— ¡Hey!— me llama Pedri— te veo distraído ¿todo bien?— se sienta al lado mía y comienza a quitarse las botas.
—Si si, es solo que, estaba pensando en una chica— me miró
—¿Una chica? ¿Quién es?— pregunta pícaro.
—No sé— río y me mira extraño— es una chics de la grada, que está allá fuera con Sira y otra chica
—Pues creo que vienen a cenar— abro los ojos como platos y el se levanta— a si que dúchate y ponte guapo para tu amor— río negando con la cabeza. Pero tiene razón.
Me duché y me puse guapo, me eché mucha colonia y salí con los chicos y nos dirijimos al coche de Pedri, ibamos Gavi, Pedrí, Balde y yo.
Según dijo Ferran por el grupo el ya estaba allí con Sira y dos chicas mas.
Llegamos al restaurante, aparcamos y bajamos. Entramos y nos dirigimos a la mesa, ellos ya estaban sentados y en cuanto nos ven se levantan, saludé con dos besos a todo el mundo y la última era la chica, que ahora que la veo mejor y mas de cerca era guapísima y olía super bien. Llevaba un vestido rojo corto con escote, unos tacones negros al igual que el bolso, y el pelo lo tenia recogido en una coleta alta. Eso me gustó.
Nos sentamos así:
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Y vino el camarero a tomarnos nota.
Teresa
Luego de que el camarero nos tomase nota se fue y nos quedamos charlando.
—Oye Teresa— dijo Gavi llamando mi atención
—Dime— dije mirándole
—Tu cara me suena muchísimo, ¿tienes tiktok o algo cierto?— preguntó
—Así es, soy influencer— sonreí
—Tenéis delante a la futura Lola Lolita chicos— dijo Laila y todos reimos.
—Nah, Teresa es más guapa que Lola— dijo Hector y se me tensó la piel.
—Emm, gracias— dije y reí nerviosa.
Nos quedamos todos hablando un rato, la verdad es que Hector es muy buena persona y me hizo reír casi todo el tiempo, hasta que llegó la comida.
El camarero nos sirvió la comida y yo subí esta historia a instagram:
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Nos comimos el primer plato y estaba ¡riquísimo!. Luego algunos pedimos el postre.
Me trajeron el mio y lo subí en la historia.
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—¿Te vas a comer ese helado?— me preguntó la persona que estaba sentada al lado mío.
—¿Lo quieres?— el asiente— toma— lo cojo y se lo acerco.
Cuando lo iba a coger sus dedos rozan con los míos y quito mis dedos rápidamente de los nervios y el frunce el ceño extrañado.
Me estaba comiendo mi postre y noté la mirada de Hector todo el tiempo, cuando me lo terminé fui al baño.
—Ahora vuelvo— digo y me levanto de la silla con mi bolso y me dirijo al baño.
Entro y no había nadie, estaba muy limpio la verdad, me acerqué al lavabo y saco de mi bolso con pintalabios y me retoco el maquillaje. Cuando termino me voy de nuevo a la mesa y me siento.
—Tere, luego vamos a ir a una discoteca, ¿te apuntas?— me habla Laila.
—Claro— digo sonriente.
Pedimos la cuenta y pagamos.
Nos levantamos y nos dirigimos a los coches.
—Chicas— nos llama Sira— Ferran y yo nos vamos para la casa y no podremos llevarlas a la discoteca por que no nos pilla de camino, ¿os importaría iros con los chicos para allá?
—Claro que no— dijimos al unísono Laila y yo, Sira y Ferran se fueron.
Los chicos se montaron en el coche y en el momento en el que iba a montarme, no había hueco para mí.
—Mierda— digo— ¿dónde me siento?— pregunto.
—Puedes sentarte encima de Hector— dijo Laila y la fulminé con la mirada.
—Venga Teresa, súbete donde sea— dijo Pedri.
Laila me cerró la puerta y tuve que ir a la otra puerta trasera, en cuanto la abrí me encontré con Hector mirándome.
No dije nada y me subí encima él.
—Cuidado vosotros dos, que estoy al lado— dijo Balde, que estaba en el asiento de en medio. Hector y yo ld miramos fulminándolo con la mirada.