↪ Mamá despierta por favor, papá te engaña con una prostituta y tu hijo fuma marihuana..
"Todo el mundo piensa que somos perfectos, por favor no dejes que vean a través de las cortinas."
Diviso su cabellera roja frente a la puerta de la habitación donde descansa Yunsu, está entretenida hablando por teléfono y frente a ella está seok-jin quien sostiene un ramo de girasoles. Camino de forma apresurada, dejándome llevar por la cólera que siento. Tomó su brazo bruscamente y apego contra la pared al lado de cuarto de yunsu.
— ¿Qué mierda haces aquí?— inquiero y su rostro sorprendido pasa a uno burlón.
— Mi amor, tardaste mucho.— trata de besarme, pero aprieto su brazo con más fuerza, logrando qué se quejará por lo bajo.— suéltame…— pide y ahora soy yo quien sonríe.— Jungkook, me lastimas.
— Me vale mierda si te lastimo o no. ¿Qué mierda haces aquí Song Shuang?— inquiero tratando de no gritar, pues, el personal del hospital pasa por los pasillos dando una que otra mirada sorprendida.
— Vine a visitar a mi cuñada, ¿A caso no puedo?— su tono irónico y burlón me jode aún más. seok-jin no interviene, solo le da una mirada juzgadora e ingresa a la habitación dejándome con ella.— ¡Jungkook!— chilla cuando mi mano izquierda aprieta su cuello dejando libre su brazo.
— Habla, no tengo todo el día. ¿Qué carajos haces aquí?
— Quiero mis cosas, por eso vine.— es directa y borra la sonrisa de su rostro.— Entraste a mi departamento y robaste mis cosas. Las quiero de vuelta.
— Ya es tarde shuang, son días contados los que tiene jung-su en libertad.— sus ojos se clavan en los míos, incrédula tiembla.— Te vas a hundir con él, te vas a joder… Todo va a acabar, Song.
Su rostro pálido, su cuerpo tembloroso y sus ojos llorosos, esa imagen me complace. Son pocos minutos los que tarda en abofetearme y solo suelto una breve risa.
— estás jodida.
— eso lo veremos.— me empuja y aunque no puede siquiera hacer que de unos pasos atrás por su débil fuerza. Me alejo de ella.— Te voy a destruir Jeon Jungkook.
— hazlo.— sonrió de lado.
No dice más, se marcha del hospital y suspiro aliviado. Tomó una bocanada de aire e ingreso a la habitación donde seok-jin está acariciando el cabello de yunsu mientras retiene las lágrimas.
¿Cuándo despertarás, muñeca?
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Min jung-su;
Frente a mí está shuang, quien llora cuál niña caprichosa. La cabeza me duele y estoy a punto de perder la paciencia. No puedo concentrarme, no puedo pensar en mi siguiente movimiento, me ha jodido todo. Jungkook ya sabe la verdad y no dudo que Mi-suk tenga mucho que ver en esto.
— ¿Puedes dejar de llorar?— inquiero entre dientes, fastidiado.— pareces una niña caprichosa a la que le han quitado un juguete.
— Jungkook me va a destruir, jung-su.— suelta clavando su mirada en mí y sonrió con burla.— ¡Dijiste que sería mi marido!— su siguiente grito seguido de su puñal golpeando mi mesa me hace levantar furioso.
