Six

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2000

— ¡Te dije que los dejaras en paz! — gritó la niña mientras que jaloneaba la mochila de uno de los chicos que molestaba a sus amigos, pero él al ser mayor ganaba en fuerza.

Cuando los tres niños iban de camino a su casa, después de la escuela, se habían encontrado a unos chicos mayores que ellos que estaban burlándose del pelinegro. A lo que su hermano gemelo reaccionó provocando una pelea. Lamentablemente, ellos al ser mayores llevaban la ventaja.

A los dos niños los habían acorralado en un tipo de callejón, dejando de lado a Ella. Uno de los mayores se lanzó contra Tom a los golpes y el otro se había ido con Bill para insultarlo y golpearlo de vez en cuando.

Ella, se sentía desesperada por no poder ayudar a sus amigos, así que decidió correr, dejando atrás aquella situación.

— ¡Lo ven, maricas! — gritó uno de los mayores — ¡Ni siquiera a ella le importan!

Ambos gemelos se sentían confundidos... ¿Enserio Ella los había dejado?

Ninguno de los dos pudo mantenerles la pelea a los mayores, así que ambos gemelos ya hacían en el piso siendo golpeados.

— ¡Oigan, mocosos! — se escuchó la voz de un señor algo mayor — ¡Dejen a esos niños en paz!

Los mayores voltearon hacia el señor, su cabello ya era blanco debido a la edad y en su mano tenía lo que parecía ser un palo de escoba, con el que amenazaba con golpearlos.

— ¡Vámonos de aquí!

— Ese viejo está loco — ambos chicos salieron corriendo de ahí.

— ¡Bill, Tom!, ¿están bien niños? — preguntó el adulto acercándose a ellos ayudándolos a levantarse.

— Muchas gracias, señor Augustus — agradeció el pelinegro con la voz entrecortada.

Ella me dijo que necesitaban ayuda — dijo y detrás de él salió la pequeña castaña.

— Chicos, yo lo siento por dejarlos, pero no podía hacerlo sola... — se disculpó la pequeña — Entonces pensé que mi abuelo podría ayudarnos.

— ¡Eran niños de 13!, ni siquiera yo pude con ellos — dijo Tom para que la niña no se sintiera mal.

— Es mejor que vayamos a la casa, les ayudare con las heridas, niños — volvió a hablar el señor y los cuatro se dirigieron a la casa del adulto para que este curará las heridas de los gemelos.

𝗣𝗵𝗮𝗻𝘁𝗼𝗺𝗿𝗶𝗱𝗲𝗿; Bill Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora