Cuando se cumple 16 años lo que escribe tu alma gemela en su piel se coloca en la tuya.
Cuando Harry cumple 16 años, abusado y buscando protección y amor decide escribir en su brazo un tentativo "¿Hola?"
Para su mala suerte Tom Riddle Alias Voldem...
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————— Chapter 005: La cámara secreta y una pluma de sangre —————
Dos semanas pasan con una rapidez abrumadora y me hacen dar cuenta que el tiempo parece estar más acelerado de lo normal. Siento que no leo lo suficiente rápido, no investigo, no hay tiempo.
Me estoy quedando sin tiempo.
Y el maldito Voldemort aún no me ha hablado, si está en pánico o si me odia debería al menos tener la maldita decencia de decírmelo.
Según hemos investigado todo se remonta a los cuatro fundadores de Hogwarts, toda documentación empieza en la época de antes de la creación del colegio donde estamos ahora mismo. Ellos son la maldita clave y no sabemos si podremos encontrar suficiente investigación para saber que hacer a continuación, así que a pesar de que odio este lugar he decidido bajar solo a la cámara secreta.
El lugar huele a polvo y humedad, el moho llega a mis fosas nasales e intento no vomitar. Miro con curiosidad el cadáver del basilisco y siento un poco de pena por haber matado a la criatura que solo hacía lo que le ordenaban, no era su culpa de la misma manera en que no era la mía, me acerco al cuerpo y observo como aún mantiene toda su piel y casi parece que está durmiendo.
Más vale que siga muerto.
Ignoro al basilisco para empezar a caminar por el lugar, aún está mojado y sufro por mis zapatos empapados y el frescor que puedo notar subiendo por mis calcetines húmedos. El lugar en si no es mucho, es igual a lo que mis pesadillas me recuerdan y sigo caminando con el único sonido del chapoteo de mis pies al caminar.
-¿Hola?- Decido hablar en parsel y mi idea parece acertada cuando se oye un sonido sordo, haciéndome dar un paso atrás cuando el castillo mismo parece temblar bajo mis zapatos mojados. Todo brilla en un color dorado con pequeñas motas verdosas y debo cerrar mis ojos para no quedar ciego, me duelen los párpados cuando aprieto más mis manos y aún así puedo llegar a ver el brillo.
Cuando siento que vuelve la oscuridad retiro mis manos y observo la puerta dorada a un lado del cuerpo del basilisco, tiene dos serpientes más pequeñas las cuales parecen mirarme, me adelanto hacia allí, dando un salto por la cabeza del muerto y encaminándome hacia esa puerta con una pizca de inseguridad.
-Nos has invocado.- Sisea una de las serpientes y mis cejas se alzan.
-¿He hecho eso?
-¿Qué quieres?
-Solo busco información.
-Mataste a Doll, lo vimos.- Miro hacia el basilisco con una mueca, murmurando un "perdona, Doll."
