|Misión|

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Akaza se encontraba en la fortaleza infinita, arrodillado frente a su líder Muzan, quien claramente se encontraba enojado más bien furioso, Akaza había fallado en matar a los cazadores y a aquel pilar en aquel momento y ahora Muzan realmente quería cortarle la cabeza a Akaza. El Demonio podía sentir claramente la aura pesada y sombría que lo rodeaba.

Estaba de rodillas ante Muzan y podia ver como este aguantaba sus impulsos de querer hacerlo explotar.

-Tenías una sola misión Akaza..

El nombrado bajo la mirada.

-Lamento haber fallado Muzan-sama, pero antes de que pudiera lograr mi cometido y asesinar al Pilar, uno de los mocosos niños se interpuso.

-¿Me estas diciendo que un insignificante niño te detuvo?, a ti, a la tercera Luna Superior.

Akaza apretó los puños sintiéndose un fracasó cuando volvió a abrir la boca para hablar y explicar de una mejor manera lo sucedido una voz se interpuso, una voz que conocía muy bien.

-Muzan-Sama, lamento interrumpir pero vengo en defensa de Akaza-Domo.-Douma había aparecido tras Akaza mirando la espalda del demonio con una sonrisa en el rostro, Muzan frunció el ceño al oírlo.

-Lárgate imbecil.-Akaza lo miraba de reojo sin moverse.

-¿Qué quieres Douma?.

El nombrado sonrió y juntando sus manos se dirigió a su líder.

-He venido para convencerlo de que le de a Akaza-Domo una segunda oportunidad.

Akaza realmente lo odiaba, realmente quería matar a ese imbecil. Muzan pareció pensarlo.

-Habla.-Ordenó Muzan.

-Akaza-Domo no fallo solo por un pequeño cazador, él se retiro por el amanecer. Akaza-Domo no huyo por esos cazadores, se escondía del Sol porque Akaza-Domo sabe que no podemos permitirnos perder a una Luna Superior tan importante ¿no es asi, Akaza~?..-Su nombre se oyó de manera melosa, Akaza apretó sus labios bajo la atenta mirada de Muzan y asintió a la pregunta de Douma.-Así que por favor, Muzan-Sama, no se deshaga de él.

Muzan realmente parecía considerar la posibilidad de dejar a Akaza con vida, después de pensarlo un rato dio vuelta y comenzó a alejarse.

-No vuelvas a fallarme, a la próxima Douma no te salvará.

Y se fue de allí, dejando a un Akaza avergonzado y un alegre Douma. La Tercera Luna golpeó el suelo con fuerza y se levantó con la mirada gacha.

-Nakime..-Dicho eso la demonio toco su instrumento y Akaza desapareció del lugar. Douma hizo un puchero y miró a la mujer.

-Nakime~ -La mujer no dijo nada.-Por favor.-Le sonrió.

-Me niego.-Dijo ella, Douma borro su sonrisa.

-Es una orden, Nakime.-La chica, apretó su instrumento y luego lo tocó, Douma desapareció y de inmediato apareció en una habitación con poca iluminación.

La sonrisa volvió a adornar el rostro de Douma y viendo la habitación en donde estaba se permitió mirarla unos segundos antes de llevar su mirada a la mano que apretaba su cuello con fuerza.

-¿Quien mierda te dijo que podías entrar aquí?.-Douma sonrió hacia Akaza.

-Nakime me trajo, fue muy amable..-Douma tomó la mano de Akaza entre las suyas y la acerco a sus labios.-Vine a pedirte un agradecimiento.

Akaza aparto su mano con rapidez al sentir el aliento de Douma contra su piel, su ceño fruncido sólo parecía arrugarse más.

-¿Agradecerte?, ni en tus más dulces sueños. Nadie te pidió que lo hicieras.-Akaza se dio la vuelta y se sento en un cojin en el suelo de espaldas a Douma.-Ahora lárgate de aquí.

Niebla y Luna |KNY|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora