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Tae-moo y Jude se encontraban en el parque, disfrutando de la tarde soleada. Mientras caminaban de la mano, ninguno de los dos pensó que estarían así, Jude solo había ido en busca del trabajo y por hacerle un favor a Young-seo, lo que en algún momento fue molestarse mutuamente, ahora era diferente, el amor había nacido de sus bromas y su interacción.
Se detuvieron frente a un hermoso lago, donde la tranquilidad del agua reflejaba la paz que sentían en ese instante. Mirándose a los ojos, sin decir palabra, sus corazones latían al unísono. Sin pensarlo dos veces, Tae-moo se acercó lentamente a Jude y la besó con suavidad. Los labios de ambos se encontraron en un dulce y apasionado beso, un secreto que solo ellos y los pequeños conocían en ese momento.
Sin imaginar la tormenta que se desataría por un beso, a unos metros de distancia se encontraba un detective privado que Ha-ri había contratado para seguir a Tae-moo, unas cuantas fotografías desatarían problemas que serían muy difíciles de arreglar.
Mientras tanto, Ha-ri llegaba al café donde el detective la había sitado para entregar la evidencia de la infidelidad de Tae-moo. Con el enoje recorriendo cada centímetro de su cuerpo regreso a casa, dónde no dudo en reclamarle a Tae-moo.
Subió al segundo piso, dónde sin tocar entro a la oficina de Tae-moo, el cual sonreía bobamente, pero al ver a Ha-ri la sonrisa desapareció, antes de siquiera poder decir algo, Ha-ri estampó su palma en la mejilla del contrario.
- ¡Tae-moo! -exclamó Ha-ri, su voz entrecortada por la tristeza-. ¿Cómo pudiste hacerme esto? ¿Acaso no te importa nuestra familia?- después de darle una cachetada que dejaría una buena marca, le arrojó el sobre dónde se encontraba la evidencia de su infidelidad-
Tae-moo, sorprendido por la cachetada de Ha-ri, sintió una punzada de culpa, pero también una ira reprimida que llegaba a su límite.
- ¿Yo? -respondió Tae-moo, su voz llena de dolor y frustración-. ¿Acaso tú nunca me has sido infiel? No puedes juzgarme por una debilidad momentánea cuando nuestra relación está llena de traición, no pienses que seguiré con este estúpido cuento de la familia perfecta, porque los dos sabemos perfectamente que el primero en romper la confianza del otro fuiste tú, ¿De verdad tienes el descaro de reclamar, cuánto tu te largas te por meses?- para este momento, los ojos de Tae-moo estaba cristalizados y su voz se rompía poco a poco-
Ha-ri, herida por las crudas palabras de Tae-moo, se sintió acorralada. Pero no estaba dispuesta a dejarlo escapar tan fácilmente. Aún que el decía la verdad no lo dejaría ir tan fácil, no importa cuál era el costo el se quedaría con ella, le gustará o no.
- ¿Entonces dejaras todo por esa zorra?, Dime Tae-moo ¿Estás dispuesto a perder a los niños y no verlos nunca más? -manifestó Ha-ri con determinación, manipulando los sentimientos de Tae-moo-
Tae-moo, temiendo perder a sus hijos, sintió un nudo en la garganta y las lágrimas asomaron a sus ojos. Ahora podía ver la verdadera persona que era Ha-ri ¿Quién era ella y dónde estaba esa mujer de la que se enamoró?
