tanto odiaba y había hecho lo que alguna vez, le hicieron a él.

Flashback

Cuando Seungmin iba a su antigua escuela, casi no tenía amigos, a ser verdad, a él le encantaba estar solo, y la frase que más lo caracterizaba era "si no me meto con nadie, nadie se mete conmigo" y hasta cierto punto era verdad. Él no tenía miedo de que alguien supiera de sus gustos, pero tampoco los andaba diciendo a todo mundo, era discreto, tanto que ni sus padres, según el, lo sabían.

Un día él estaba haciendo lo de siempre a la hora del descanso, comiendo en una mesa completamente solo y escuchando música. Su rutina se vió interrumpida cuando alguien que no conocía se acercó a él, tocándole el hombro para llamar su atención. Min al sentir el suave toque, se quitó un audífono que traía y le puso atención.

- Eh, hola - dijo el chico de forma tímida - me preguntaba sí me podrías dar tu número, es que, te me hiciste bastante lindo

El pelinegro (en ese entonces) se sorprendió un poco, nunca le habían pedido el número o incluso dirigirle la palabra, así que se vió confundido, pero sin cuestionar más sacó su celular y le mostró el número de forma amable diciéndole que era ese, el chico que se lo pidió lo vió y lo anotó en el pequeño papel que traía, cuando lo tenía se despidió con una sonrisa nerviosa y sonrojado.

Seungmin simplemente se despidió con una sonrisa y siguió con su comida.

En la tarde, le llegó un mensaje, era de aquel chico, Jay era su nombre, estuvieron hablando por horas, hasta que cayó la noche. A la mañana siguiente se toparon en la escuela, así que fueron juntos al salón y así fueron varios días. A ser verdad, Jay era bastante atractivo, no solamente físicamente, su forma de pensar y de ser volvía loco a Seungmin, el cuál, sin querer, se había enamorado.

Todo parecía ir de maravilla entre ellos o eso parecía. Un día, Min decidió por fin dar el primer paso, estaba decidido, le diría al pelirrojo que si podía ser su novio y podrían tener su primer beso. Lo buscó por toda la escuela, pero en ningún lado lo encontró.

Cuando pasó por su salón por segunda vez, escuchó una voz familiar junto con otra que no conocía, para quitarse la duda y no malpensar las cosas, decidió acercarse a la puerta. Grave error.

- Shh, nos descubrirán - dijo Jay susurrando mientras era besado en toda la cara por su acompañante - Y si pasa Seungmin, va a ser peor
- Eso no va a pasar, tranquilo - Le dijo antes de besar los bellos labios del otro chico

El pelirrojo soltó una risita, aceptando el beso, ninguno de los dos se había percatado de que el pelinegro estaba ahí, contemplando la escena con lágrimas en sus ojos, temblando y sintiéndose como un muñeco usado que reemplazaron. Sin querer, se recargó de más en la puerta del salón, haciendo un ruido que interrumpió a los otros dos, volteando su vista hacía el chico, el cuál al sentir los ojos en él, solo se alejó y huyó.

- No, no, no - se repetía a sí mismo - esto no está pasando, no, no, no - decía mientras corría al patio, en donde estaban todos los demás, nadie le hizo caso hasta que cayó inconsciente en el suelo caliente por los rayos del sol.

Jay lo vió tirado y se acercó lo más rápido que pudo, no podía con la culpa, su "amor" ahora estaba ahí, tirado y quemándose, todo por su culpa. Su amante lo siguió y le tocó el hombro, alzandolo para después abrazarlo.

Más tarde, los padres de Seungmin fueron a la escuela a recogerlo, cuando salieron, Min vió a Jay en la entrada, esté último intento acercarse pero sus padres notaron la mirada que le dió su hijo a ese chico, así que avanzaron más rápido para que no pudiera siquiera acercarse.

Los días pasaron, y Seungmin por fin volvió a la escuela, el ni siquiera quería ir, no después de la humillación que pasó, pero sus papás decidieron que era lo mejor. Cuando volvió escuchó todas las burlas que le hacían, todas esas miradas maliciosas; lo que más le dolía era ver cómo Jay era feliz con el otro chico, mientras él, terminó siendo el blanco de burlas de todos. Odiaba la escuela, odiaba enamorarse, se odiaba a sí mismo por no ser suficiente.

Fin del Flashback

Sin querer, Seungmin ahora estaba llorando, recordando el cómo se sintió en esos terribles días y que probablemente por su culpa, Felix se sienta igual. Sin mucho que hacer, limpió sus lágrimas y salió con pasos apresurados a la dirección de los otros dos chicos, con la carta en mano y la rosa que fue pisada por el más grande. Nada salió acorde a lo planeado, ni para Felix ni para el par de enamorados. Todo salió terriblemente mal.

Amor Accidental - Chanmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora