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Los glitches ardían más de lo que se imaginó, con cierta razón Peter y los demás mostraban muecas de dolor cuando eso sucedía. Era como si una corriente tocase cada punto sensible de tus nervios y explotaran en pulsadas cual espinas en las partes más débiles.

Sus átomos volvieron a acomodarse luego de una distorsión de varios segundos, aterrizando en calles repletas de gente y música típica de la región. La melodía llenaba cada rincón de Mumbattan mientas Miles volaba por los cielos aun con el impulso que el portal le otorgó al pasar por este.

Logró apuntar su lanzador en un edificio al lado de donde se encontraba Gwen, balanceándose hasta alcanzar a la rubia.

"¿Vieron eso?, mis poderes son increíbles", la voz de la mancha les habia dado su ubicación exacta a ambos arácnidos. El villano jugaba con sus portales abriendo uno tras otro buscando rastros del cuartel de la compañía para la cual trabajaba antes. Habia rastreado un colisionador en perfecto estado en esa tierra y tenia que encontrarlo. "Si me viera al espejo ahora ya no me reconocería".

—Anomalía a la vista— indicó a Miles moviendo su mano derecha a modo que el moreno comprendiera que quería rodearlo para que se quedase quieto.

Pero la criatura dimensional era difícil de seguir el paso, pues ahora ya estaba frente a ellos, sino al lado de una familia que parecía atascada en el tráfico. "Disculpen nativos...wow cuatro personas en una motito. Eso es peligroso", los Indios miraron horrorizados a la forma monocromática salir del agujero negro.

"¿Saben dónde esta Alchemax?", probó suerte con una pareja que almorzaba en un restaurante al parecer lujoso, pero corrió con la misma reacción que los anteriores. Si no es que peor.

"Es donde hay un gran colisionad...augh", Finalmente la Alfa consiguió atraparlo entre sus redes cuando este se distrajo con un par de ancianas en un balcón.

—¡Oye vaquita!— Gwen se dirigió a toda velocidad y fuerza, con puño cerrado directo al ¿rostro? del sujeto.

—De donde vengo eso es muy grosero— se quejó. Su voz sonaba como si tuviese algo atorado en la garganta, talvez fue el camarón que le robó a la pareja de antes.

—No te muuevas

—Bien, no lo haré — musitó para luego abrir un agujero lo más contiguo a su adversaria. —¡Patada en la cara!—

La chica perdió el equilibrio y aturdida caía rápidamente por aquellos pies de altura. "A que esa no te la esperabas", dijo la mancha al momento en que se liberaba de su trampa rígida y molesta. La tela de araña parecía suave, pero se endurecia al momento que tomabas acción de safarte.

"Ay no"

Miles desvió su camino y dejó avanzar al sujeto, su prioridad ahora era rescatar a la Alfa. —Te tengo— habló victorioso viendo como su tela envolvía la cintura de la contraria y la suspendía en el aire. Sin embargo, otro glitch irrumpió en su cuerpo causando que ambos estuvieran en peligro ahora.

"No, no ,no", repetía tratando desesperadamente de que su lanzador funcionara para ponerlos a salvo.

Sus ojos viajaron a todos lados en busca de un plan b antes de ver como los segundos más estresantes de su día se terminaban al ser sujetados por los que parecían dos yoyos. El objeto los hizo aterrizar ilesos sobre unos cables de teléfono, pudiendo así los dos amigos regular su respiración.

Recuperándose del susto anterior, Gwen y Miles se dirigieron hacia el chico que les habia salvado. Un Spiderman de traje bastante vivaz, un lanzador que no habia visto antes y un cabello bastante sedoso a simple vista.

•caos in the spiderverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora