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Luego de unas buenas horas de entrenamiento junto al Teniente, estabas cansada, acertaste muy pocos golpes en él, pero te sentias orgullosa de al menos haberle golpeado, aunque sea un poco.

Ghost te dejo descansar, dirigiéndose a donde estaba König, quien anotaba todo aquello que debias de fortalecer, quien trataba de comerse todo su enojo por las risas que el Teniente ocasionaba en ti.

"Entonces... ¿Qué viste de ella? ¿Hay que ayudarla en algo específicamente?" Preguntó, observando al mayor con seriedad, sabia que algo le enojo a König con no dirigirle la mirada.

"Hmmm... Es lenta, me encargare de eso en especifico" Añadió, se notaba el enojo entre su acento marcado, como si quisiera maldecir en alemán.

Ghost ladeo la cabeza con curiosidad, ¿habia escuchado bien?, le parecio algo interesante escuchar eso venir de König.

"¿Necesitas que te ayude en algo mas?" Preguntó, cruzándose de brazos mientras te miraba en la tierra del campo, descasando a lo lejos.

"No" Añadió el austríaco para mirarlo "Ya te puedes ir" Se notaba como trataba de ser lo mas amable con Ghost, eso le estaba costando controlar.

Al escuchar esa respuesta Ghost afirmo, despidiendose de ti para luego irse lentamente, en el fondo sabia que algo ocurrió, König no solia ser asi, no con el Teniente pero sabia que si se quedaba ahi, el mayor se iba a enojar, era como una bomba de tiempo, era peligroso tenerlo de enemigo.

König te observo tirada en el suelo, haciendo una mueca con sus ojos, una de desagrado, mientras se acercaba a ti lentamente, estaba pensando si detener el entrenamiento o darte una lección, una en la que te hiciera saber a quien le perteneces, pero se lo pensaba tanto que no llegaba a realizarlo, en verdad le costaba, pensaba que si lo hacía te darias cuenta de sus sentimientos, de sus ridiculos sentimientos por ti.

"Levantate" dijo, haciendo que abrieras los ojos para verle, era tan aterrador verle desde abajo, pensaste.

"¿Qué haremos ahora?" Comentó ella, levantándose adolorida, el moretón de su estomago empezaba a doler nuevamente. Miro a König mientras se daba suaves caricias sobre la tela.

"¿Qué ocurre?" Exclamo él, ladeando la cabeza con frialdad, le intrigaba el moviento de tu mano sobre tu estomago.

"No es nada..." Pronunció rápidamente ella, deteniendo su movimiento, desviando la mira a otro lado.

König no pidio permiso y levanto su camisa, solo para ver que escondia. Al ver el moretón sus manos empezaban a temblar ¿Te golpeo tan fuerte? ¿Él te hizo estar lenta ante los ataques del entrenamiento?

Rápidamente te agarro de la muñeca a la fuerza, caminando rápidamente a su oficina. Tú te bajabas la camisa avergonzada, no entendias que sucedia. El camino duro alrededor de 10 minutos. König dudaba si realmente ayudarte o no, él te hizo ser inútil ante tus golpes, se sentia imbécil por no haberse dado cuenta de ello.

Abrio la puerta de la oficina, podias detallar que no tenia gran cosa, parecia mas bien que nadie la habitaba, se sentia vacia.

El austríaco te solto, para que te sentaras en la silla de en frente. Mientras el buscaba una crema para aplicarte sobre el estomago.

Oberst KönigDonde viven las historias. Descúbrelo ahora