Vada
-Solo bésame.- Dije, ya perdiendo la paciencia. Akira quedó totalmente sin reacción alguna así que decidí hacerlo yo. Muy rompecorazones y todo pero no se atrevía a darme un simple beso.
Me pegué más a ella, quien miraba cada uno de mis movimientos atentamente y me acerqué lentamente dispuesta a besarla, tomándola de la cara. La ojiverde me miraba directamente a los ojos, éstos parecían ponerse de un color más intenso, cómo un verde oscuro. Sentí un cosquilleo en la parte baja del estómago. Akira me miraba los labios y yo se los miraba a ella, ansiosa de probarlos. Decidí no esperar más y uní nuestras bocas para comenzar a besarnos lentamente, con ritmo. Sentía que nuestros labios eran el uno para el otro, encajaban perfectamente. El beso tomó un ritmo más rápido, ambas ansiabamos esto. Akira me tomaba del cabello y cada tanto se separaba de mí para mirarme fijamente a los ojos, para luego volver a besarme. Sentía como escalofríos recorrían todo mi cuerpo cuando me tomó de la cintura y pegó nuestros cuerpos.
No quise esperar más y me quité la camiseta, para volver a besarla, aunque ahora ella parecía incómoda con la situación. Continué besándola hasta que ella me alejó.
-Oye, no haré esto. No me malinterpretes, obviamente quiero hacerlo contigo en algún momento pero aún estás herida, tanto física como emocionalmente y no creo que sea lo correcto, prefiero que vayamos más lento, ¿Está bien?- Me frenó. Me sentía un poco devastada, pero lo que decía tenía sentido.
-Tienes razón, creo que solo necesitaba hacerlo para olvidar por un rato la mierda que pasé en este último mes.- Admití. Akira me abrazó, aunque yo solamente estaba en brasier, era muy cómodo sentirla cerca, brindándome apoyo.
-Vamos, vístete y vamos a mi casa si quieres, o seguimos un rato en la fiesta, cómo tu quieras.-Me dijo la ojiverde.
-Mmm.- Dudé.- Vamos a tu casa. Quiero ver a Keigo.- Dije mientras me colocaba la camiseta.
-¿Acaso solo quieres pasar tiempo conmigo porque tengo un perrito?- Cuestionó.
-Sí.- Respondí, para luego echarme a reír. Akira solo hizo un puchero.
¡Mierda! ¡Olvidé que mamá vendría por mí a las tres! Prácticamente corrí a avisarle que pasaría la noche con Cara, ya que si le decía que iba a pasar la noche con la bajista que apenas conocía, me mataría. Ella accedió sin problema.
Me encontraba con Akira yendo a buscar su bajo, él cuál estaba detrás del escenario. Al llegar, no esperaba encontrarme con su compañero de banda. Suspiré.
-Hola preciosa, veo que volviste, ¿Acaso te arrepentiste de no haberme besado?- Preguntó, demasiado cerca para mí gusto. La verdad es que Lin era muy guapo, cualquier chica querría estar con él, pero yo no era una de esas chicas la verdad.
-Hola Lin, solo estoy esperando que Akira recoja su bajo.- Respondí, encogiéndome de hombros.
-¿Por qué estás con ella? Es decir, juega con todo el mundo, y tú no serás la excepción. Recuerda lo que te digo, yo soy la que la conoce hace años, además, es una drogadicta.- Dijo, para luego alejarse. Eso me había entristecido un poco, ¿Realmente Akira jugaría conmigo como lo hizo con todas las demás personas? ¿Y cómo era eso de qué era una drogadicta, ¿Será verdad?
La chica me sacó de mis pensamientos cuando se acercó con su bajo y me hizo una seña de que nos vayamos.
-¿Qué te dijo Lin?- Preguntó, un tanto molesta.
-Nada.- Respondí un poco triste.
-Vamos, puedo ver esa cara triste, dime por favor.- Insistió.
-Bien, dijo que eres una drogadicta, ¿Es eso cierto?- Pregunté con miedo a lo que fuese a responder. Akira dejó de caminar y se quedó quieta en su lugar, mirando al suelo. No emitía palabra alguna, hasta que se dispuso a hablar.
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Akira&Vada.
RomanceAkIra y Vada, una pareja un poco inusual pero que casualmente conectan de una manera reconfortante. Mientras una de ellas pasa por conciertos, entrevistas, amores, consumos y una vida de ensueño; Otra pasa por todo lo contrario, dejándole traumas qu...