Veintiséis

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Los roles habían cambiado, permanecía encima de Jungkook mientras él no paraba de besarme sin cesar, nuestras lenguas se encontraban formando un beso de lo más sucio.

— iremos con calma, vale, has lo que quieras conmigo.— su tono fue dulce pero ronco. Su celular vibró, pero ignoré aquel detalle centrándome en él.

La falda de uniforme se había levantado dejando mis muslos descubiertos, mi camisa había quedado tirada en algún lugar del pasillo de la mansión.

Le comí la boca como él solía hacerlo conmigo, mis manos acariciaron su abdomen por debajo de su camisa y comencé a mover mis caderas restregando mi coño contra su erección pronunciada.

Las manos de kook acariciaron desde mis caderas hasta las costillas y luego se dirigió a mi espalda justo en el broche de mi sujetador.

— Me ha jodido verte con ese imbécil..— murmuró y mordisqueo mi labio inferior logrando prenderme más. En un ágil movimiento desabrochó mi sujetador dejando estos descubiertos.

— y a mí me jode que cada que salgamos haya una mujer detrás de ti.— ataque y sonrió de una manera burlona, tocó mi labio inferior con su dedo pulgar.

— me traes muy mal, muñeca…— susurró para luego volver a besarme.

Con desesperación quite su camisa y me apegue a él, gruñó gustoso, cuando mis pechos se restregaron en el suyo, mi mano derecha acarició el tatuaje que llevaba en la costilla derecha.

Llevaba mi jodido nombre y eso ninguna otra lo lograría.

Hundió su rostro en mi cuello y dio una pequeña mordida para luego comenzar a agarrar confianza y succionar y besar el resto de piel.

Me parecía irreal ver a Jungkook tan cuidadoso.

Sus grandes manos acariciaron mis pechos apretando levemente estos, mientras besaba mis clavículas. Cerré los ojos ante la exquisita sensación de sus labios, recorrer cada centímetro de la zona y cuando tomó mi pecho derecho, gemí de una forma aguda, sentí escalofríos pasar por mi columna y mi coño aún más húmedo que antes.

Dejé que atendiera mis pechos por breves minutos y luego me levanté de su regazo, quitando la falda de uniforme junto a mis bragas, quedando completamente desnuda frente a él. Podía sentir su mira lascivia y lujuriosa.

— ¿Eres mía?— preguntó y sonreí dándole una mirada coqueta. Volví a su regazo y con ambas manos en su pecho di un leve empujón logrando qué se recostará por completo en su cama.

— La verdadera pregunta es.. ¿Eres mío jeon?— susurré rozando sus labios contra los míos, sintiendo las suyas en mi trasero.

— lo soy, muñeca.. Todo tuyo.— aclaró y cuando quiso besarme alejé mi rostro iniciando un camino de besos por su cuello, besé su manzana de Adán que no paraba de subir y bajar.— eres una tramposa.— se quejó al no lograr besarme.

Bajé a su pecho y besé este con cariño. Levanté la mirada encontrando esos ojos grandes, mirándome cuál lobo a su presa.

— ¿Por qué tenías que ser tú?— pregunté cómo alguna vez él lo hizo conmigo.

— al final logré enamorarte..— susurró e hizo un movimiento rápido, quedando ahora yo debajo de él.

— Mhm, puede ser.. Pero yo ni siquiera tuve que mover un solo dedo.— saqué en cara divertida provocando qué riera

Besó mis pechos para luego terminar de quitarse el pantalón formal y el bóxer negro. Debía admitir que a Jungkook le quedaba perfecto el bóxer y más con una erección. Pero se veía aún mejor, de este modo, desnudo y con la polla más parada que otra, pegada a su abdomen por lo duro y sensible que se encontraba.

Doll's House.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora