Capitulo III
Fui cuidadosa al arreglarme, me gusta verme bien pero ser simple también es algo que me gusta, me gusta todo!, Teresa me esperaba abajo junto con Dylan, mi mejor amiga y mi hermano.
— Leonora que te tardas?!, Mueve que vamos a llegar tarde!.
Grito Dylan desde las escaleras.
Baje con alegría silbando la canción de Bird Song de Tessa Violet, sentía una alegría en ese momento, no había nada nuevo, pero cada día era más y más alegre para.
– Por que tan apresurado hermanito?, Acaso ya quieres verte con Scarleth?.
Respondí con picardía y Teresa soltó una carcajada, Dylan estaba rojo.
— Considerare que no dijiste nada, ahora andando.
— No sabes negar las cosas no?.
Menciono Teresa, sin mucha prisa nos fuimos en camino al instituto, veía a los dos hablando mientras yo caminaba, no podía evitar acariciar a cualquier gatito o perrito en la calle, uno en excepción me llamo la atención, pero no fue solo a mi, Teresa y Dylan también.
Un Husky bebé junto a un gatito negro en una caja.
— Pero que degenerado habrá dejado a estos animalitos solos?.
- No lo se...pero yo no puedo tenerlos.
– Dylan y yo si!, Aún nos da tiempo de ir y venir?.
— Los llevaré yo, ustedes vayan a clase.
- Si!.
Hicimos caso a la orden de Dylan y fuimos a clases, vivimos en nuestra burbuja y no nos gusta problema ajeno por lo que técnicamente digo que el día estaba muy tranquilo, hasta que...
* Dónde está mi reloj!?
Quizás todo lo malo de los días era esa compañera, no me se su nombre solo se que es una engreída.
Este problema empezó a escalar muy alto.
× Oye tu, se que tu lo tienes!
~ Yo no tengo nada, dejame en paz.
Era un fastidioso, vivía bajo la mini falda de mi compañera, empezaron a tratar mal al chico, me tomo por sorpresa que sea el quien tuviera el reloj, pero, parecía perplejo, empezaron a burlarse de él y yo no iba a tolerar ese comportamiento.
Ese chico era muy callado, dibujaba, tenía buenas notas y no tenía amigos, totalmente tranquilo, porque lo hacen?.
* Ladrón!.
– Ah por amor a Cristo ya basta!, Eso es Bullying y mentiras, ya el dijo que no sabía cómo llego eso ahí, les sonara mal pero desde que llegue el no se a movido de su puesto, déjenlo en paz, si no metete conmigo grandulon...
- Leonora no...
× Entonces la niñita cree que puede contra mi no?.
— Bryan métete con alguien de tu tamaño.
Dijo mi hermano imponiendo su fuerza ante el, si, mi hermano era algo problemático, pero de esos defensores.
Es un héroe.
× Ahora van a defender a un ladrón, vaya cosa!.
— Y tu buscando atención, no es culpa del chico que no te den atención en tu casa.
× Hijo de..
Salvados por la campana, mi hermano nunca cambio semblante de confianza, Teresa muy preocupada me llevo a sentarme, estaba nerviosa.
– Enserio le vas a tener miedo a el?, Ni que fuera nuestras madres, si el nos toca va a la cárcel, no te preocupes.
- Lo se...pero tenía miedo de que te hiciera algo, Leonora, no quiero que te hagan daño.
Me miró con preocupación.
Desde muy pequeñas ella me a cuidado siempre, se que soy muy lanzada a la acción pero no iba a permitir que cometieran injusticia.
Solo asentí y bese su mejilla para ver que la profesora entro, todos en nuestros puestos.
Lo demás de la rutina mañanera paso con calma, fui a las gradas de la cancha deportiva del instituto, me senté a comer mi desayuno, era descanso, Teresa ocupada y mi hermano con su novia.
Escuché a pocas que alguien estaba atrás de las gradas, por curiosidad y sin miedo guarde mis cosas, baje para ir paso a paso hasta verlo.
Era mi compañero herido, al verme, sus ojos azules vieron a otro lado.
– Quieres ...Quieres ayuda?.
Me acerque a el y extendí mi mano hacia a aquel, note su mirada en mi, parecía, asombrado.
