CHAPTER THREE

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( freak boy )

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POCIONES ERA DE las pocas cosas que la apasionaban en la vida a Brooklyn, amaba lo que un simple líquido podía reparar o asesinar tan fácilmente, era simple pero que a la vez era tan peligroso, y eso le fascinaba.
Ese día en particular el profesor creyó conveniente recrear la poción filtro de muertos en vida que, si lograba alguien recrear la poción casi perfecta o perfecta tendría como recompensa un pequeño frasco de Felix Felicis, que tenía un efecto mínimo de una hora; algo que Brooklyn no desaprovecharía.

El profesor dio órdenes y todos se pararon de sus asientos, menos Brooklyn que analizaba la preparación, siendo observada detalladamente por su instructor con curiosidad, sabía lo hábiles que los Blake eran en varias cosas y eso era una prueba para ver si lo que decían eran en realidad. Tardó cinco minutos en comprender la preparación y cuando la comprendió, se levantó y tomó todo lo que necesitaba.

Recogió su cabello y lo aseguro con su varita, empezando a trabajar rápido intentando recuperar los minutos que había perdido, superando los pasos en los que algunos alumnos estaban estancados aún.

Cuándo la hora que tenia para preparar el filtro de muertos en vida terminó, Brooklyn ya había concluido su poción que si un experto lo observaba comentaría que era perfecto, no obstante, como el viejo profesor Horance Slughorn no lo era, se conformaría con un tonto y estúpido halago.
Fue con cada alumno comentando que era buena pero que necesitaba mejorar en un tono frio, no obstante, cuándo observó la poción de Severus Snape, de slytherin, una sonrisa surco el arrugado rostro del hombre y su tono de voz cambio a uno más alegré.

—— Vaya, no me decepcionaste, Severus —— comentó orgulloso, el chico solo dio un asentimiento con la cabeza y Slughorn paso a observar el resto de pociones de los demás alumnos, si antes decir en voz baja ——. Sabía que no lo harías.

Brooklyn rodó los ojos, estaba hecho que ella no ganaría el premio, el idiota favorito del viejo Slughorn lo haría, era más que claro. El profesor se acercó hasta su poción sonrió igual que con el chico de slytherin, aunque ella sabía que era una fachada de él.

—— Hermoso —— dijo impresionado ——. Lo que dicen de los Blake es más que cierto, buen trabajo, Brooklyn.

Halago y siguió observando el resto de pociones, haciendo a la rubia rodar los ojos, no había sentido su honestidad.

—— Eso es un desastre, James —— exclamó negando con la cabeza.

—— Realmente, profesor Slughorn, lo hubiera hecho mejor pero que más da si elegirá a Snivellus, su favorito, como suele hacerlo —— el gryffindor se encogió de hombros con desdén.

—— Eso no es cierto. Si, quizás la mayoría de veces Severus reciba el premio, pero su trabajo y esfuerzo está más arriba que el de usted o el de sus compañeros, pero si quiere comenzar una discusión conmigo lo dice desde ahora y le levantaré un castigo junto al retiró de treinta puntos por cuestionar mi modo de trabajo, ¿Quiere eso, señor Potter?

Brooklyn volvió a rodar los ojos, eso era tan patético, ¿Acaso no tenían libertad de opinión? Aunque sabía que parte de lo que dijo tenía razón, no obstante, no era algo de lo que quería pensar en ese instante y tampoco lo haría luego.

—— No.. —— Slughorn asintió y se giro, James al instante le saco la lengua un acto muy infantil para la rubia, sin embargo, no comentó nada.

—— Bien, siguiendo con esta dinámica. Severus y Brooklyn han hecho un trabajo extraordinario, pero me temo decir que solo existe un ganador y ese es ¡Severus Snape! —— habló con su ancha sonrisa marcando más sus arrugas.

El restó de slytherin victeorearon mientras que el chico se acercó hasta su profesor recibiendo su premio, sin una expresión en su pálido rostro. Brooklyn que ya sabía el resultado, se dedico más a guardar un pequeño frasco de su poción para luego mandárselo a sus amigos que observarán su excelente trabajo, sin ser descubierta por nadie.

—— Pueden retirarse —— dijo justo cuándo Brooklyn escondió su frasco en su bolso.

Recogió el restó de sus útiles y se fue antes de que alguien saliera, realmente era algo estresante estar sin uno de sus amigos en clases y lo era más si su profesor premiaba a su favorito.

( 💉 )

EL FRIO AIRE de la noche le congelaba hasta lo huesos, sin embargo, el cigarrillo le proporcionaba ese calor que necesitaba. Eran quizás alrededor de las tres de la mañana y al no poder conciliar el sueño decidió pasar el tiempo en la torre de astronomía, tal vez no era el mejor plan aunque a Brooklyn le importaba la mayoría de cosas una completa mierda.
Estaba tan tranquila cuándo pasos resonaron en las escaleras de la torre, siguió fumando sin importarle si era descubierta o no, observando el cielo iluminado.

—— Oh, hola —— la voz del chico dijo, aunque no obtuvo respuesta de Brooklyn ——. Es de mala educación no regresar el saludo, ¿sabias?

Bromeó, no obstante para la rubia no fue una broma ——. ¿Y quien eres para decirme que hacer?

—— Solo bromeaba... ¿Puedo quedarme aquí? —— preguntó incómodo, no sabía que responder ante eso.

—— Depende.

—— ¿Depende de que?

—— De que si eres un prefecto o no —— respondió en tono obvio, aunque no le importara que fuera.

—— No. No soy un prefecto, entonces, ¿Puedo quedarme aquí? —— volvió a cuestionar.

Brooklyn rodó los ojos, girando a ver las estrellas nuevamente ——. Ya estás aquí, ¿no?

El gryffindor sonrió divertido y se acercó hasta el barandal dónde la chica se encontraba, se colocó a su lado y juntos observaron las estrellas en silencio.

—— ¿Cómo te llamas? —— preguntó de repente, deseando acabar con el silencio, recibiendo una extraña mirada de Brooklyn ——. Para conocernos y no ser unos extraños aquí.

—— Prefiero ser unos completos extraños, gracias —— respondió dándole una calada a su cigarrillo.

—— Bien respeto tú decisión, así que no insistiré.

Los dos se dedicaron a ver las estrellas en un incómodo pero ahora en un lindo momento, pasó una hora y la rubia sabía que tenía que volver a su dormitorio para descansar. Tiro su quinto cigarrillo desde la torre y se alejó del barandal, estaba cerca de las escaleras cuándo la voz del chico interrumpió su caminata.

—— ¿Ya te vas?

—— Creo que es bastante obvio, ¿no?, Tú deberías hacer lo mismo si no quieres parecer un idiota en las primeras clases —— comentó, elevando las cejas con desdén.

—— Tomaré eso en cuenta, gracias ——. Agradeció, con una sonrisa.

—— Claro, idiota.

—— Un adiós al menos, ¿no crees?

—— ¿Adiós? —— dijo más como preguntó que despedida, aunque al chico no le importó.

Brooklyn siguió bajando las escaleras, rodando los ojos, un gesto que se comenzaba a ser adictivo, no obstante, pensó en el chico era un completo fenómeno, aún así admitiría que le agradó, obviamente no lo diría en voz alta pero si lo comentaría con sus amigos en su próxima carta junto al frasco que había guardado de su poción.

efímero, marauders.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora