CHAPTER ONE

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• CHAPTER ONE •
( brooklyn blake )

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LA RAZÓN DE EXISTIR para muchos simboliza la constante búsqueda de su lugar en el mundo, la naturaleza humana, los lazos que se crean a través de los años con otros seres, tener que cumplir los estereotipos para encajar en la sociedad, tener que creer que debemos seguir nuestro "camino" ya creado y que se nos inculcó inconscientemente desde que nos creamos, que existe una razón el porqué existir y nuestra participación en él. Para otros simboliza algo negativo, un bucle sin fin de dolor, de miseria, un mundo al cual acoplarse con sus estereotipos y pensamientos ya creados, sin permitir expresar libremente la opinión propia a menos que quisiera terminar marginados, que carecía de diversidad y pensamientos propios, una rutina monótona, con una vida absurda y una sociedad patética y hipócrita, solo con una vía de escapé; la muerte.

Bueno, ninguna de las dos formas llega a importarle mucho a Brooklyn Blake, creía que la vida era como la corriente del río; igual de aburridas y absurdas. Realmente no creía que existiera una verdadera razón el porqué existían aunque eso nunca lo expresaba abiertamente, no por temor a pensar lo que pensarían los demás si no que prefería no interrumpir en la vida monótona de los demás.
No le agradaba saber que desde que comenzaba un tipo de educación tenía que ya pensar en lo que trabajarían, se le hacía muy agotador; salir de un lugar por horas para entrar a otro en el que ya no podías salir.

Aunque la vía de escapé sonaba tentadora tenía miedo de terminar en un vacío negro solo con su conciencia durante... quien sabe. Tenía miedo claro que lo tenía, sin embargo, su vida tediosa era agotadora, así que soltando un suspiro se tiro a su cama, observando el techo desanimada.
Ese día era su cumpleaños y ese día en particular solía pensar más sobre su existencia en el mundo y el porqué, algo que era cansado, no obstante, era de las pocas cosas que le importaban realmente. Estuvo alrededor de cinco minutos observando el techo sin moverse, hasta que decidió maquillarse; era lo último que le faltaba para estar lista para su "fiesta".
No sabía quiénes asistirian, aunque no era que le importaba mucho, solo le importaba que no tomarán su cámara.

Se observó a través del espejo, sus ojeras delataba lo poco que dormía, su vista viajo así su cintura. Antes solía ser una chica más llena pero comenzó a sentir asco así si misma, notaba como las personas solían prestarle más atención a las delgadas, como ignoraban a las más llenas lo que la llevó a hacer lo posible para estar más delgada y marcar su cintura, algunas veces recordaba las noches que lloraba por sentirse como una pelota y porque no podía estar conforme con si misma, no fue hasta los catorce que logró lo tanto que quería aunque algunas veces volvía sentirse demasiado llena, no obstante, a los ojos de los demás estaban incluso más delgada de lo que debería.
Su vista subió hasta sus labios... eran muy delgados, sacudiendo la cabeza tomó una brocha.

Decidió iniciar a maquillarse antes de notar un defecto en ella, recordaba haberle prometido a sus mejores amigos en no obsesionarse con algo de su aspecto físico durante las vacaciones. Se quedó viendo todo su maquillaje hasta que finalmente tomó la decisión de cómo maquillarse; un estilo que lo había titulado "perezoso". Consistía en en un delineado delgado y pulcro, remarcando también su lagrimal, máscara de pestañas, un poco de rubor y brillo en sus labios.
Le disgustaba ese maquillaje pero era lo único que tenia ganas de hacerse, se quito los rulos de su cabello rubio. Se arreglo un poco su cabello apreciando como su cabellera parecía una cascada con ondas al final, era lo único que le gustaba de ella.

Tenía un vestido azul oscuro con brillos plateados, un poco más abajo de la rodilla y un poco abierto en la pierna izquierda dejando ver un poco arriba de su muslo, estaba pegado hasta la cintura y suelto para abajo, tenía tiras y el escote en forma de U.
Se colocó una chaqueta de cuero negra y antes de salir de su cuarto tomó su cámara de video muggle, aunque notó una caja de cigarrillos puesta al lado, no lo pensó mucho antes de tomarla escondiéndola entre su chaqueta.

Sus bajos tacones negros resonaban entre el solitario pasillo, bajo las escaleras notando a un grupo de personas estaba ahí, no sabía si eran sangre puras o sangre sus sucias; habían invitado a sangres sucias a su cumpleaños número dieciséis, para no expandir el rumor de que su familia detestaba a los sangre sucias aunque eso era relativamente cierto.
Brooklyn no les presto atención, aunque fueran sangres sucias no le importaba mucho a que clase pertenecían, solo le importaba que no la molestaran o peor, tomarán su cámara.

Se dirigió al jardín, apreciando como aún se podía divisar el atardecer siendo opacado poco a poco por la noche oscura. Se escondió detrás de un cercano árbol que, creaba pequeño bosque con el resto de árboles. Encendió su cámara y comenzó a filmar el cielo; la noche finalmente domino el cielo luego de una hora, lo que hizo que Brooklyn dejará de grabar después de eso.

Dejó su cámara pagada a un lado y estiro su cabeza para atrás, cerró los ojos y una vez más se hundió en una marea de reflexión. Volvió a cuestionar su existencia y su propósito en ella, aunque ningún pensamiento llegó a una conclusión.

Pasos de un grupo llegaron a sus oídos, lo que la regreso a la realidad, no obstante, no se movió, tampoco hizo señas de que estaba ahí, simplemente dejó que hablaran.

—— ¿La viste? Es más bonita en persona.

Brooklyn distinguió la voz de un chico, parecía maravillado.

—— Bueno, parecía drogada, ¿No crees? Aunque tienes razón, Moony, es bonita pero no mi tipo.

—— Cállate, Pads. Aunque fuera tu tipo, Moony se fijo en ella primero y si te metes con ella sabiendo que a Moony le gusta, te juro que te sacamos del grupo.

—— Cálmate, Prongs, ya dije que no es mi tipo y saben que yo no me metería con ella sabiendo que a Moony le gusta, no soy tan horrible.

—— Pero ahí que prevenir, Pads.

—— Vamos, creí que confiabas en mi, Wormtail.

Brooklyn rodó los ojos, no le interesaba la conversación, sin embargo, si salía creerían que ella escuchaba su conversación, aunque fuera cierto.
Espero que se fueran, no obstante, parecían no querer irse, así que molesta de escuchar sus escandalosas risas; se colocó de pie y aparento salir del pequeño bosque, fumando un cigarrillo y con la cámara en su mano.

—— Buenas noches —— dijo al pasar cerca del grupo. Siguió su camino sin darles importancia, camino hasta la otra punta del patio y se escondió detrás de un árbol como antes, bajo la atenta mirada de grupo.

—— Al fin paz...

Murmuró con una débil sonrisa bailando en sus labios y los ojos cerrados, sintiendo la fría brisa darle en el rostro. Quizás no era un mal cumpleaños después de todo.

Quizás no era un mal cumpleaños, si no había pensando en la muerte de él, por un tiempo, aunque claro, al final del día los horrores vuelven del pasado.

efímero, marauders.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora