Paz?

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Capitulo VIII

Simplemente estaba atónita.
Pero porque?.
Ayer su reacción me dió mucho de que hablar.
Nos sentamos en el borde de la cama.

– Porque mataste a tantas personas?.

~ Creo que es obvio.

– No debistes hacerlo.

~ Si debí, nunca entenderían.

– La vida les daría una lección.

~ Porque eres tan poética?, Claro, no fue a ti quien golpearon.

– No te pongas a la defensiva, es que la venganza no es la opción.

~ Era mi última opción.

– Que hay de tus padres?.

~ Ellos estarán mejor sin mi.

– A dónde irás?.

~ A dónde sea.

– Y que hay de mi?.

Si mirada de asombro de mostró ante la mira, yo solo desvíe mi mirada por mis mejillas rojas.

~ Estarás bien.

– se que apenas nos conocemos...pero si me gustas sabes?, No puedes irte así de fácil.

~ Que quieres entonces?, Un beso o que tengamos relaciones.

– Helen Otis!!.

Me puse aún más roja y lo vio con enojo, le di un golpe en su brazo.
Se reía de mi reacción.
Creo que me lo estoy tomando muy a la ligera.
Acaba de matar a casi 30 estudiantes.
Solo suspiré y volví a bajar mi mirada.

~ Leonora...

Iba a responder pero cuando puso sus manos en mis mejillas me quedé sin palabras, subió mi mirada hasta la de el juntando así sus labios junto a los míos en un beso detenido que fue teniendo un baile hasta ser desenfrenado.
Poco a poco manteniendome acostada con el encima aferrandose de sus rodillas y antebrazos para no caer en mi.
Mis manos no pudieron evitar estar quietas.
Acaricie de su cabello a su espalda.
Todo fue subiendo se tono, arrebatando así mi vestido rosado y yo su saco azul marino.
Nos dejamos llevar.

...

Me quite mi cinta rosada dejándola en la mesa y ate mi cabello en una cola de caballo, para si ponerme mi cinta en la zona de la liga, mientras me arreglaba, el me abrazo por la espalda pasando sus brazos por mi cintura besando mi hombro, estabas sin camisa y yo ya vestida.

– Enserio te irás?.

~ En algún momento nos volveremos a ver.

Suspire y me voltee para besar sus labios.

– No te conozco pero ya te amo.

Le sonreí con esa sonrisa que a uno se le sale estando enamorado.

~ Tendré que cuidar ese amor desde las sombras.

– Y después dice que la poética soy yo.

Solté una pequeña risa pues me hizo cosquillas en el cuello mientras me abrazaba.
Si esto era un despedida entonces me llevaría su secreto a la tumba.
En el momento que se arregló note su traje algo seco.
Sin creatividad.
Busque un pin entre varios de los que me gusta hacer y encontré uno, algo simple, una sonrisa, me acerque mientras se ponía los guantes y se lo acomodé en la chaqueta.

– Bien...te queda bien.

~ Gracias.

Le sonreí y el acaricio mi cabello mientras me sonreía.
Por el hecho de no conocernos bien estábamos algo callados.
Pero era un silencio relajante.
Hasta que llegó la despedida.
El solo me tomo de las mejillas para volverme a besar.
Me vio sonriendo.

~ Pronto nos volveremos a ver.

Asentí y dejé que se fuera.
Extrañamos me sentí sin vida.
Me encariñe tan rápido?.
De seguro fue por hacerlo.
No lo sé.

...

Al otro día ví las noticias.
Tanta gente muerta a manos de ese chico.
Solo lo ví con frialdad, extrañamente no me importaba.
Se preguntarán que paso con Terry y Algodón.
Mi madre los regalo.
Y yo?.
Bueno, estoy bien o eso quiero creer.
Eh?
Teresa me estaba llamando.
Conteste.

– Hola Tere buenos días.

— Niña me habías asustado, pensé que tú también había pasado algo.

– Eh...es una larga historia pero estoy bien, hay Hotcakes para desayuno, no quieres venir?.

— Claro pero porque suenas tan feliz?, Mucha gente murió.

– Feliz?, Estoy relajada, porque al menos no morí.

— Hum...voy para allá entonces.

– Okey ya te preparo algunos hotcakes.

Corto y me puse a cocinar otra vez.
Enserio sueno feliz?, Simplemente dije mi desayuno.
También que la casa está sola y así es más relajante.
Nunca me gustó el silencio pero ahora me encanta.

Teresa no tardo mucho en llegar.

Abrí la puerta recibiendo un abrazo.

— Te extrañe demasiado.

– Yo también Tere.

La dejé pasar, tomo asiento en la sala y yo le lleve los hotcakes para sentarme a su lado.

— Gracias...pero Leo...que paso anoche?.

– Eh?...me había confundido era mi mamá.

— Pero me dijistes-.

– Lo se, fue una confusión jeje

— Hmmm...

Ella obviamente no.
Ella solo seguía comiendo.

— Sabes si alguno quedó vivo?.

– No me importa la verdad.

— Que?.

– Estás rara sabes?.

— Rara yo?, Lo dice la que reacciona como si nada hubiera pasado.

– Ahhh...relajate... simplemente desde la muerte de mi hermano ya nada me importa..

— Hum...lo siento

– Tranquila...

Esa escusa estaba ya muy trillada, simplemente quería evadir el tema.
Ella se quedó por un rato hasta que se fue pues estaba aún agotada porque en la noche no pudo dormir bien.
Yo me quedé en la soledad de mi casa.

La Culpabilidad (En Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora