🎇 Une question d'honneur 🎇

La meilleure danse de tous les temps

Narradora:

Harry estaba más que feliz, y cuando bajó las escaleras todos vieron a un príncipe, sólo le faltaba la tiara.

RW: A ver, una vueltecita -dijo tomando la mano de Harry para darle una vuelta- ¡Wuu!

HP: Jajajaja -rio mientras daba la vuelta- ¿Cómo me veo?

HG: Te ves increíble Harry. ¿De dónde sacaste ese vestido?

HP: Oh... Madam Mcgonagall me dijo que perteneció a mi mamá. -dijo sosteniendo la falda para darle un vistazo completo-

RW: Te queda perfecto. -sonrió a su hermano-

HP: ¿En serio?

SS: El señor Weasley tiene toda la razón. -dijo atrás del chico, quien se volteó sorprendido-

HP: ¿Profesor? -cuestionó al ver al hombre vistiendo túnicas plateadas con ropa blanca debajo-

SS: No diga nada, órdenes de Dumbledore. -aclaró cruzando los brazos- El vestido hace resaltar sus ojos Avada. -le comentó al oído susurrando aún más la última palabra-

HP: Nunca pensé decir esto, pero el blanco y el plateado le quedan bien. -le sonrió-

SS: El jade le queda bien igualmente. -dijo contemplando el atuendo del menor mientras daba una vuelta-

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El vestido, el collar y el adorno del tocado

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HP: Bueno, basta de charlas. -dijo rojo- ¿Y mi pareja? -le susurró al pocionista-

SS: Detrás tuyo. -dijo señalándole a su pareja con la cabeza-

Harry volteó para ver a Lucius parado con una túnica de seda bermellón, y bordados dorados en ella. Su rostro estaba sorprendido y su boca ligeramente abierta haciendo una pequeña "o". También tenía un leve sonrojo en su rostro, que desapareció cuando sacudió la cabeza.

Se acercó haciendo ondear su larga túnica, por debajo venía vestido con una mezcla de negro y verde. El contraste con su elegante peinado era un placer a la vista.

LM: Harry, te ves increíblemente atractivo -le dijo sonriente, después de una reverencia- ¿Listo?

HP: Eso creo... -contestó nervioso, pero su voz era la de un ruiseñor- Se ve muy bien también.

LM: No te pongas nervioso. Bailarás mejor que nadie. -dijo para dar un beso en el dorso de su mano enguantada- 

MM: Bueno, ¿Están ya todos los campeones con sus parejas? -llegó preguntando ajetreada- 

HP: Si, eso creo profesora. -contestó el menor, sonriente-

MM: Me alegra ver esa sonrisa. -comentó con una sonrisa- Bueno, prepárense, los campeones empiezan el baile.

Al Harry estar tan nervioso, apretó fuertemente el brazo de Lucius, quien volteó levemente al ver el rostro mas que pálido del menor. Lucius, en lugar de tomar el brazo del menor, afianzó su agarre en la cintura del más joven, notando la pequeñez que tenía esta. 

Harry se sonrojó un poco mientras ambos caminaban dentro del Gran Salón. Era más que claro que los profesores estaban sorprendidos por la aparición de uno de los Mortífagos más temidos de toda la Gran Bretaña Mágica.

Draco, que tenía a Astoria pegada a su pecho, veía con celos a su padre y a Harry lo veía con pena. Digamos que Lucius jamás había sido un buen bailarín... o al menos, eso pensaba Draco. Pronto empezó a sonar la música, y los primeros en bailar de los cuatro campeones fueron Harry y Lucius.

MM: Se ven tan bien juntos. -comentó con los ojos abiertos en sorpresa- 

AD: Ni que lo digas querida. -mencionó sorprendido-

LM: ¿Todo bien? -preguntó susurrante-

HP: Mejor que nunca -contestó con una sonrisa aperlada- ¿Usted?

LM: Igual. -sonrió de lado-

Cuando la canción llegaba a su clímax, Lucius tomó la cadera del menor con ambas manos y de repente, lo alzó. 

Le dio una vuelta con una sonrisa ladeada, Harry no podía con la sorpresa y la felicidad que estaba inundando su ser y su corazón. Sus ojos estaban abiertos como nunca, y sus labios teñidos de rojo mostraban un pequeño círculo.

Draco sintió los celos recorriendo su cuerpo, la ira quemando su magia. Pero era su culpa. Y lo sabía, sólo no quería aceptarlo.

LM: ¿Todo bien, Moonbeam? -preguntó al bajarlo-

HP: Todo perfecto, Łowca ciemności -contestó en el oído del contrario, dejándolo paralizado-

Lucius se quedó estático, ¿El menor, sabía Polaco? ¿Cómo?

Antes de poder preguntarle, Harry le guiñó un ojo haciéndole señas para que se sentara con él, pues los tacones estaban moliéndole poco a poco los pies. Aunque poco después una canción con ritmo lento y dramático comenzó a sonar, era tango. Miró a Lucius con ojos suplicantes, le encantaría bailar tango con él. 

LM: Bien, si eso quieres, con gusto bailaré contigo, Moonbeam. -aclaró con una sonrisa-

Se colocaron y sus cuerpos, como hechos uno para el otro se movieron con perfecta sincronía, sus ojos prendidos con pasión por la sensual música, todos los sangre pura estaban sorprendidos, el tango los puso en una especie de burbuja.

Los jóvenes provenientes de linajes antiguos, estaban sorprendidos por la capacidad para bailar tango de ellos dos, y los jóvenes que se quejaban de que no podían con la música.

Astoria quería bailar tango, y por tanto miró a Draco con ojos de cordero a medio morir, pero, el rubio se apenó, pues nunca había querido aprender a bailar tango y por tanto, no sabía bailarlo.

DM: Lo lamento Astoria, no sé bailar tango... -admitió rojo de vergüenza-

AG: ¡Pero tu padre sabe! -reclamó-

DM: No quise aprender... pensé que nunca lo usaría y lo creí una pérdida de tiempo... -confesó ahora apenado-

AG: ¡Agh! -berreó soltando una patada al piso, muy irritada- 

En la mesa de los profesores, no podían creer lo que veían, incluso Severus se veía sorprendido, recordó con cierto cariño cuando la profesora Mcgonagall bailó con él ese mismo tango. Sonrió levemente antes de volver a ver a la parejita, que notó, tenían miradas de deseo y una sonrisa algo melosa en sus rostros.

Minerva no pudo evitar comentar. Y Filius se notaba a nada de llorar de emoción, junto a Hagrid.

MM: Sin duda alguna caballeros, yo puedo decir que este fue el mejor baile de todos los tiempos.