•caos in the spiderverse

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¿Alguna vez has experimentado como un día común, se va al caño en cuestión de segundos?, de una forma tan rápida y extraña que ni siquiera sabes que pasó exactamente.

Pues Jayden sí, y lo único que corría por su mente era su propia voz diciendo "Esto era malo, muy malo".

Lo único que hizo fue sacar el frasco donde estaba la masita, en lo que ordenaba un poco sus cajones. Fue un descuido el haber olvidado que el objeto de vidrio estaba a la orilla y el golpearlo tampoco estaba en sus planes. Su sentido arácnido se alteró al oír los pedazos de vidrio esparcirse por el suelo, así que buscó devolver a la criatura a otro contenedor lo antes posible.

Encontró una botella de plástico entre sus cosas, no era lo que tenía en mente, pero serviría. Definitivamente le diría a su madre lo que se halló en el cuartel, para deshacerse de este y dejarlo en un lugar más seguro.

Pero entonces, ¿Qué era lo malo? Bueno pues, resulta que Jayden estaba desesperado por atraparlo y sin pensar en las posibles consecuencias que implicaba el tocar directamente esa cosa, la tomó entre sus manos. La criatura negra no tardó en retorcerse en sus palmas, se agitaba al mismo tiempo en que se fusionaba con las extremidades del pelirrojo. El de apellido Stacy trató por todos los medios que se le pudieron ocurrir para despegarlo, pero ya era tarde, el slime había desaparecido en su piel.

El corazón del pecoso sufrió un microinfarto al imaginarse todas las cosas horribles que pudieran pasarle a continuación,...pero nada ocurrió. Tocó su pecho, piernas, brazos, cara,...pero nada extraño.

-Jayden- la voz de Gwen lo ayudó a dejar de disociar, aterrizando en la idea de ir a la enfermería del cuartel para darse un chequeo rápido. -Vamos atrasados. Tu tío Miles dijo que les tenía una sorpresa-

El Omega observó la hora de pasada, pegando un pequeño salto y agilizando sus pasos. No tenía idea de lo que le pasaba hoy, pero había comenzado el día de una forma peculiar y eso era mucho decir para el descendiente de GhostSpider.

El chiquillo paró en seco antes de cruzar el umbral de la puerta de su habitación. Sintió una gran sed de repente y una necesidad inmensa de lavar su cara con agua muy fria, pues el calor que comenzaba a sentir era más insoportable que el de su propio celo. De este modo, aterrizó en el baño a tropezones, sosteniendo su cuerpo sobre el lavamanos mientras escuchaba su estómago rugir. ¿Tenia hambre?, pero si ya habia desayunado un plato repleto de panqueques.

Procedió a soltar un suspiro pesado, aire que no sabia que estaba conteniendo. Quiza por eso sentia que se ahogaba, pero aun no se mareaba asi que todo iba bien desde su punto de vista.

Se quedó inmóvil frente al espejo por unos segundos, viendo su reflejo; el cual, poco a poco iba modificando la forma de sus ojos, cambiando de su color azul a un blanco profundo e interminable.

"Hola Jayden", exclamó una voz femenina y gruesa muy dentro de su cabeza, asustándolo con justa razón al no saber que estaba ocurriendo.

-¿¡Qué carajos?! - su primer reflejo fue golpear la extraña imagen frente a él, lo que fue una mala idea al notar como quebró un segundo vidrio esa mañana. Y no solo eso, su nudillo comenzó a sangrar gracias al impacto; sin embargo, esto no pareció importar al ver como al instante su piel estaba como si nada. -¿Pero qué está pasando? -

"Puedo hacer mucho más que solo curarte"

-Debo estar soñando. Seguramente con un poco de estiramiento despertaré por completo- ignoró la oración anterior, dando pequeños golpes en su cabeza. Eso se ganaba por quedarse hasta tarde viendo videos random en YouTube.