Dominik:
De nuevo estoy en ese sueño, el sueño en el que estoy en un barranco y si me paro en la punta de éste puedo tener una vista hermosa, pájaros, montañas, ese río azul que aunque es tan hermoso me es tan aterrador como si el caer en él significara caer y hundirme en todos mis temores y malos recuerdos y ese bosque tan misterioso y hermoso como siempre, todo es igual, yo sentado en el barranco viendo todo pero... ¿Qué? ¿Jenette? Ella esta en la orilla del río viendo hacia el bosque... llorando. De pronto comienzo a sentir como la última vez, como si me extrajeran de aquel lugar, de aquel sueño y toda la vista se va alejando. Creí que despertaría pero no... me encuentro en mi habitación, Jenette me hace plática como todas las mañanas, yo estoy perdido en sus ojos, luego veo la hora y me levanto apresurado, ella sólo me observa con tristeza, quien sabe que le habré dicho, salgo de casa con mi maletín, mi reloj y un café, minutos después un chico pasa en patineta y me tira el café encima, estoy enojadísimo pero sigo caminando y maldiciendo en voz baja, luego como si el universo me jugara una broma mi maletín se rompe pero por suerte mis papeles no salen volando, sólo se rompe la manigueta, cuando ya voy a llegar pasa otro hombre apresurado y me empuja un poco pero bruscamente, enojado me volteo para decirle que tenga cuidado pero mi muñeca se golpea con un poste, mierda, mi reloj se rompió, llego y mi secretaria me dice "Tarde, señor Volkova" le digo que lo sé y que si ya están todos en la junta, responde que sí y que me esperan y entro, hago todo bien y de pronto Jenette entra, todos la ven, ella me ve , se percata de algo, se disculpa y sale apenada, todos me miran expectantes. Lo siguiente que veo es nada, todo es negro, parpadeo unas veces y de pronto ahora estoy en la calle, esta calle la conozco pero no la recuerdo y siento como si ya hubiera estado ahí... miro mi reloj y son las 10:57, escucho gritos bajos a mis espaldas, me volteo y... ¿Jenette y yo? ¿Qué es esto?, estamos peleando pero no sé porque, ella levanta los brazos desesperada y dice "¡ESTO ES EL COLMO DOMINIK, YA NO PUEDO MÁS. HASTA AQUÍ LLEGO YO!" miro mi reloj y son las 10:58, ella pide un taxi y éste se detiene, escucho como ella le da la dirección y se sube con el vidrio abajo y el conductor le pregunta "¿El joven no viene?" a lo que ella me mira, bueno, a mi yo en el sueño y me quedo estático, ella con tono de enojo y decepción responde "No, señor" y es ahí cuando veo al señor, no se me hace conocido pero siento que ya lo había visto, él vuelve a preguntar "¿Segura que el joven no viene?" y en cuanto ella responde "Segura." se van, me doy vuelta, miro mi reloj justo cuando cambia de 10:59 a 11:00 y escucho un estruendo, volteo y está el taxi en el que Jenette iba, con los vidrios rotos y destrozado, un camión que llevaba no sé qué estaba junto al taxi pero estaba casi intacto, Jenette chocó, volteo a verme y estoy paralizado pero en un momento reacciono y mientras voy corriendo hacia el lugar del accidente voy llamando a emergencias, después de unos minutos llegan y sacan con demasiado cuidado el cuerpo de Jenette, no sé si está muerta pero se ve tan frágil y calmada, la suben a la ambulancia y yo voy ahí llorando como loco, los paramédicos están desesperados intentando estabilizar sus signos vitales, quiero ver más, saber que pasa y saber por qué todo se siente tan real, comienzo a sentirme mal, comienzo a llorar y de nuevo es como si me succionaran, me voy alejando de toda esa escena pero antes de despertar me veo en una sala de espera y hablando con un hombre en bata, no sé que me dice pero yo comienzo a llorar y gritar e intento entrar a una habitación y seguridad comienza a tomarme de los brazos y me seda y es todo, lo siguiente que veo es negro y el sonido del despertador de mi celular me despierta, me levanto.
- Buenos días, amor.
Dice Jenette acariciando mi cabello y estando frente a mi.
― Bueno días, corazón.
― ¿Cómo dormiste?
― Yo, ah... tuve un sueño bastante raro...
― Lo sé, cariño, hablas dormido.
― ¿En serio? ¿Qué dije?
― Lo raro no era lo que decías si no como lo decías. Decías horas, es decir, primero dijiste 10:57 y lo dijiste con la respiración un poco agitada, 10:58 y estabas un poco nervioso y 11:00, esa hora la dijiste enojado, triste y soltaste unas lágrimas. ¿Qué soñaste? - me dijo un poco preocupada acariciando mi cabello -
― Nada importante, sólo que... -miré la hora y mierda que era tarde- ¡ME LLEVA LA QUE ME TRAJO!
― ¿Qué? -dijo Jenette confundida-
― Se me hace tarde para el trabajo.
Dije mientras caminaba de un lado a otro arreglándome lo más rápido posible. Miré de reojo a Jenette mientras me perfumaba y ella me miraba como... como en mi sueño... baje a la cocina, tomé mi café y mi maletín, y me puse mi reloj. Salí de casa.
Iba a toda marcha viendo el reloj cada 5 minutos, en una de esas que miré mi reloj un chico en patineta paso a toda velocidad, ni siquiera sé de donde salió ni a donde fue pero tiró todo mi café sobre mi corbata y ¡BOOM! Deja vù, justo como en mi sueño, me detuve un poco confundido y escuche un ligero susurro "No la dejes ir" me sentí raro pero luego seguí caminando a paso rápido, seguro es casualidad y el sónido del viento, pensé. Seguí caminando y... no puede ser... mi maletín se rompió, esperaba que los documentos que traía dentro salieran volando pero no... justo como en mi sueño, esto ya no podía ser coincidencia y yo comenzaba a asustarme, de nuevo ese susurro casi imperceptible "No la dejes ir" sólo faltaba mi reloj, no podía dejar que lo rompieran, si cambiaba algo tal vez no pasaría el resto, como romper la cadena. Me la pasé cuidando mi reloj, un hombre venía a paso rápido y justo cuando me iba a golpear lo esquivé, ¡SÍ, MI RELOJ ESTÁ BIEN!.
Parece que hablé antes de tiempo, porque una mujer pasó súper rápido, tan rápido que mi manó se movió con un poco de fuerza pero con la suficiente como para romper mi reloj, lo sé porque golpee mi muñeca con un poste y mi reloj estaba roto... entré a mi trabajo nervioso, enojado y apurado, vaya forma de comenzar el día.― Tarde, Señor Volkova.
― Ah... ehm... sí. Verónica, ¿Ya están en la junta?
Dije nervioso porque me dijo lo mismo que en el sueño.
― Sí, sólo lo esperan a usted.
― Bien.
Iba camino a entrar y entonces recordé que en mi sueño Jenette interrumpiría la junta. Pensé que si le decía a Verónica que no dejara entrar a nadie eso cambiaría y la cadena se rompería.
― Oh, Verónica, por favor, no dejes entrar a nadie bajo ninguna circunstancia.
― ¿A nadie?
― Nadie, Verónica.
― Está bien, Señor Volkova.
La junta transcurrió como yo esperaba, expliqué todo el plan de la nueva inversión que haríamos, los nuevos planes de negocios, etc. Sin ninguna interrupción. La junta terminó y al parecer a los inversionista les gustó pues dice Verónica que pidieron otra junta para firmar los contratos. Iba camino a casa tranquilo pues algo había cambiado, es decir, rompí la cadena. Llegue a casa y...
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