|Esperar por ti|

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Obanai agarro del brazo a Sanemi y lo obligó a voltear, Sanemi lo observo enojado, se safo de su agarre y se cruzo de brazos.

—No puedes. Digo, osea, es- ah, no deberías.—Obanai trabo sus palabras. Sanemi soltó una risa seca.

—¿Por que no deberia?

Obanai se detuvo a pensar en las razones pero realmente no tenía ninguna, no había razón alguna para que Sanemi mantuviera cercanía con él. Iguro suspiro y se mantuvo callado, eso fue suficiente para que Sanemi diera vuelta y se alejara de él.

—Eso pensé.—Mencionó y se alejo del Pilar más bajo.

Iguro se quedó de pie ahí, sintiendo un dolor en el pecho que decidió ignorar, aparto a Kaburamaru de su rostro cuando este intento restregarse contra él como un intento de consuelo.

—Deja ya Kaburamaru.—La serpiente siseo y se encogió metiéndose en su ropaje.—..No- Lo siento.—Se disculpo con ella, pero eso no la hizo salir.

¿Porque tenía que arruinarlo todo?

—¿Has pensando en lo que hablamos?—Akaza dio un leve brinco al sentir a Douma poner sus manos en sus caderas y espetarle sus uñas con levedad

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—¿Has pensando en lo que hablamos?—Akaza dio un leve brinco al sentir a Douma poner sus manos en sus caderas y espetarle sus uñas con levedad.

Akaza se dio vuelta y aparto a Douma, miró a sus lados asegurándose que no haya nadie más y cuando estuvo seguro volteo a mirar a Douma a los ojos. Douma lo miró con brillos en los ojos, esperanzado. Akaza hizo una leve mueca y trato de evadir el tema, Douma borro su sonrisa y trato de buscar los ojos de Akaza quien se negaba a mirarlo y contestarle.

—¿Qué sucede Akaza-Domo?—Douma le dio la vuelta al demonio, cansado, tomo la mandíbula de este y lo obligó a mirarlo.—Debes mirar a tus mayores cuando te hablan.

Akaza le metió un manotazo con una mueca de incomodidad en el rostro.

—No hablaré sobre eso.

—¿Por que? Fue una buena idea, sabes lo fuerte que seria, hijo de la segunda y tercera Luna Superior. Los cazadores no tendrían oportunidad.

—No, Douma. ¿Por que no buscas a alguien un poco más adecuado para eso?

—¿Quien mejor que tú?—Douma le tomó la mano y la coloco en su mejilla.

—Kokushibo por ejemplo.—Susurro Akaza, Douma puso una cara de espanto.

—¿¡Estas loco!? Nisiquiera pensaría la opción, me cortaría la cabeza sin pensarlo.—Douma negó repetidas veces.

—Bendito sea si lo hace.

Douma puso un rostro ofendido, Akaza sonrió con burla.

—De todos modos, no creo llegar a aceptar. Eso no va conmigo.

Douma se mostró decepcionado, su sonrisa calló y sus ojos dejaron de brillar.

—Ya veo, esta bien Akaza-Domo, esta bien.—Dicho eso, Douma desapareció del lugar, Akaza frunció ligeramente las cejas y acaricio sus brazos con suavidad.

Niebla y Luna |KNY|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora