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Durante los meses de junio y julio, el circo de los Hermanos Kim pasó el ecuador de la gira mientras se dirigía hacia el oeste a través de pueblos de Pensilvania y Ohio. Algunas veces seguían el curso de un río: Allegheny, Monongahela, Hocking, Scioto y Maumee. Actuaron en pueblos pequeños que habían sido olvidados por los circos grandes, pueblos mineros con las minas cerradas, pueblos con molinos abandonados, pueblos con fábricas clausuradas. Los circos más famosos podían haber olvidado a la gente común de Pensilvania y Ohio, pero el de los Hermanos Kim la recordaba y la función continuaba.

La primera semana de agosto, el circo llegó a Indiana y ChanYeol nunca había sido más feliz en su vida. Cada día era una aventura. Se sentía como si fuera una persona diferente: fuerte, confiado y capaz de defenderse por sí mismo. Desde la fuga de Sinjun se había ganado el respeto de los demás y ya no lo trataban como a una paria. Las showgirls intercambiaban chismes con él y los payasos le pedían opinión sobre los trucos nuevos.

Baekho lo buscaba para hablar de política y lo ayudaba a mejorar el tono muscular con las pesas.

Y BaekHyun pasaba un rato con ChanYeol todos los días salvo que estuviera SeHun cerca.

—¿Has estudiado psicología? —le preguntó BaekHyun una tarde a principios de agosto cuando estaban almorzando en el McDonald's de un pueblo donde estaban actuando, al este de Indiana.

—Durante unos meses. Tuve que abandonar el colegio antes de terminar el curso. —ChanYeol cogió una papa frita, la mordisqueó y luego la dejó donde estaba.

La comida frita no le sentaba bien últimamente. Se puso la mano sobre el vientre y se obligó a concentrarse en lo que BaekHyun decía.

—Creo que estudiaré psicología. Lo digo porque, después de todo lo que he pasado, creo que podría ayudar a bastantes niños.

—Seguro que sí.

BaekHyun parecía preocupado, algo raro en él. Sin embargo, el menudo adolescente se mostraba animado cuando estaban juntos. Aunque ChanYeol sabía que el tema del dinero robado le pesaba en la conciencia, el joven jamás lo había mencionado.

—¿Te ha dicho SeHun algo de...? ¿Se ha reído de lo tonto que fui y todo eso?

—No, BaekHyun. Te aseguro que ni siquiera ha vuelto a pensar en ello.

—Cada vez que me acuerdo de lo que hice me muero de vergüenza.

—SeHun está acostumbrado a que las mujeres y donceles se le echen encima. Si te digo la verdad, no creo que se acuerde siquiera.

—¿De veras? Creo que sólo lo dices para que me sienta mejor.

—Le caes genial, BaekHyun. Y te aseguro que no cree que seas tonto.

—Parecías muy cabreado cuando nos encontraste juntos.

ChanYeol contuvo una sonrisa.

—No es muy agradable para un doncel mayor ver como un chico va detrás de su hombre.

BaekHyun asintió con aire de entendido.

—Sí. Pero, ChanYeol, no creo que SeHun le echara un polvo a nadie que no fueras tú. Te lo juro. Les he oído comentar a Wendy y a Sunmi que ni siquiera las mira cuando toman el sol en biquini. Creo que les jode mucho.

—BaekHyun...

—Lo siento, les fastidia mucho. —Desmigó distraídamente la corteza del pan. —¿Puedo preguntarte una cosa? Es sobre... bueno..., sobre cuando se mantienen relaciones sexuales y todo eso. Lo que quiero decir es, ¿no se siente vergüenza?

ChanYeol se dio cuenta de que BaekHyun se había estado mordiendo las uñas y supo que no era porque le preocupara el tema del sexo, sino porque sentía remordimientos de conciencia.

𝑘𝑖𝑠𝑠 𝑎𝑛 𝑎𝑛𝑔𝑒𝑙 || sᴇʏᴇᴏʟDonde viven las historias. Descúbrelo ahora