Akira&Vada.

pain.

Vada

-¿Hola? ¿Qué sucede Teo?- Pregunté un tanto confundida por su llamada.

-Vada, dejame recogerte y que hablemos las cosas por favor, ¿Estás con Cara en ese bar, no? Por favor Vada, te necesito, por favor.- Suplicó llorando, sabiendo perfectamente que yo no podía soportar eso. Creo que estaba manipulándome.

-Okay, okay, pero no me recojas, yo tomaré un taxi. Te veo en un rato, tranquilo.- No podía recogerme, no estaba con Cara, estaba con Akira EN SU CASA, eso se vería muy mal.

-Esta bien, te amo Vada, te amo.- Sollozó.

-Ya, ya, tranquilo, ahora nos vemos, adiós.- Dije y finalicé la llamada.

Mi noche venía demasiado genial, algo tenía que salir mal, pero quizás, solo quizás, Teo habría cambiado y podríamos ser la pareja feliz que alguna vez fuimos.

-Akira, debo irme, lo siento mucho.- Dije tristemente.- No me malinterpretes, lo he pasado genial, pero Teo me llamó llorando y la verdad me preocupa que pueda llegar a hacer, tiene ataques de ira y ansiedad y de verdad me preocupa que se haga algo a él mismo.- Expliqué, viendo como Akira solo me miraba y asentía, se veía aturdida por lo que casi acababa de pasar entre nosotras, yo también lo estaba, pero ahora mismo me preocupaba mi novio.

Comencé a cambiarme mientras la ojiverde solamente miraba su celular, en completo silencio. Esto era un poco incómodo.

-¿Me abres la puerta?- Pregunté.

-Eh, claro, sí, ven.- Dijo y nos dirigimos hacía la entrada.

Nos quedamos frente a la puerta mirándonos por unos segundos, ninguna se atrevía a romper el silencio, pero el taxi acababa de llegar así que alguien debía hacerlo.

-Muchas gracias por todo, Akira. De verdad.- Dije para luego abrazarla. Ella se sobresaltó y al cabo de unos segundos, me devolvió el abrazo. Se sentía tan reconfortante abrazarla.

-Adiós, Vada. Nos vemos, ten cuidado.- Suplicó, ¿Acaso sospechaba qué Teo me golpeaba?

Salí, con solo mi vestido, y sentía como el frío calaba mis huesos, así que decidí correr hasta el taxi. Al entrar, le dije al taxista la dirección y emprendimos viaje.

Mi mente solo reproducía el momento en el que tenía a Akira a centímetros de mi rostro, casi sintiendo el sabor de sus labios. No sé si en realidad quería que eso sucediese, es decir, lo de besarnos. No sé si estaba agradecida con Teo por interrumpir, o si estaba enojada. No comprendía para nada mis sentimientos, por más que lo pensara, siempre volvía al principio. Nunca en mi vida me había llamado la atención una chica, pero es que Akira era Akira, era demasiado guapa, quizás era solo admiración o fanatismo lo que sentía por ella y lo estaba malinterpretando.

¡Ugh! ¡Es que realmente no lo sé!

Antes de que pudiese seguir pensando y frustrandome, ya estábamos frente a casa de Teo.

-Son $3, señorita.- Dijo el taxista, y automáticamente le pasé la cifra que me había dicho, para luego bajarme y ver a Teo sentado en el porche de su casa, esperándome.

Cuando me vió, automáticamente se puso de pie y corrió a abrazarme. Le devolví el abrazo con un poco de rechazo, aún no podía olvidar lo que me había hecho.

-Vamos, pasemos, hace mucho frío aquí afuera y te enfermarás.- Dijo para rápidamente llevarme adentro, y luego dirigirme a su habitación.

Realmente no quería estar aquí, temía que me haga algo.